Philip Roth - Me Casé Con Un Comunista

Здесь есть возможность читать онлайн «Philip Roth - Me Casé Con Un Comunista» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Me Casé Con Un Comunista: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Me Casé Con Un Comunista»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El sueño americano se convierte en pesadilla.
En plena caza de brujas, durante la era McCarthy, Iron Rinn -cavador de zanjas primero, actor radiofónico más tarde- ve cómo tras participar en la Segunda Guerra Mundial, comprometido en la lucha por un mundo mejor, termina en la lista negra, desempleado y perseguido por el fanatismo ideológico.
En este camino tendrá un papel fundamental la exquisita actriz Eve Frame. El matrimonio de ambos se transformará: de idilio fascinante y perfecto pasará a ser un tremendo y cruel culebrón. Y cuando ella revele a la prensa las relaciones de Iron con la URSS, el apogeo de la traición y la venganza se materializarán en el escándalo nacional y la ruina personal. El hermano de Iron, Murray, será quien cuente esta historia años más tarde.
Philip Roth, el autor de Pastoral americana y La mancha humana, vuelve a explorar y a retratar con ironía, sinceridad y vehemencia los conflictos de la sociedad norteamericana del siglo XX.

Me Casé Con Un Comunista — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Me Casé Con Un Comunista», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Aquí viene gente de todo el mundo -me dijo Tommy-. Los hay que vienen todos los fines de semana, incluso en invierno, un año tras otro. Enciendo fuego para algunos, y ellos me dan unos dólares. Vienen cada sábado o domingo, tanto si llueve como si brilla el sol.

Sobre una toalla en el capó de su destartalado coche, aparcado junto a la gran roca plana en la que estaba sentado, Tommy tenía a la venta piedras procedentes de su propio sótano, ejemplares voluminosos que costaban hasta cinco o seis dólares y bolsitas de papel marrón llenas de fragmentos de roca que valían cincuenta centavos. El material de quince, veinte y veinticinco dólares lo guardaba en el maletero del coche.

– Ahí tengo las piedras más valiosas -me dijo-. No puedo exponerlas aquí. A veces cruzo la carretera y voy al taller de Gary, para usar el lavabo o lo que sea, y el material está aquí a la vista… El otoño pasado me birlaron dos ejemplares de cincuenta dólares.

El año anterior me había sentado a solas con Tommy, en el exterior del vertedero de piedras, viendo cómo trataba con los turistas y coleccionistas y escuchando su perorata (y más adelante escribí un guión radiofónico sobre esa mañana, titulado El viejo minero). El día anterior había venido a comer salchichas con nosotros en la cabana. Cuando yo estaba en la cabana, tenía a Ira constantemente encima, educándome, y hacía venir a Tommy como conferenciante, para que me hiciera un informe confidencial sobre la penosa situación de los mineros antes de que se organizara el sindicato.

– Habíale a Nathan de tu padre, Tom. Cuéntale lo que le ocurrió.

– Mi padre murió a causa de la mina. El y un compañero fueron a un sitio donde otros dos hombres trabajaban a diario, en una chimenea, un pozo vertical. Aquel día los dos habituales no habían ido al trabajo. Estaba a bastante altura, a más de treinta metros. Mi padre y el otro hombre enviado por el jefe, joven y corpulento… ¡un tipo bien hecho! Fui al hospital, y le vi. No estaba en la cama, y en cambio mi padre estaba estirado y no podía moverse. No le vi hacer ni un solo movimiento. Al segundo día que fui allí, ese otro hombre estaba hablando con alguien, bromeando, ni siquiera en la cama. Y mi padre seguía acostado.

Tommy había nacido en 1880, y empezó a trabajar en la mina en 1902.

– El veinticuatro de mayo de 1902 -me dijo-. Más o menos por la época en que Thomas Edison, el famoso inventor, estuvo aquí, haciendo experimentos.

Aunque Tommy, a pesar de los años pasados en la mina, era un ejemplar humano robusto y erecto que no aparentaba setenta años, él mismo confesaba que no tenía la viveza del pasado, y cada vez que se confundía un poco o se atascaba en su relato, Ira tenía que encarrilarlo de nuevo.

– No pienso con tanta rapidez como solía -nos dijo Tommy-. He de ir hacia atrás, empezando por el abe, ¿sabéis?, a ver si acierto, si vuelvo a coger el hilo. Todavía estoy despierto, pero no tanto como antes.

– ¿Qué accidente sufrió? -le preguntó Ira-. ¿Qué le ocurrió a tu padre? Dile a Nathan lo que le ocurrió.

– La plataforma se rompió. Veréis, poníamos una tabla en el fondo de aquel agujero cuadrado de metro veinte de lado. Cavábamos con un pico en la pared, para hacer una ranura inclinada de modo que la tabla entrara como una cuña y quedara en ángulo. Una delante y otra allí. Entonces colocábamos la tabla de cinco centímetros de grosor.

Ira le interrumpió para que fuese al grano.

– ¿Y qué ocurrió? Dile cómo murió tu padre.

– Se vino abajo. La vibración la derribó. La máquina y todo se vino abajo, desde una altura de más de treinta metros. Mi padre nunca se recuperó. Tenía todos los huesos rotos. Murió al cabo de un año. Teníamos una vieja estufa y él metía allí los pies, tratando de mantenerlos calientes. No podía calentarse.

