La Vida en la Casa
del Padre
Un Manual para Membresía
en la Iglesia Local
Dr. Wayne A. Mack
David Swavely
Con Guía de Estudio
Publicaciones Faro de Gracia P.O. Box 1043Graham, NC 27253
Publicado por:
Publicaciones Faro de GraciaP.O. Box 1043 Graham, NC 27253 www.farodegracia.org
ISBN 978-1-629462-36-3
Agradecemos el permiso y la ayuda brindada por el Dr. Wayne Mack y P & R Publishing, (P.O. Box 817, Phillipsburg, New Jersey, 08865) para traducir e imprimir este libro, Life in the Father’s House , al español.
© 1994 Todos los Derechos Reservados, Wayne A. Mack Traducido por David Rivera
Ninguna parte de esta publicación se podrá reproducida, procesada en algún sistema que la pueda reproducir, o transmitida en alguna forma o por algún medio – electrónico, mecánico, fotocopia, cinta magnetofónica u otro – excepto para breves citas en reseñas, sin el permiso previo de los editores.
© Las citas bíblicas son tomadas de la Versión Reina-Valera © 1960 Sociedades Bíblicas en América Latina. © renovada 1988, Sociedades Bíblicas Unidas. Utilizado con permiso.
Este libro está dedicado a mi hijo, Josué Mack, que ha sido mi amigo durante muchos años y mi co-pastor en la Fellowship Church de Lehigh Valley desde 2000 a 2005.
Wayne Mack
Este libro está dedicado a la Faith Church en Sonoma, California, que fue mi familia espiritual, mi rebaño amado, y mis mejores amigos durante seis años maravillosos.
Dave Swavely
Contenido
Prefacio Prefacio En estos días cuando muchos que profesan ser cristianos piensan solamente en su relación personal con Jesucristo y, en consecuencia, vagan libremente sin ninguna consideración de su relación con la iglesia, es de suma importancia tratar el asunto del cristianismo corporativo. Dios ha ordenado que estemos unidos no sólo a Él, sino también a Su iglesia. Las metáforas del Nuevo Testamento que describen la iglesia son muy instructivas al manifestar la importancia de este énfasis. Dios ha llamado y ha puesto a todos los redimidos dentro de Su iglesia, la cual Él ha definido como: • Un sacerdocio santo y real que ofrece a Dios sacrificios espirituales • Una raza escogida que pertenece a Dios • Una nación separada cuyo rey es el Dios eterno • Un templo habitado por el Espíritu de Dios • Un conjunto de ramas conectadas a Jesucristo como la vid • Un rebaño guiado por el Buen Pastor • Una casa o familia que comparte la vida común del Padre eterno • Un cuerpo del cual el Señor Jesús es la cabeza. Todas estas metáforas muestran las características comunes de unidad, vida compartida y comunión. Los creyentes componen un sacerdocio, una nación, una raza, un templo, una planta, un rebaño, una familia, y un cuerpo. Todos nosotros hemos sido hechos uno espiritualmente, estamos hechos el uno para el otro en comunión, para vivir esa unidad en iglesias locales. Se nos ordena “no dejar de congregarnos”, de tal manera que podamos “estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24-25). Ha habido una gran cantidad de enseñanza sobre lo que los creyentes deben ser en sus propias vidas con el Señor, y hay abundante material sobre el llamamiento y los deberes de los líderes de la iglesia. Lo que se ha echado de menos es la instrucción necesaria para los creyentes acerca de cómo deben conducirse en la iglesia a la cual pertenecen eternamente y donde expresan localmente su fe. Este libro tan práctico expone el modelo crucial para la conducta en la asamblea de creyentes que lleva al cumplimiento del deseo de nuestro Señor en la iglesia que Cristo “compró con su propia sangre” (Hechos 20:28). John F. MacArthur, Jr. Grace Community Church Sun Valley, California
Introducción
1 Comprendiendo la Importancia de la Iglesia Local
2 Comprometiéndonos con la Membresía de la Iglesia
3 Escogiendo una Buena Iglesia
4 Relacionándonos con los Líderes de la Iglesia
5 Cumpliendo Nuestras Funciones como Hombres y Mujeres
6 Participando en los Cultos de Adoración
7 Usando Nuestros Dones Espirituales
8 Corrigiéndonos los Unos a los Otros en Amor
9 Preservando la Unidad en el Cuerpo
10 Orando los Unos por los Otros
Conclusión
Guía de Estudio
Otros Títulos de Publicaciones Faro de Gracia por el Dr. Wayne Mack
Otros Títulos por el Dr. Jay Adams
En estos días cuando muchos que profesan ser cristianos piensan solamente en su relación personal con Jesucristo y, en consecuencia, vagan libremente sin ninguna consideración de su relación con la iglesia, es de suma importancia tratar el asunto del cristianismo corporativo.
