Anne Rice - Camino A Caná

Здесь есть возможность читать онлайн «Anne Rice - Camino A Caná» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Camino A Caná: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Camino A Caná»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Esta segunda entrega de la ambiciosa y valiente crónica de la vida de Cristo comienza justo antes de su bautizo en aguas del Jordán y termina con el milagro de Caná. Jesús vive como un miembro más de su comunidad, a la espera de una señal que le indique el camino que habrá de tomar. Cuando el agua de las tinajas se convierte en vino, Jesús atiende a su llamado y se convierte en aquel que invoca a Israel para que tome las armas contra Roma.

Camino A Caná — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Camino A Caná», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Siento, señor, causarte pena…

– Deja eso y continúa. ¿A qué has venido, Yeshua Sin Pecado?

– Señor, la muchacha se está muriendo encerrada en su casa. No come ni bebe nada. Y no es culpable de nada, salvo de que ella y su padre hayan sido insultados.

– Ese estúpido -masculló-. ¡Enviar a buscar a la comadrona para su propia hija! ¡Negarse a creer a su propia hija!

Esperé. -¿Sabes por qué se marchó mi nieto a Roma, Yeshua bar Yosef? ¿Te lo ha contado ese loco de Jasón?

– No, señor. Nunca lo ha mencionado.

– Bueno, sabías que se marchó.

– Lo sabía, pero no por qué -expliqué.

– Porque quería casarse -dijo el anciano. Sus ojos brillaron y apartó la mirada-. Quería casarse, y no para emparentar con la familia de Jerusalén que yo le había indicado con mi dedo, sino con una chiquilla de pueblo, con una preciosa chiquilla de pueblo. Con Abigail.

Bajé los ojos, y guardé silencio. De nuevo esperé. -¿No sabías eso?

– No, señor. Nadie me lo contó -dije-. Puede que nadie lo sepa.

– Oh, lo saben todos. Jacimus lo sabe. -Hummm…, ¿lo sabe?

– Sí, lo sabe de cierto y lo supo en su momento, y mi nieto, por iniciativa propia y sin mi bendición, fue a pedirla a Shemayah, y la chica no tenía más que trece años entonces -dijo excitado. Volvía a un lado y otro una mirada huidiza-. Y yo, yo le dije no, no lo harás, no vas a casarte con una muchacha tan joven, no ahora y no de Nazaret, no me importa que su padre sea rico, que su madre lo fuera, que ella sea rica. No me importa, te casarás con la mujer que yo elija, de tus parientes de Jerusalén. ¡Y ahora ocurre esto! Y tú me vienes con esta historia.

De nuevo sus ojos se fijaron en mí y parecieron verme por primera vez. Yo me limité a mirarlo.

– Todavía sigues jugando al tonto del pueblo, ya veo -dijo. Me examinó como si intentara memorizar mi cara y mis facciones.

– Señor, ¿escribirás una carta en favor de Abigail, una carta a nuestros parientes de Jerusalén o Séforis, u otro lugar donde estén dispuestos a acogerla, para ofrecerle un hogar del que pueda formar parte? La muchacha es inocente. Es lista. Es cariñosa y amable. Y modesta.

Se sorprendió. Luego se echó a reír. -¿Qué te hace pensar que Shemayah la dejará escapar de sus garras?

– Señor, si le encuentras ese hogar y escribes una carta exponiendo su caso, y si tú mismo, Hananel el Juez, vienes con nosotros, con el rabino y con mi padre José, sin duda podremos conseguir que Abigail marche sana y salva a algún lugar lejos de Nazaret. El no podrá decir que no a los ancianos de Nazaret. No es fácil decir no a Hananel de Cana, a pesar de lo que haya sucedido antes… Y no estoy seguro de que Shemayah sepa nada de tu nieto ni de lo que ocurrió entre vosotros.

– El estaba de acuerdo. -La respuesta llegó rápida como un relámpago-.

Shemayah era favorable a ese matrimonio hasta que mi nieto admitió que no tenía mi bendición ni mi permiso.

– Señor, alguien tiene que hacer algo para salvar a esa niña. Se está muriendo. -Me puse en pie-. Dime a quién puedo dirigirme, a qué parientes de Séforis -dije-. Dame una nota de presentación. Dame una dirección. Iré allí.

– No te sienta bien esa irritación virtuosa -dijo burlón-. Siéntate. Y quédate tranquilo. Encontraré un sitio para ella. Ya sé cuál. Conozco más de uno.

Suspiré, y murmuré una corta plegaria de acción de gracias.

– Dime, oh piadoso -dijo-. ¿Por qué no has pedido tú mismo la mano de la chica? Y no me digas que es demasiado buena para un carpintero. En estos momentos no es buena para nadie.

– Es buena -dije- Es inocente.

– Y tú, el hijo de María la de Joaquín y Ana, cuéntame. Siempre he querido saberlo. ¿Eres un hombre debajo de esas ropas? ¿Un hombre? ¿Me entiendes?

