Fernando Pessoa - Libro del desasosiego de Bernardo Soares

Здесь есть возможность читать онлайн «Fernando Pessoa - Libro del desasosiego de Bernardo Soares» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Классическая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Libro del desasosiego de Bernardo Soares: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Libro del desasosiego de Bernardo Soares»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El libro del desasosiego, que presentamos traducido íntegramente por vez primera en lengua castellana, nació en 1913 y Pessoa trabajó en él durante toda su vida. Esta es una obra inacabada e inacabable: un universo entero en expansión cuya pluralidad -literaria y vital-es infinita.

Libro del desasosiego de Bernardo Soares — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Libro del desasosiego de Bernardo Soares», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Esto me irritaba antes, porque suponía, como los ingenuos, y yo era ingenuo, que esa sonrisa dedicada a las preocupaciones de soñar y decir era un efluvio de una sensación íntima de superioridad. Es solamente un estallido de diferencia. Y, si antes consideraba yo esa sonrisa como un insulto, porque implicase una superioridad, hoy la considero como una duda inconsciente; como los hombres adultos reconocen muchas veces en los niños una agudeza de espíritu superior a la suya, así nos reconocen, a nosotros que soñamos y lo decimos, un algo diferente del que desconfían como extraño. Quiero creer que, muchas veces, los más inteligentes de entre ellos entrevén nuestra superioridad; y entonces sonríen superiormente para ocultar que la entrevén.

Pero esa superioridad nuestra no consiste en aquello que tantos soñadores han considerado como la superioridad propia. El soñador no es superior al hombre activo porque el sueño sea superior a la realidad. La superioridad del soñador consiste en que soñar es mucho más práctico que vivir, y en que el soñador extrae de la vida un placer mucho más vasto y mucho más variado que el hombre de acción. En mejores y más directas palabras, el soñador es quien es el hombre de acción.

Siendo la vida esencialmente un estado mental, y todo cuanto hacemos o pensamos, válido para nosotros en la proporción en que lo pensamos válido, depende de nosotros la valorización. El soñador es un emisor de billetes, y los billetes que emite circulan por la ciudad de su espíritu del mismo modo que los de la realidad. ¿Qué me importa que el papel moneda de mi alma no sea nunca convertible en oro, si no hay oro nunca en la alquimia facticia de la vida? Después de todos nosotros viene el diluvio, pero es sólo después de todos nosotros. Mejores, y más felices, los que, reconociendo la ficción de todo, hacen la novela antes que les sea hecha, y, como Maquiavelo, visten los trajes de la corte para escribir bien en secreto.

15-5-1930.

323

El placer de elogiarnos a nosotros mismos…

324 Int[ervalo] dol[oroso]

Ni en el orgullo encuentro consolación. De qué enorgullecerme si no soy el creador de mí mismo. Y aunque haya en mí de qué envanecerme, cuánto para no envanecerme.

Yazgo mi vida. Y no sé hacer con el sueño el gesto de levantarme, tan hasta el alma estoy desnudo de saber hacer un esfuerzo.

Los hacedores de sistemas metafísicos, los (…) de explicaciones psicológicas son todavía peores en el sufrimiento. Sistematizar, explicar, ¿qué es sino (…) y construir? Y todo esto -componer, disponer, organizar- qué es sino esfuerzo realizado -¡y cuan desoladoramente es eso vida!

Pesimista, yo no lo soy. Dichosos los que consiguen traducir a lo universal su sufrimiento. Yo no sé si el mundo es triste o malo ni eso me importa, porque lo que los demás sufren me resulta aburrido e indiferente. Una vez que no lloren o giman, lo que me irrita y molesta, ni un encoger de hombros tengo -tan hondo me pesa mi desdén por ellos- para su sufrimiento.

Pero soy [300]quien cree que la vida es medio luz medio sombras. Y no soy pesimista. No me quejo del horror de la vida. Me quejo del horror de la mía. El único hecho importante para mí es el hecho de que yo existo y de que yo sufro y de no poder siquiera soñarme del todo por fuera de mi sentir sufriendo.

Soñadores felices son los pesimistas. Forman el mundo a su imagen y, así, siempre consiguen estar en casa. A mí, lo que me duele más es la diferencia entre el ruido y la alegría del mundo y mi tristeza y mi silencio aburrido.

La vida, con todos sus dolores y recelos y vaivenes, debe ser buena y alegre, como para un viaje en diligencia para quien va acompañado (y lo puede ver) [301].