– ¿Compensaban de alguna manera a los trabajadores? Pregúntaselo, Nathan. Eso es lo que has de hacer si quieres ser escritor. No seas tímido. Pregúntale a Tommy si compensaban a los trabajadores.

Pero yo no podía evitar la timidez. Allí, comiendo salchichas conmigo, estaba un auténtico minero que se había pasado treinta años en la mina de cinc. Mi timidez no habría sido mayor si Tommy Minarek hubiera sido Albert Einstein.

– ¿Lo hacían? -le pregunté.

– ¿Si te daban algo? -replicó Tommy amargamente-. ¿La compañía? No le dieron ni un centavo. La compañía y los jefes eran el problema. Allí los jefes no parecían preocuparse por su casa. ¿Sabes lo que quiero decir? Por el territorio en el que trabajaban a diario. Si yo hubiera sido el jefe allí, habría revisado esas tablas sobre los pozos, por donde pasa la gente. No sé qué profundidad tienen, pero ha habido desgracias porque las tablas se han roto. Estaban podridas. Nunca se preocupaban de las puñeteras tablas ni las revisaban. Jamás lo hacían.

– ¿Entonces no teníais sindicato? -le pregunté.

– No, nada de sindicatos. Mi padre no recibió ni un centavo.

Traté de pensar qué más debería saber como escritor.

– ¿No tenían aquí a Mineros Unidos?

– Eso vino más adelante, ya en los años cuarenta. Por entonces era demasiado tarde -su voz volvía a tener un tono de indignación-. Él había muerto y yo estaba jubilado… y el sindicato tampoco fue de mucha ayuda. ¿Cómo habría podido? Teníamos un dirigente, nuestro presidente local, y era bueno, ¿pero qué podía hacer? No podías hacer nada contra semejante potencia. Mira, años atrás hubo alguien que intentó organizamos. Esa persona fue en busca de agua para su casa a un manantial que estaba carretera abajo. Nunca volvió. No se supo nada más de él. Había tratado de organizar el sindicato.

– Pregúntale por la compañía, Nathan.

– El almacén de la compañía -dijo Tommy-. He visto a gente que obtenía una papeleta en blanco.

– Dile qué es una papeleta en blanco, Tom.

– No le pagaban. El almacén de la compañía se quedaba todo su dinero. Una papeleta en blanco. Eso lo he visto.

– ¿Los propietarios ganan mucho dinero? -inquirió Ira.

– El presidente de la compañía de cinc, el tipo más importante, tiene una gran mansión allá arriba, en lo alto de la colina. Cuando murió, oí decir a uno de sus amigos que tenía una fortuna de nueve millones y medio de dólares.

– ¿Y cuánto ganabas al empezar? -le preguntó Ira.

– Treinta y dos centavos la hora. Tuve mi primer empleo en las calderas, a los veintitantos años. Luego bajé a la mina. El jornal máximo que recibí fue de noventa centavos, porque era como un jefe, como un capataz, el segundo del jefe. Lo hacía todo.

– ¿Tienes pensión?

– Nada. Mi suegro recibía una pensión, de ocho dólares. Había trabajado durante treinta y ocho años. Ocho dólares al mes. Eso es lo que le dieron. Yo no tuve ninguna pensión.

– Cuéntale a Nathan cómo comíais allá abajo.

– Teníamos que comer en el subsuelo.

– ¿Todo el mundo? -le preguntó Ira.

– Los jefes eran los únicos que a las doce subían para comer en su baño. Todos los demás lo hacíamos bajo tierra.

A la mañana siguiente, Ira me llevó al vertedero de piedras para que me sentara allí con Tommy y aprendiera de él todo cuanto pudiera sobre las malas consecuencias del deseo de lucro, tal como se daba en Zinc Town.

– Aquí está mi chico, Tom. Tom es un buen hombre y un buen maestro, Nathan.

– Procuro ser el mejor -dijo Tommy.

– Fue mi maestro en la mina, ¿no es cierto, Tom?

– Es cierto, Gil.

Tommy llamaba a Ira Gil. Aquella mañana, durante el desayuno, cuando le pregunté por qué Tommy le llamaba así, Ira se echó a reír.

– Eso era lo que todos me llamaban allá abajo, y nadie sabía por qué. Un día alguien me llamó así, y el nombre cuajó. Mexicanos, rusos, eslovacos, todos me llamaban Gil.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Me Casé Con Un Comunista»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Me Casé Con Un Comunista» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Philip Roth - Letting Go
Philip Roth
Philip Roth - My Life As A Man
Philip Roth
Philip Roth - Operacja Shylock
Philip Roth
Philip Roth - Elegía
Philip Roth
Philip Roth - Indignation
Philip Roth
Philip Roth - Our Gang
Philip Roth
Philip Roth - The Human Stain
Philip Roth
Philip Roth - Operation Shylock
Philip Roth
Philip Roth - The Prague Orgy
Philip Roth
Отзывы о книге «Me Casé Con Un Comunista»

Обсуждение, отзывы о книге «Me Casé Con Un Comunista» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x