Me quedé mirándolo y sentí el calor de mi rostro. Me puse a temblar, pero no hasta el extremo de que él se diera cuenta. Conseguí sostenerle la mirada. -¿Un hombre como los demás hombres? -preguntó-. Entiendes lo que pregunto. Oh, no es porque no te cases. El profeta Jeremías no se casó. Pero si la memoria no me falla, y no me falla nunca, recuerdo haber hablado de eso en este mismo lugar, aunque no en esta casa, en otra, con tu abuelo Joaquín en aquella ocasión. Y caso de que la memoria no me falle desde entonces (y no me falla), el ángel que anunció tu nacimiento a tu temblorosa madrecita no era simplemente un ángel caído de la corte celestial, era nada menos que el arcángel Gabriel.

Silencio. Nos miramos.

– Gabriel -repitió. Alzó ligeramente la barbilla y enarcó las cejas-. El mismísimo arcángel Gabriel. Vino a hablar con tu madre y con nadie más, exceptuando, como todos sabemos, el profeta Daniel.

Sentí que el rostro me ardía, y también el pecho. Podía notar el calor en la palma de las manos.

– Me estás exprimiendo como a un grano de uva, señor -dije-, entre el pulgar y el índice.

«Y sé que cuando me presionan de esa manera puedo decir cosas extrañas, cosas en las que nunca pienso en mi trabajo diario, cosas que no pienso ni siquiera cuando estoy solo, ni cuando sueño.»

– Así es -dijo-. Porque te desprecio.

– Eso parece, señor. -¿Y por qué no te levantas de un salto para irte?

– Me quedo porque estoy pidiendo un favor.

Río con satisfacción. Curvó sus dedos bajo su barbilla y miró alrededor, pero no a los libros amontonados, ni a las celosías con sus juegos de luz y verdor, ni a las manchas de luz en el suelo de mármol, ni al delgado hilo de humo que salía del brasero de bronce. ¿Qué iba a exigir como rescate por Abigail?

– Bueno, está claro que quieres a esa niña, ¿no es así? -preguntó-. O que eres bobo, como dice la gente, aunque sólo alguna gente, he de precisar. -¿Qué hemos de hacer para ayudarla? -¿No quieres saber por qué te desprecio? -me preguntó. -¿Es tu deseo hacérmelo saber?

– Sé todo lo que se cuenta de ti.

– Así parece.

– Sobre los extraños sucesos que rodearon tu nacimiento, y cómo tu familia huyó a Egipto debido a la miserable matanza de niños en Belén que llevó a cabo aquel loco que se llamaba a sí mismo nuestro rey; y las cosas que eres capaz de hacer. -¿Las cosas que puedo hacer? Yo coloqué este suelo de mármol -dije-.

Soy carpintero. Es la clase de cosas que puedo hacer.

– Precisamente. Y por eso te desprecio. ¡Y lo mismo haría cualquiera que tuviera una memoria como la mía! -Alzó el dedo como si estuviera enseñando una lección a un niño-. El nacimiento de Sansón fue anunciado no por el arcángel Gabriel, pero sí por otro ángel. Y Sansón era un hombre. Y conocemos sus grandes hazañas, y las transmitimos de generación en generación. ¿Dónde están tus hazañas? ¿Dónde los enemigos derrotados por ti, abatidos en el campo de batalla? ¿Dónde las ruinas de los templos paganos que has derribado con la fuerza de tu brazo?

Un calor ardiente me abrasaba por dentro. Tuve que ponerme en pie, y volqué mi taburete sin intención. Quedé ante él, pero no le veía ni veía la habitación en que estábamos.

Fue como si recordara algo, algo olvidado durante toda mi vida. Pero no era un recuerdo, sino algo completamente distinto.

«Templos paganos, dónde están tus templos paganos.» Vi templos y los vi caer, aunque no en un lugar ni tiempo determinado, y los oí caer, derrumbarse entre nubes de polvo que se alzaban del suelo, como un cielo revuelto en una tempestad, un cielo que permanecía siempre igual; y aquel temblor, aquella rotura, aquella ruina que se derrumbaba con un estruendo ensordecedor, era como el movimiento incesante y siempre cambiante del mar.

Cerré los ojos. Los recuerdos amenazaban la pureza de aquella visión interior. Recuerdos de mi infancia en Alejandría, de las procesiones romanas que se dirigían hacia sus santuarios entre nubes de pétalos de rosas que revoloteaban por el aire y el pesado redoble de los tambores, y el temblor de los sistros. Oí los cantos de las mujeres, y vi un dios dorado que avanzaba colocado sobre unas andas oscilantes; y luego retornó la visión, barriendo con su poderoso impulso los recuerdos, la visión tan inmensa y difusa que agitaba el mundo entero como si las montañas que rodeaban el gran mar temblaran y vomitaran fuego, y los altares cayeran. Los altares caían al suelo y se hacían pedazos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Camino A Caná»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Camino A Caná» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Camino A Caná»

Обсуждение, отзывы о книге «Camino A Caná» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x