•La transferencia del fomento y la aplicación de la democracia de la órbita del consejo o de los comités auxiliares compuestos por asociados, a la planta gerencial compuesta por técnicos profesionales que generalmente no son asociados.
•De carácter generacional de conocimientos, que se da por la sustitución o remplazo de una generación basada en una cultura cooperativa que da prelación al hombre por encima del capital, por otra generación un tanto más pragmática, e inmediatista con una escala de valores distinta, influenciada por el desarrollo tecnológico y el crecimiento económico.
•Cambio notable en el carácter y tipos de comunicación entre la cooperativa y sus asociados. La tendencia más acentuada a este respecto es la de “remplazo” de la comunicación directa (reuniones, debate, grupos de estudio) por métodos indirectos como la información en una sola dirección propaganda y mercadeo.
Según Serrano Uribe (2007), existe una tendencia generalizada para que los asociados se “separen” del proceso cooperativo tanto física como mentalmente. El aspecto participativo de la democracia ha llegado a ser un tema casi exclusivamente para el gerente y una escasa élite de representantes, en los altos niveles de la organización. En América Latina dice, Serrano Uribe se dan las siguientes tendencias:
•Primacía de la función comercial
•Primacía del elemento tecnocrático.
•Primacía del espíritu paternalista.
La primacía de estas tendencias se nutre, según Serrano Uribe, por la falta de mecanismos adecuados para la participación
Por carecer la cooperativa de mecanismos adecuados para la participación continuada de un número representativo de asociados, la mayor parte de estos [sic] dejan las cosas de interés en manos de delegados cada vez menos representativos, quienes tienden, por fuerza de la dinámica política a incrustarse en el círculo del poder tecnocrático. Esta tendencia pone en peligro la identidad cooperativa y produce un desinterés cada vez más acentuado en los asociados, quienes pasan a ser de manera casi insensible, de su condición de empresarios a la de simples clientes de una organización más o menos anónima. El problema se agrava cuando la cooperativa crece en extensión geográfica y en cobertura social (Serrano Uribe, 2007).
Esta falta de identidad es más evidente cuando la entidad se muestra exitosa
De forma que cuando el éxito se presenta, existe la tendencia a olvidarse de las ideas y a olvidarse de los asociados. Algunas personas se empiezan a preguntar si realmente se necesitan los asociados, aquella gente se queja de los asociados por qué estos no entienden los negocios de hoy, y que su participación no solamente es irrelevante, sino que causa interferencias y problemas [...] (Serrano Uribe, 2007).
Pero este alejamiento de la base social y el núcleo donde se toman las decisiones probablemente hace que el(los) grupo(s) de interés dominante(s) sea(n) el(los) que se beneficie(n) en los momentos de éxito, y en forma residual los demás grupos. No obstante, en momentos de crisis, es poco probable que todos los grupos de interés actúen en forma conjunta para buscar soluciones a los problemas que las desencadenaron porque no se ha logrado ese sentido de pertenencia con su organización.
En las páginas 67, 71, 122 y 163 de este documento se hacen algunas reflexiones que muestran cómo la vinculación de terceros en las cooperativas, la vinculación de asociados personas naturales en los organismos cooperativos de grado superior de carácter financiero, responden a criterios relacionados con el crecimiento de las organizaciones que impiden el ejercicio eficiente de la gestión democrática. La no presencia adecuada de la gestión democrática, en cierta medida, impidió la creación y fortalecimiento de redes sociales y económicas con las cuales se hubiera hecho frente a la crisis económica de los noventa.
Notas al pie
5En este documento, al hacer referencia a las cooperativas, no se excluye al resto de organizaciones de carácter solidario. De igual manera, cuando se habla de sector solidario, necesariamente incluye a las cooperativas.
6Primer Gerente de COOPDESARROLLO.
7En el caso de COOPDESARROLLO, prestar servicios financieros de ahorro y crédito.
8Se debe, sin embargo, seguir profundizando sobre el tema para encontrar nuevos elementos que identifiquen mejor el carácter social de las organizaciones solidarias.
9Sánchez distingue dos organizaciones de carácter internacional que pregonan los principios del cooperativismo la Alianza Cooperativa Internacional y la Confederación Latinoamericana de Cooperativas y Mutuales de Trabajadores (COLACOT).
10Como se dijo en la sección 1.3 de este documento.
11Por su noción valorativa, la democracia cooperativa está relacionada estrechamente con otros valores propios del cooperativismo, como responsabilidad (cumplimiento de deberes y obligaciones), la igualdad (de derechos y obligaciones), la confianza (fe en el esfuerzo conjunto), la disciplina (se acatan las decisiones del colectivo).
2. EL ESTADO COLOMBIANO, LAS ORGANIZACIONES COOPERATIVAS DE CARÁCTER FINANCIERO Y LA INTERMEDIACIÓN FINANCIERA
Con base en la Constitución Política de 1991 de Colombia, en este capítulo se hacen algunas reflexiones que permiten una aproximación al papel del Estado en el desarrollo de las organizaciones solidarias. Igualmente, acorde con la legislación vigente se ubican las organizaciones cooperativas de carácter financiero, así como se indica el modelo de supervisión aplicado en Colombia, el cual está ligado al modelo del cooperativismo financiero que ha imperado.
2.1APROXIMACIONES DEL PAPEL DEL ESTADO COLOMBIANO EN EL DESARROLLO DE LAS ORGANIZACIONES SOLIDARIAS
Para hacer una aproximación al papel que debe desempeñar el Estado colombiano en el desarrollo de las organizaciones solidarias, se toman las reflexiones hechas en un trabajo anterior. (Rodríguez Espinosa & Medina Nieto, 2004). Desde la Constitución Política de Colombia se resaltan cuatro aspectos que orientan el papel del Estado colombiano en el desarrollo de las organizaciones solidarias, a saber:
1)La República fundada en la solidaridad.
2)La promoción y protección de las formas asociativas de propiedad.
3)La ciudadanía solidaria.
4)El fortalecimiento de las organizaciones solidarias por parte del Estado.
2.1.1REPÚBLICA FUNDADA EN LA SOLIDARIDAD
El Artículo 1º de la Constitución Política establece que:
Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democrática, participativa y pluralista, fundada en el respeto a la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general.
En este artículo sobresale la definición del Estado colombiano como Estado Social de Derecho. En él se asume una posición activa en la búsqueda de la eliminación de las desigualdades, frente a una posición policiva de preservación del orden público, de administrar justicia, de garantizar los derechos de los ciudadanos, del Estado de derecho de la anterior Constitución. De alguna forma, el Estado de derecho preserva el statu quo, sin promover transformaciones necesarias cuando hay profundas desigualdades como las que existen en nuestro país (Sarmiento Reyes & Guarín Torres, 2003: 94).
Otro elemento importante del artículo de la Constitución es que la República está organizada con base en el respeto a la dignidad humana, el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran. Permitir la solidaridad como fundamento de la República hace que las organizaciones solidarias encuentren un terreno propicio para su desarrollo, ya que se constituyen en expresiones concretas de solidaridad que buscan eliminar las diferencias entre los colombianos.
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