Gurmukh - Kundalini yoga para embarazadas

Здесь есть возможность читать онлайн «Gurmukh - Kundalini yoga para embarazadas» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Kundalini yoga para embarazadas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Kundalini yoga para embarazadas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La mejor guía de yoga prenatal. Este libro es un tesoro para aquellas mujeres embarazadas que, practiquen o no yoga habitualmente, desean encontrar en la práctica del kundalini una ayuda para sobrellevar los cambios físicos y emocionales del embarazo.Con un estilo sabio y reconfortante, la autora ofrece ejercicios de meditación, de respiración y asanas de yoga, fáciles y seguras de realizar, que dan respuesta a las necesidades de guía física, mental y espiritual de las futuras madres. «En todas las clases de Gurmukh, llegado un punto, nos sentábamos con las manos alrededor de la barriga y cada una cantaba a su bebé. Al hacerlo, yo sentía el tremendo poder que tenemos las mujeres y que nos permite crear una nueva vida. Es inspirador y formidable». Cindy Crawford"Gurmukh es la gurú del embarazo favorita de Hollywood. Miles de personas peregrinan todos los meses a su estudio de yoga Golden Bridge en Los Angeles, y está considerada una de las superestrellas nacionales del yoga". Los Angeles Times"La famosa y popular gurú del embarazo ha publicado un libro que rápidamente se convertirá en la Biblia de las futuras madres". In Style Magazine

Kundalini yoga para embarazadas — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Kundalini yoga para embarazadas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ella lloró, suplicó, pero sentía que tenía las de perder. Una vez más, los demás tenían razón y ella estaba equivocada. Al final, consintió en la operación para que le permitiesen irse a casa con su hijo.

A los once días de nacer, Shannon sufrió un paro cardiaco. Había nacido con un defecto cardiaco congénito. Mary y su marido lucharon por mantenerle con vida. Shannon no podía llorar porque, de hacerlo, su corazón se detendría. Muchas noches, la pareja se subía a su furgoneta Volkswagen vacía y conducían por las calles solitarias de San Francisco, colina arriba y colina abajo, para evitar que el pequeño Shannon llorase. Y, aunque le costaba mucho mamar, Mary siguió dándole el pecho aunque completase su alimentación con leche maternizada y biberón. Casi siempre lo tenía en brazos, por lo que apenas dormía ni comía, pero sentía que aquella era su misión. Los médicos explicaron que si Shannon llegaba cumplir dos años, podrían operarle y salvarle la vida.

Pero no llegó a los dos años. A los siete meses, Shannon abandonó su cuerpo y regresó al lugar sin tiempo en el que moran las almas. Murió en el hospital, justo cuando Mary había ido a casa para dormir un par de horas. No tuvo ocasión de sostenerle en sus brazos en sus últimos momentos. Ni siquiera se pudo despedir de él.

El día después de la muerte del pequeño, al marido de Mary le dieron un puesto de interno para realizar su doctorado en una clínica psicológica, al norte del país. Le preguntó si debía ir. Ella le contestó: «No te preocupes, estaré bien». Y así, se quedó sola. No hay palabras para describir el dolor que sintió ni la locura, rabia y tristeza que la embargaron. Solo oía una voz muda y dolorida en su interior. Apenas era consciente de que se llevaba las manos a la cabeza, tiraba de sus cabellos y gritaba al cielo: «¡No! ¡No!». ¿Qué mal había hecho? ¿Acaso no había nadie con quien pudiese hablar, nadie que la pudiese ayudar? Pasó días enteros andando en círculo, por su apartamento vacío, silencioso, pero ni siquiera el movimiento constante aliviaba su agonía ni su sensación de pérdida y de culpa.

No tenía herramientas para enfrentarse al duelo, no sabía cómo superar su aislamiento. Mary tardó muchos años en comprender hasta qué punto entregar su poder a los demás e ignorar sus instintos naturales la había llevado a tan trágico desenlace.

Conozco bien esa sensación. Mary «la que se sienta y no hace nada» era yo.

De mi historia y de las muchas que otras mujeres han compartido conmigo a lo largo de los años, extraigo la conclusión de que los avances técnicos disponibles en nuestro tecnológico sistema médico suponen, a la vez, un reto para las embarazadas y parturientas. La autoritaria tradición médica occidental no solo hace caso omiso del conocimiento que las mujeres tienen de sí mismas, de sus cuerpos y de sus sentimientos, sino que, abiertamente, lo desacredita. En muchas ocasiones, los únicos datos que se consideran son los que dan los médicos o los que resultan de los análisis clínicos. Y muchas mujeres dan por sentado que, si quieren ser mujeres modernas y madres responsables, no se pueden dejar llevar ni por sus sentimientos ni por su intuición. Mi misión en esta vida es impedir que un número creciente de mujeres y niños sufran, como me ocurrió a mí con mi primer hijo, a causa de la ignorancia.