Ni, por lo menos, puedo sentir mi sufrimiento como una señal de Grandeza. No sé lo que es. Pero sufro por cosas tan despreciables, me hieren cosas tan triviales, que no oso insultar con esa hipótesis a la hipótesis de que yo pueda tener genio.

La gloria de un poniente bello, con su belleza me entristece. Ante ellos, yo digo siempre; ¡qué contento debe sentirse quien es feliz al ver esto!

Y este libro es un gemido. Una vez escrito él, el [302]ya no es el libro más triste que hay en Portugal.

Al lado de mi dolor, todos los demás dolores me parecen falsos o mínimos. Son dolores de gente feliz y dolores de gente que vive y se queja. Los míos son los de quien se encuentra un encarcelado en la vida, aparte…

Entre mí y la vida…

De manera que veo todo lo que angustia. Y todo lo que alegra no lo siento. Y me he dado cuenta de que el mal más se ve que se siente, la alegría más se siente que se ve. Porque no pensando, no viendo, cierto contentamiento se adquiere, como el de los místicos [303]y el de los bohemios y el de los /canallas/. Pero todo, al final, entra [en] casa por la ventana de la observación y por la puerta del pensamiento.

325 Sen[timien]to apocalíptico

Pensando que cada paso en mi vida era el contacto con el horror de lo Nuevo, y que cada nueva persona que yo conocía era un nuevo fragmento vivo de lo desconocido que yo ponía encima de mi mesa para una cotidiana meditación horrorizada, decidí abstenerme de todo, no avanzar hacia nada, reducir la acción al mínimo, hurtarme lo más posible a que yo fuese encontrado ya por los hombres, ya por los acontecimientos, refinar la abstinencia y bizantinizar la abdicación. Tanto (el) vivir me horroriza y me tortura.

Decidirme, terminar algo, salir de lo dudoso y de lo oscuro, son cosas [que] se me figuran catástrofes, cataclismos universales.

Siento a la vida en apocalipsis y cataclismo. Cada día, aumenta en mí la incompetencia para siquiera esbozar gestos para concebirme siquiera en situaciones claras de realidad.

La presencia de los otros -tan inesperado de alma en todo momento- cada día me resulta más dolorosa y angustiadora. Hablar de los demás me recorre de escalofríos. Si muestran interés por mí, huyo. Si me miran, me estremezco. Si (…)

Estoy perpetuamente a la defensiva [304]. Me quejo a la vida y a los demás. No puedo mirar a la realidad frente a frente. El propio sol ya me desanima y me desoía. Sólo de noche, y de noche a solas conmigo, ajeno, olvidado, perdido -sin atadura con la realidad ni parte con la utilidad- me encuentro y me consuelo.

Tengo frío de la vida. Todo es cuevas húmedas y catacumbas sin luz en mi existencia. Soy la gran derrota del último ejército que defendía al último imperio. Me sé [305]al final de una civilización antigua y dominadora. Estoy solo y abandonado, yo que me parece que solía mandar a otros. Estoy sin amigo, sin guía, yo a quien siempre habían guiado otros.

Algo pide en mí compasión eternamente -y llora sobre mí como sobre un dios muerto, sin altares en su culto, cuando la venida candida de los bárbaros moceó en las fronteras y la vida vino a pedir cuentas al imperio de lo que había hecho de su alegría.

Siento siempre recelo de que hablen de mí. He fracasado en todo. Nada he osado siquiera pensar en ser; pensar que lo desearía ni siquiera lo he soñado porque en el propio sueño me he conocido incompatible con la vida, hasta en mi estado visionario de soñador solamente.

Ni un sentimiento levanta mi cabeza de la almohada donde la hundo por no poder con el cuerpo, ni con la idea de que vivo, o siquiera con la idea absoluta de la vida.

No hablo la lengua de las realidades, y entre las cosas de la vida me tambaleo como un enfermo que ha guardado mucha cama y que se levanta por primera vez. Sólo en la cama me siento, en la vida normal. Cuando llega la fiebre, me agrada como cosa natural (…) a mi estar recostado. Como una llama al viento, tiemblo y me aturdo. Sólo en el aire muerto de los cuartos cerrados respiro la normalidad de mi vida.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Libro del desasosiego de Bernardo Soares»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Libro del desasosiego de Bernardo Soares» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Libro del desasosiego de Bernardo Soares»

Обсуждение, отзывы о книге «Libro del desasosiego de Bernardo Soares» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x