1 ...7 8 9 11 12 13 ...34 La adoración de Dios siempre es principal, pues nuestra relación con Dios tiene preferencia sobre todo lo demás. Esta adoración, sin embargo, se expresa mediante el modo en que vive el creyente su vocación y trata a su prójimo, pues nuestra relación con Dios se ve más concretamente en la transformación de toda relación humana. La fe y la oración, puesto que transforman a cada creyente, no pueden ocultarse. En última instancia, por tanto, deben transformar a la Iglesia, la comunidad y el mundo.
La última visita de Guillermo Farel a Calvino en su lecho de muerte
- 2-DANDO SENTIDOA LAS PARADOJAS DE CALVINOSOBRE LA SEGURIDADDE LA FE
La doctrina de Calvino de la seguridad de la fe está repleta de paradojas que, a menudo, han sido malinterpretadas, incluso por eruditos de Calvino. Por ejemplo, William Cunningham (1805-1861), un fiel erudito calvinista, escribe: “Calvino nunca se contradijo tan llana y palpablemente como [cuando], en inmediata relación con la definición dada por él de la fe salvífica, hizo afirmaciones, con respecto a la condición de la mente que puede existir en los creyentes, que no pueden reconciliarse con la definición formal”. 156
Después de presentar, brevemente, la visión de Calvino de la fe y la seguridad, y su paradójica relación, me centraré en cuatro principios desde los que opera Calvino. Cada cual ayudará a dar sentido a las aparentes contradicciones de Calvino sobre la seguridad. Combinados, estos principios confirman la tesis de que Calvino realmente desarrolló una doctrina bíblica de la seguridad que confirma las experiencias espirituales al inicio y a lo largo de la vida de fe. 157
La naturaleza y definición de la fe
La doctrina de Calvino de la seguridad afirma los principios básicos de Martín Lutero y Ulrico Zwinglio, y manifiesta énfasis propios. Al igual que Lutero y Zwinglio, Calvino dice que la fe nunca es, meramente, asentimiento ( assensus ), sino que implica tanto conocimiento ( cognitio ) como confianza (fiducia). Afirma que conocimiento y confianza son dimensiones salvíficas de la fe, antes que cuestiones nocionales. Para Calvino, la fe no es la suma de conocimiento histórico y asentimiento salvífico, como algunos de sus sucesores enseñarían, sino que la fe es un conocimiento salvífico y cierto unido a una confianza salvífica y segura. 158
Calvino sostuvo que el conocimiento es fundamental para la fe. El conocimiento descansa sobre la Palabra de Dios, que es esencialmente las Sagradas Escrituras, así como el evangelio y su proclamación. 159La fe se origina en la Palabra de Dios. La fe descansa firmemente en la Palabra de Dios; siempre dice amén a las Escrituras. 160Por ende, la seguridad debe buscarse en la Palabra y fluye de la Palabra. 161La seguridad es tan inseparable de la Palabra como los rayos lo son del sol.
La fe también es inseparable de Cristo y la promesa de Cristo, pues la totalidad de la Palabra escrita es la Palabra viva, Jesucristo, en quien todas las promesas de Dios son “sí y amén”. 162La fe descansa en el conocimiento bíblico y en las promesas que apuntan a Cristo y se centran en Cristo. La fe verdadera recibe a Cristo como es revestido en el evangelio y ofrecido, de gracia, por el Padre. 163
Ulrico Zwinglio
Así pues, la fe verdadera se centra en las Escrituras en general y, en particular, en la promesa de la gracia de Dios en Cristo. Calvino hace, en gran medida, de las promesas de Dios el fundamento de la seguridad, pues estas promesas están basadas en la misma naturaleza de Dios, que no puede mentir. Puesto que Dios promete misericordia a los pecadores en su miseria, la fe se apoya en tales
promesas. 164Las promesas son cumplidas por Cristo. Por tanto, Calvino dirige a los pecadores a Cristo y a las promesas como si fueran sinónimos. 165Si se entiende adecuadamente, la fe descansa y se apropia de las promesas de Dios en Cristo que se hacen conocidas en la Escritura. 166
Puesto que la fe adquiere su carácter de la promesa en que descansa, toma el sello infalible de la misma Palabra de Dios. En consecuencia, la fe posee la seguridad en su misma naturaleza. Seguridad, certeza, confianza –tal es la esencia de la fe. Esta fe segura en sí misma y para el creyente es el don del Espíritu Santo a los elegidos. El Espíritu convence al pecador elegido de la fiabilidad de la promesa de Dios en Cristo y le concede fe para recibir esa Palabra. 167
En resumen, para Calvino la fe cierta implica, necesariamente, conocimiento salvífico, las Escrituras, Jesucristo, las promesas de Dios, la obra del Espíritu Santo y la elección. Dios mismo es la seguridad de los elegidos. La seguridad está gratuitamente fundamentada en Dios. 168
En consecuencia, la definición formal de la fe de Calvino se lee de este modo: “Por tanto, podemos obtener una definición perfecta de la fe si decimos que es un conocimiento firme y cierto de la voluntad de Dios respecto a nosotros, fundamentado sobre la verdad de la promesa gratuita hecha en Jesucristo, revelada a nuestro entendimiento y sellada en nuestro corazón por el Espíritu Santo”. 169En esencia, Calvino acentúa que la fe es la seguridad de la promesa de Dios en Cristo, e implica a todo el hombre en el uso de la mente, la aplicación al corazón y la rendición de la voluntad. 170
La seguridad de la esencia de la fe
Más concretamente, Calvino argumenta que la fe implica algo más que creer objetivamente en la promesa de Dios: implica seguridad personal y subjetiva. Al creer en la promesa de Dios a los pecadores, el verdadero creyente reconoce y
celebra que Dios es gracioso y benevolente para con él en particular. La fe es un conocimiento seguro “de la voluntad de Dios respecto a nosotros…, revelada a nuestro entendimiento…, sellada en nuestro corazón”. 171La fe recibe la promesa del evangelio como algo más que una abstracción impersonal: es inseparable de la certeza personal. Calvino escribe: “Lo esencial de la fe consiste en que no pensemos que las promesas de misericordia que el Señor nos ofrece son verdaderas solamente fuera de nosotros; sino más bien que, al recibirlas en nuestro corazón, las hagamos nuestras”. 172
El joven Calvino exponiendo la Biblia a una familia en Bourges
Así pues, como observa Robert Kendall, Calvino reiteradamente describe la fe como “certeza ( certitudino ), una firme convicción ( solido persuasio ), seguridad ( securitas ), firme seguridad ( solida securitas ) y plena seguridad (plena securitas). 173Si bien la fe consiste en conocimiento, también se caracteriza por una ferviente seguridad que es “una posesión cierta y segura de las cosas que Dios ha prometido”. 174
Calvino enfatiza también, a través de sus comentarios, que la seguridad forma parte de la fe. 175Dice que aquél que cree pero carece de la convicción de que es salvo por Dios, no es un verdadero creyente, después de todo. Escribe:
En conclusión, no hay nadie verdaderamente creyente sino aquél que, absolutamente persuadido de que Dios es su Padre propicio y benévolo, se promete de la liberalidad de este su Dios todas las cosas; y aquél que, confiado en las promesas de la benevolencia de Dios para con él, concibe una indubitable esperanza de su salvación…Afirmo, pues, que solamente es creyente el que confiado en la seguridad de su salvación no se preocupa en absoluto del Diablo y de la muerte, sino que osadamente se burla de ellos. 176
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