para besar tu cuerpo
en breves coletazos
de luz Incandescente.
Quiero que vivas
como en fluídoshock
por mis descargas
deliciosas, dulcísimas
de babas y de brillos.
* * *
Los nervios se me han vuelto
largos hilos de raso:
no hay forma de anudarlos.
Sobre mis brazos lacios
resbalan sol y envidias.
Pueden acuatizar en mí
todos los pájaros
porque no voy a odiarlos
en semana de tregua.
Si me necesitaras,
no podría correr hasta tus ojos,
me movería muy lento
porque no hay gravedad
en nuestro espacio.
Pero llegaría a tiempo.
Te dejaría caer desde tu borde
mientras fluyo despacio
disuelta en telarañas
de palabras cruzadas
con que quiero salvarte.
Si me necesitaras,
aun sin el reflejo
de saber de memoria
las distancias diarias
entre nuestros latidos.
yo sé que llegarla
a tiempo, justo a tiempo,
de solero marrón y de recuerdos.
Lo sé con la certeza
de los sueños despiertos.
* * *
Oigo el disco.
Añoro la frescura,
la irresponsabilidad,
el tímido flirteo,
la chispa agazapada,
las vidas separadas,
completas, en ascenso.
Oigo el miedo.
Las excusas que me doy
para no verte.
Los horarios complicados
en que caigo.
Los ritos. La pereza.
Las vidas separadas,
mezclándose, en descenso.
No temo a lo que vos
no podés darme.
Es al revés.
Soy yo.
Que estoy más sola,
que estoy acompañada
por fantasmas,
que estoy atrincherada
en cuánta sombra,
pendiente del presente,
el pasado, el futuro.
Vos
sos ése que sos.
Estás más claro.
Tu figurita nueva
la tengo repetida
varias veces.
La sé manipular,
cuidar de zócalos
y de envidias grasientas.
La mía es la difícil.
Porque yo sólo tengo
recuerdos de miradas
y de estremecimientos,
esclerosadas ganas
de audacias y de impulsos.
Y un pánico cerval
a no ser nada,
a no hacerte feliz
ni desgraciado,
ni amigo ni enemigo,
ni lágrima de azúcar
ni sal de salvavidas.
Y perderte, perderte.
Tengo terror de mí,
de invocar lo que he sido,
toda entrega, toda calma,
toda fuerza,
y que no me respondan
los brazos, los latidos.
Qué seria de nosotros
de este “modo en que somos"
practicando
amor de pulmotor
pidiéndonos a gritos
de ojos para adentro.
* * *
Estas manos
masculinas,
gastadas,
expuestas,
destempladas,
estas manos que siento
nacidas para el arte.
que esculpen amorosas mis fervores,
que enhebran las palabras,
que traducen mi sangre,
confirman
más que nada
mi gran contrasentido
cuando
en el viaje
de ir a acariciarte
me recuerdan
burlonas
que huelen
a cebolla.
* * *
NAUFRAGANTES
A Bram Stoker
Ahora
hubo mar y arena
mezclándose revueltos
con nuestras emociones,
nuestros descubrimientos.
De qué me sirve a mí
llegar tan lejos.
Sal es la de mis ojos
pero
mi sol se nubla
y no te ampolla
y es por eso que apenas
te das cuenta del tiempo
que lleva ya el verano.
Verano que era nuestro.
Mentira calendarla.
Mentira de mentiras.
Por qué, si yo no pido
más que todo el amor,
pero clarísimo,
hasta donde se vea
límpido el horizonte
pero no más allá,
yo
no te pido
que me surques volando
el universo.
Yo pido solamente
que me ames.
Amarme significa
abrirte el pecho
no con uñas en punta,
no de abajo hacia arriba,
no forzando mi cuerpo,
no empujando mi nuca
para beber tu sangre.
No.
Sí.
Sí, sí, también lo haría
si de probarte amor
es que se trata.
Abrir tus brazos, digo,
no conde sino rey,
abrirte despojado
de todos los principios,
de todos los temores,
de todas las piedades,
a plena luz del día
abrirte en dos
desnudo
para sólo cerrarte
cuando abraces mi espalda
diciendo la verdad.
Yo acepto tus miserias.
Yo te amo.
Te amo a vos,
no a cualquiera
que sueño con tu cara.
Te amo a vos
tal cual seas.
Después, cuando vos puedas,
sí querré ser tu tierra
criolla o transilvánica
marciana o neoyorquina
para que seas raíz
inhachable, Impodable,
ancla tenaz
fijada por corales,
por óxido, por siglos,
arpón que ya no logres
retirar sin matarme.
Ahora
en este momento
hay adoquín y lluvia
y eso es tal vez más cierto
que ningún honey-sun
que nos forcemos.
Ahora
entre nosotros
hay nuevos minerales,
o sea
más confusa aleación
en nuestra pena,
pero la misma sed
y
de órbitas y horarios
el mismo desencuentro.
* * *
HOJA DE RUTA
“Este camino / ya nadie lo recorre /
salvo el crepúsculo.” Basho
Un paisaje
de colinas suaves
con perfume de lluvia
en su senda apretada
reclama
tu conquista de hombre nuevo.
Te lleva de la pierna
marcada para siempre
con mis dedos.
Te Impone.
Te conduce
por aquellos kilómetros
que aún retienen mi rastro
después de tantos vientos.
Te invita.
Te provoca.
Te seduce.
Te conmina
a ensuciar tu mirada
y tu voz con engaños.
Te separa de mi,
de mi jardín de rosas
de las que con los dientes
te evité las espinas.
Un paisaje por otro.
Después que riegue el nuestro,
envolveré en mis hijos
mis manos no lozanas
de trabajar raíces.
Me pondré en movimiento.
Me alejo yo también.
Soy horizonte
que no dejás atrás.
No soy regreso.
Me vestiré de arena
para tu desconcierto.
* * *
CASUALADA
“¿Vivfremos felices por siempre más?
¿Qué ocurrirá con mí amor por los
cataclismos?" Erica Jong
Ahora,
vuelta a salir de la crisálida,
llena de polen nuevo,
te cruzo por la calle.
Vos
lejano
y todo luz
como recién blanqueado
al borde de algún río
del país de Pessoa.
Mucho antes que mi voz
grita mi corazón
del asombro glorioso
de que me gustes tanto.
de que no me acostumbro a tu figura,
de alegrarte los ojos
y de darnos tres besos
—breves y ciudadanos
pero tres y en la boca—
fuera de los horarios.
Sos
un golpe de cielo
que quiebra las baldosas.
Sos el hombre
que quiero conocer
en días de mis pasos
y todo sea de nuevo
y para siempre
y me enciendas
hogueras en el pelo
con tus dedos de Incienso.
Ahora,
que no vuelo más alto
sólo porque no quiero.
Para
poder
cruzarte
por la calle.
* * *
¿Te diste cuenta
de que ya es otoño?
Nos va cubriendo un manto,
una pátina ocre,
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