Vicente Merlo - La llamada (de la) Nueva Era

Здесь есть возможность читать онлайн «Vicente Merlo - La llamada (de la) Nueva Era» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La llamada (de la) Nueva Era: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La llamada (de la) Nueva Era»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Al fin, un análisis serio e inteligente del fenómeno de la Nueva Era. Probablemente, la obra más completa y ambiciosa sobre el tema producida por un autor en lengua castellana. Un estudio destinado a convertirse en el libro de referencia obligatorio sobre el universo de la Nueva Era.Con exquisita soltura, Vicente Merlo nos adentra primero en su propia trayectoria espiritual por los distintos senderos de la Nueva Era. De esta forma amena y sincera nos introduce en una exposición muy rigurosa, abundantemente ilustrada, del grueso de los autores, movimientos y doctrinas que conforman la llamada new age.La obra se articula en torno a lo que el autor denomina las tres dimensiones constitutivas de la Nueva Era: la dimensión oriental, la dimensión psico-terapéutica y la dimensión esotérica. Si en sus obras anteriores, Vicente Merlo se había centrado en las tradiciones orientales, especialmente las índicas, aquí el núcleo del trabajo (y de la Nueva Era) resulta ser el amplio campo del esoterismo. Rastreando sus raíces en el esoterismo occidental tradicional, el grueso de la obra lo constituye la exposición de un buen número de presentaciones contemporáneas, desde la teosofía de Blavatsky, la antroposofía de Steiner o la obra de Bailey, hasta las más recientes canalizaciones influyentes en este ámbito, como las atribuidas a Seth, Ramtha o Kryon.Cabe destacar el extraordinario capítulo final, en el cual se pasa revista a las distintas críticas formuladas contra la Nueva Era, mereciendo una mención especial la réplica meticulosa y polémica, a las críticas vertidas desde el catolicismo oficial.

La llamada (de la) Nueva Era — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La llamada (de la) Nueva Era», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Si al pensar en el trabajo de Blay no resulta fácil hallar referentes comparables por su integralidad (durante un tiempo señalé sus similitudes con el Yoga integral de Sri Aurobindo, pero el sentido de la integralidad creo que es distinto, o al menos el modo de trabajarla, por la ausencia de enfrentamiento directo y estructurado con el inconsciente personal por parte de Sri Aurobindo), aunque el recientemente descubierto “enfoque diamante” de A.H. Almaas me ha sorprendido por sus similitudes, al pensar en Klein es fácil que venga a la mente Ramana Maharshi, o Nisargadatta Maharaj, o incluso Krishnamurti. El caso es que con Klein el término “no-dualidad” (advaita) cobró un nuevo sentido para mí, un sentido experiencial, vivencial. Klein utilizaba muy pocas referencias teóricas: Vedânta Advaita, como trasfondo, es cierto, a pesar de que, su filiación más directa parece ser el no-dualismo del shivaísmo de Cachemira, en la línea de Abhinavagupta, aunque Klein no hiciera referencia alguna al tantra .

La presencia silenciosa de Klein es difícil de explicar, pues en su caso, digamos al estilo budista o advaita radical, la palabra es una herramienta para conducir al silencio que trasciende toda palabra. Claro que en Blay era utilizada también así, pero todavía había un discurso racional, en el que el pensamiento y las explicaciones tenían un sentido, lo cual, si por una parte permitía una mayor claridad y riqueza de ideas, por otra parte facilitaba el que uno pudiera permanecer a ese nivel de ideas, por más que tratase de aplicarlas o incluso trascenderlas. En Klein, el aferrarse a las ideas era muy difícil, no sólo porque el contenido de su pensamiento fuera menos rico y menos explicativo, sino ante todo por la forma misma de transmisión de la Enseñanza. Cuando llegaba a la sala, se sentaba en silencio y permanecía un buen rato así. En ocasiones dirigía una relajación meditativa antes de comenzar les entretiens , conversaciones en las que ya formalmente la mayor parte del tiempo la ocupaba el Silencio. Cuando se le hacía una pregunta, Klein permanecía en silencio durante un buen tiempo. Y toda la sala se cargaba de un silencio luminoso. Como si su irradiación silenciosa fuese incomparablemente más importante que lo que pudiera decir. En realidad, no se trata de “como si,” sino que realmente el Silencio se revelaba más importante que la respuesta. No sólo porque toda respuesta terminaba más o menos explícitamente invitando al Silencio en el que toda pregunta tiene que disolverse, sino porque el silencio que envolvía a la respuesta, antes de ella, después y sobre todo durante ésta, impregnaba las pocas palabras que iban siendo como cuidadosamente desgranadas por el Maestro. Para quien no ha tenido la experiencia, o mejor dicho, experiencias similares, la referencia al Silencio resulta hueca y vacía, sin sentido. Cada uno no puede sino interpretar la palabra que remite al Silencio desde su propia experiencia, su propio sistema de experiencias y de creencias. En sí misma, la palabra “silencio” o el remitir al Silencio no dice nada. Silencio, aquí, no significa la mera ausencia de algo, sino la Presencia sublime de algo numinoso, sagrado, experimentado como máximamente valioso. Algo ante lo cual la palabra, cualquier palabra, y el pensamiento, cualquier pensamiento, se tornan prácticamente insignificantes.