Ahora comprendo que Dios no comete errores. Toda vida tiene un propósito profundo. Creo que mi hijo fue una especie de ángel guardián para mí porque, de no ser por él, no habría buscado sanarme y tal vez no hubiese cumplido mi destino, que es el de compartir contigo la profunda sabiduría de la ciencia del yoga kundalini y la meditación que Yogui Bhajan puso al alcance de todos. La sabiduría de las antiguas tradiciones te ayudará. a reconciliarte con tu verdadera naturaleza. Si sabes ser persona, sabrás ser madre, ¡podrás ser lo que quieras!

Al final, me divorcié de mi primer marido. Más que cruel, fue una separación triste. Pasé años deseando volver a estar con alguien. La tristeza por la muerte de mi hijo y por toda una vida sintiéndome fuera de lugar, viviendo sin un propósito claro, me llevaron a cuestionarme el porqué de mi presencia en la Tierra y el fin de todo ello. Viajé por todo el mundo, como si recorrer miles de kilómetros fuese a hacer más fácil que encontrase lo que buscaba: a mí misma. Ahora, cuando pienso en aquellos tiempos, entiendo que había iniciado una búsqueda espiritual, que trataba de dar respuesta a las grandes preguntas de la existencia. Buscaba a mi gente, a mi tribu y mi casa.

Dejé de vivir en Haight Ashbury y fui hacia el Gran Sur, luego recorrí México en autostop y conviví con comunidades nativas de la zona. Tras eso, pasé dos años en una playa de Maui, viviendo como una hippie, bailando, cantando, ayunando, tomando drogas alucinógenas, haciendo surf y sin poseer nada. Para mí, la libertad era aquello, una vida sin compromisos, nada que ver con el ambiente estricto en el que me había criado. En un momento dado, Dios me condujo a una comunidad zen budista donde conocí el zazen. Durante un año, pasé siete horas al día sentada en silencio, meditando, sin tomar drogas y practicando el celibato. De hecho, tenía previsto hacerme monja zen, pero antes de viajar a Japón para formarme regresé unos días a casa para visitar a la familia y despedirme. No tenía ni idea de lo que la vida me tenía reservado.

Era el año 1970. Y nuevamente por la gracia de Dios, llegué a un ashram en Arizona en el que practicaban el yoga kundalini y la meditación. En el Gran Sur había coincidido con un viejo amigo. Bueno, de hecho, al cumplir los veintiuno, me buscó porque, según dijo, soñó que Dios le pedía que me llevase con él a un ashram en Arizona. ¿Un ashram? Ni siquiera conocía el término. Pero era alguien en quien yo confiaba plenamente y estaba tan seguro de que cumplía un encargo que no podía no hacerle caso. Así que pensé, bueno, ¿y por qué no? Llevaba años siguiendo el flujo de la vida. Podía retrasar mi viaje a Japón unos días. Metimos todo en su pequeño Volkswagen, un escarabajo, y partimos rumbo a Tucson sin imaginar lo que nos esperaba.

Al llegar, pagó setenta y cinco dólares por el alquiler de una habitación durante un mes y me inscribió en el ashram. Se quedó conmigo, meditando, durante siete días y, luego, simplemente se marchó sin decir adónde. No volví a verle jamás. No sé cómo explicarlo pero en cuanto crucé las puertas del ashram sentí una gran paz en mi interior, como si ya hubiese estado allí antes. Aquel día encontré mi verdadero camino, mi dharma. El cansado viajero había, al fin, vuelto a casa. De eso hace ya más de tres décadas.

Mi maestro espiritual, Yogui Bhajan, dio a conocer la tecnología del kundalini yoga y la meditación en Occidente. Durante miles de años, el kundalini fue una práctica mística secreta que pasaba solo de maestros a alumnos, pero Yogui Bhajan rasgó el velo del secretismo y puso esta poderosa técnica, antes destinada solo a ascetas, al alcance de todo el mundo. La vida de muchas familias y personas que viven en comunidad ha mejorado mucho y se ha vuelto más dichosa, sana y plena gracias a ello. Fue él quien me dio mi nombre espiritual, Gurmukh, que significa «la que ayuda a miles a cruzar los océanos del mundo». También me anunció que ayudaría a traer hijos al mundo.

Al principio, me tomé sus palabras al pie de la letra. Vivía en un ashram en el norte de Nuevo México. Fui a ver a un obstetra y ginecólogo de Santa Fe especializado en partos en casa. Me ofrecí a limpiar su casa y su despacho a cambio de que me permitiese ayudarle en los partos y me enseñase cuanto supiese de alumbramientos. Ver a tantas almas llegar al mundo y respirar por primera vez fue una experiencia divina. Aprendí mucho sobre cómo ayudar a esas almas a nacer y sobre el poder que tenemos las mujeres, nada que ver con la experiencia que había vivido dando a luz a mi hijo Shannon. Sin embargo, no me veía convirtiéndome en comadrona, me formé como profesora de yoga y me dediqué a ello a tiempo completo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Kundalini yoga para embarazadas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Kundalini yoga para embarazadas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Kundalini yoga para embarazadas»

Обсуждение, отзывы о книге «Kundalini yoga para embarazadas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x