Aventuras gráficas, arcades , juegos de estrategia, shooters … Jugaba a todo videojuego que se cruzase en mi camino. Con el paso del tiempo me fui posicionando más hacia los géneros de aventuras gráficas, de juegos de rol y de estrategia, y al parecer no fui el único, ya que en la actualidad, las particularidades de estos géneros de una forma u otra se han extrapolado a casi todos los videojuegos. ¿El motivo? Sencillamente los tres géneros cuentan con características que mejorarán enormemente la experiencia del usuario proporcionándole más diversión y también, por supuesto, porque son los que mejor modelizan la vida y el día a día.
Con tantos videojuegos a mis espaldas, no tardé en comenzar a descubrir patrones comunes entre ellos y formas de aplicar dichos patrones a la vida real. Tan pronto como descubría un patrón lo ponía en práctica en mi día a día. Este proceso de aprendizaje, consciente o inconsciente, es totalmente natural para toda persona que juegue a videojuegos. Por eso, a lo largo de este libro te redescubriré los aprendizajes que he podido extraer a lo largo de años y años jugando a videojuegos. Prepárate para tomar consciencia de las habilidades y conocimientos que ya has adquirido o que puedes adquirir gracias a los videojuegos. Convierte así tu vida en un videojuego para alcanzar aquello que quieras, sea lo que sea, de una forma más divertida, estimulante y motivadora.

PARTE I. SOBRE EL VIDEOJUEGO, SOBRE LA VIDA
La definición práctica de manual de instrucciones sería: «eso» que si tienes, no miras; pero que si te falta, darías lo que fuera por tenerlo.
A las personas nos encanta crear manuales de instrucciones ya que simplifican el uso y aumentan la eficiencia, aunque, curiosamente, los asuntos más complejos de nuestra vida carecen de un manual de instrucciones, y en caso de que los encuentres no serán más que un compendio de ideas desarrolladas por pioneros en ese campo, creadas gracias a la experiencia y a la reflexión. La vida, los hijos... son claros ejemplos de esto.
Por lo tanto, lo mejor para conseguir que tu vida sea como un videojuego, será comenzar por proporcionarte un manual de instrucciones para lograrlo. Espero que no hagas como sueles hacer con el manual de la lavadora, el del horno o el del coche y que este sí lo leas con detenimiento y actitud reflexiva. Al fin y al cabo, la manera correcta de comenzar a crear un videojuego es establecer las leyes y las normas básicas que van a constituir la base sobre la que podrás construir todo lo demás.
En la primera parte del libro encontrarás las quince leyes fundamentales sobre las que construirás Tu vida, tu videojuego . Es básico que conozcas y apliques estas leyes para poder disfrutar al máximo la experiencia.
Puedes añadir más, siempre y cuando no entren en conflicto con ninguna de las anteriores. Eso sí, no te recomiendo quitar ninguna, ten en cuenta que si aplicas menos leyes de las que te explicaré, el videojuego se quedará incompleto. Por mi parte diré: las leyes son las que son y siempre han estado ahí, expuestas para todo aquel que mirase con curiosidad y ojos de aprendiz. Yo no las he creado, son leyes fundamentales que constituyen el núcleo de los videojuegos, plasmadas en ellos por diseñadores y programadores, que consciente o inconscientemente, han proyectado lo que su mente ya sabía sobre la vida. Yo solo descubrí y plasmé lo que ya estaba allí.
No creas nada de lo que te voy a contar, léelo, reflexiónalo, pruébalo y si te gusta, incorpóralo definitivamente a tu vida.
1. EL TIEMPO NO SE DETIENE
El tiempo no perdona, aunque uno intente detenerlo se aleja irremisiblemente ...
Yuna, Final Fantasy X
A lo largo de mi vida he pasado mucho tiempo jugando a videojuegos de mundo persistente. En los videojuegos de mundo persistente, el mundo donde se desarrolla la acción tiene la particularidad de continuar su curso aunque el jugador no esté conectado.
El mundo persistente es una característica muy generalizada en la mayoría de los juegos en línea, especialmente en los géneros de MMORPG (videojuegos multijugador masivo en línea del genero de rol, en su acrónimo en inglés) y de MMORTS (videojuego multijugador masivo en línea de estrategia, en su acrónimo en inglés).
Para simplificarlo y facilitar la comprensión, se puede resumir como «juegos en los que el botón de pausa no existe y todo sigue activo aunque tú no estés».
Corría el año 2003, me encontraba cursando mi segunda carrera universitaria, Informática de sistemas, cuando me llegaron rumores sobre un videojuego en línea que se jugaba usando un navegador web. Era un videojuego perteneciente al género de los MMORTS y ambientado en la conquista espacial futurista. Como fan de Star Wars, la frase… «¡y puedes construir tu propia estrella de la muerte!» fue más que suficiente para comenzar a jugar en el servidor número cuatro del videojuego OGame .
OGame es un videojuego web de gestión de recursos, en línea y multijugador masivo. La finalidad es sencilla: convertirte en el jugador más poderoso del servidor e impulsar a tu alianza hacia el primer puesto. Para ello has de recolectar y gestionar mejor que tus oponentes los distintos recursos que encuentras en el videojuego. Construir defensas, colonizar planetas, construir naves de ataque y recolección, investigar mejoras para potenciar tu defensa y tu ataque... son algunas de las cosas que tienes que hacer para alzarte con la victoria.
Es, con seguridad, el videojuego de mundo persistente que más me ha impactado, sobre todo porque fue el primer videojuego en el que experimenté la posibilidad de interaccionar con los demás jugadores las veinticuatro horas del día, estuviera o no conectado.
En la mayoría de los videojuegos de mundo persistente al salir del servidor tu avatar queda aislado del resto del mundo; en otros, como en el caso de OGame , tu representante virtual queda expuesto al resto del mundo, dando la cara por ti. Como imaginas, es bastante habitual conectarse y darte cuenta que tus planetas han sido atacados e incluso destruidos en tu ausencia.
Estoy seguro de que si has jugado alguna vez a videojuegos de mundo persistente, en algún momento has tenido pensamientos del estilo:
«¡Ostras! Si no me conecto me perderé la misión».
«Tengo que conectarme a ver cómo van las cosas».
«A las seis tengo que conectarme para».
«Llevo desconectado varias horas, tengo que encontrar la manera de conectarme y comprobar».
«¡Me tengo que conectar! Quedan cinco minutos para que».
Esto son ejemplos de pensamientos que te hacen priorizar el videojuego y favorecen que estés pendiente del mismo a todas horas. Por supuesto, que ocupe esa prioridad tiene todo el sentido del mundo, ya que si no se la das, ¡perderás recursos por un ataque, llegarás al máximo de recursos almacenables y dejarás de generar más, estarás avanzando menos que tus rivales, te perderás un evento del servidor...! ¡Todo un drama! Al menos para ti…
Tienes total consciencia de que cuanto más tiempo pases sin prestarle atención al videojuego, más oportunidades, experiencias y eventos te perderás. ¿Sabes dónde pasa esto mismo? ¡En la vida!
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