Dios ha ordenado que estemos unidos no sólo a Él, sino también a Su iglesia. Las metáforas del Nuevo Testamento que describen la iglesia son muy instructivas al manifestar la importancia de este énfasis. Dios ha llamado y ha puesto a todos los redimidos dentro de Su iglesia, la cual Él ha definido como:
• Un sacerdocio santo y real que ofrece a Dios sacrificios espirituales
• Una raza escogida que pertenece a Dios
• Una nación separada cuyo rey es el Dios eterno
• Un templo habitado por el Espíritu de Dios
• Un conjunto de ramas conectadas a Jesucristo como la vid
• Un rebaño guiado por el Buen Pastor
• Una casa o familia que comparte la vida común del Padre eterno
• Un cuerpo del cual el Señor Jesús es la cabeza.
Todas estas metáforas muestran las características comunes de unidad, vida compartida y comunión.
Los creyentes componen un sacerdocio, una nación, una raza, un templo, una planta, un rebaño, una familia, y un cuerpo. Todos nosotros hemos sido hechos uno espiritualmente, estamos hechos el uno para el otro en comunión, para vivir esa unidad en iglesias locales.
Se nos ordena “no dejar de congregarnos”, de tal manera que podamos “estimularnos al amor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24-25).
Ha habido una gran cantidad de enseñanza sobre lo que los creyentes deben ser en sus propias vidas con el Señor, y hay abundante material sobre el llamamiento y los deberes de los líderes de la iglesia. Lo que se ha echado de menos es la instrucción necesaria para los creyentes acerca de cómo deben conducirse en la iglesia a la cual pertenecen eternamente y donde expresan localmente su fe.
Este libro tan práctico expone el modelo crucial para la conducta en la asamblea de creyentes que lleva al cumplimiento del deseo de nuestro Señor en la iglesia que Cristo “compró con su propia sangre” (Hechos 20:28).
John F. MacArthur, Jr.
Grace Community Church
Sun Valley, California
El Diccionario de la Lengua Española de la Real Academia Española define la palabra “iglesia” como:
1. Congregación de los fieles cristianos en virtud del bautismo. 2. Conjunto del clero y pueblo de un país donde el cristianismo tiene adeptos. Iglesia latina, griega. 3. Estado eclesiástico, que comprende a todos los ordenados. 4. Gobierno eclesiástico general del Sumo Pontífice, concilios y prelados. 5. Cabildo de las catedrales o colegiatas. 6. Diócesis, territorio y lugares de la jurisdicción de los prelados. 7. Conjunto de sus súbditos. 8. Cada una de las comunidades cristianas que se definen como iglesia. Iglesia luterana, anglicana, presbiteriana. 9. Templo cristiano.
Estas definiciones de la palabra iglesia revelan la confusión que existe en nuestros días con respecto a esa institución. Nosotros reflejamos estas definiciones cuando decimos cosas como: “ya es hora de que pintemos la iglesia”, “hoy disfruté mucho de la iglesia”, “mi iglesia es la iglesia luterana”, o “yo creo en la separación de iglesia y estado”. Pero ninguno de esos significados se puede encontrar en la Biblia. Por el contrario, la palabra griega traducida de esa manera (ekklesia) es usada más de cien veces en el Nuevo Testamento, y siempre se refiere a “un grupo de adoradores”, que es [en parte] la primera definición del Diccionario de la Lengua Española.
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