Escuchando a Klein, no lo que dice, sino el Silencio que impregna lo que dice y que brilla por igual cuando nada dice, surge una nueva comprensión, una nueva lucidez, un nuevo estado de ser. No hay nada que tenga que ser conocido. Ningún objeto reclama nuestra atención, ningún contenido de nuestra conciencia nos importa. Más bien permitimos que se vacíe de todo contenido, como el cuerpo se libera de toda tensión inne cesaria, como el corazón desata todo nudo y todo apego. Ningún objeto exterior nos importa ahora (todos nos importan cuando hayan perdido ya su influjo fascinatorio sobre nuestra conciencia y seamos capaces de una mirada inocente, no aprehensiva, posesiva, interesada), ningún contenido en tanto objeto de la conciencia posee valor y produce apego porque hemos comprendido que se trata más bien de “Ser” el “Sujeto” de todo conocimiento, el Sujeto que no puede, de ningún modo, ser objetivado. El Ser-Sujeto que es libre de todo fenómeno capaz de aparecer ante nuestra conciencia. El Sujeto que es Espacio luminoso, Vacuidad plena, Lucidez silenciosa. Vivir desde allí es el único objetivo prioritario. Klein, instalado allí, sabía conducirnos a ese no-espacio, a ese no-tiempo en el que uno quedaba liberadoramente apresado en una embriaguez impregnada de paz y de ânanda , del gozo de ser, de la joie sans objet , de la dicha incondicionada, de la alegría espiritual sin objeto, sin razón, sin motivo, con la fragancia de la rosa que no tiene por qué, que florece porque florece.

Eckhart y Heidegger son dos de las escasísimas referencias que recuerdo haber escuchado de labios de Klein. Una más: también R. Guénon.

La presencia de un ser así, que no podía sino exponer su ausencia de “ego,” arroja una gran luz sobre los textos sagrados que se refieren a cómo habla un yogui establecido en brahman , cómo se mueve un iluminado, qué significa la trascendencia del ego, qué supone una mente en calma, en silencio, serena. Todavía recuerdo el primer encuentro con Klein, en Segovia, cuando ante la pregunta «Klein, quién eres, en realidad,» respondió: «personne» . Nadie. El yo individual se había mostrado ya hace tiempo como una ilusión. Había dejado de ser necesario para el funcionamiento de ese ser que vivía –acaso nos atrevamos a pensar que permanentemente– en la Luz.

Recuerdo también, en una de las pocas referencias personales que pueden leerse en sus obras (siempre transcripción de sus conversaciones en los Cursos), la descripción que él mismo realiza del momento en que se produjo la Liberación definitiva, la Iluminación radical, la trascendencia del ego, la Inmersión en la Luz. Había seguido durante años las indicaciones de su maestro indio, probablemente de la tradición del shivaísmo de Cachemira, cuando un día paseando por Bombay sucedió. El pájaro de fuego voló como el águila, sin dejar rastro.

Desde ese punto adimensional, desde este espacio inespacial por el que nos sentimos solicitados de vez en cuando, como tú nos mostraste, gracias, Klein, por la pureza en la transmisión de la Enseñanza primordial.

***

Con el trabajo integral de Blay y la experiencia advaita tan profunda de Klein nos sentíamos afortunados por tener cerca dos instructores de tal talla, por haber recibido enseñanzas tan luminosas y esenciales. Diríase que no hacía falta nada más. Tan sólo llevar a la práctica dichas enseñanzas. En ambos casos, no obstante, lo esencial parecía ser la lucidez, adoptar la actitud del testigo, despertar la conciencia más allá de los mecanismos psicológicos. La vida cotidiana era el campo de entrenamiento, el campo de juego y el campo de batalla. En ocasiones, uno salía de los cursos, sobre todo del de Klein, creyendo que se hallaba cerca de la Realización definitiva. Recuerdo una vez, caminando por las calles del lugar donde se había celebrado el curso con Klein, que sentía tal ligereza, tal felicidad, tal plenitud que uno estaba presto a aceptar la ilusión de que dicha experiencia cumbre se iba a mantener y permanecer para siempre. Ilusiones de principiante que la dureza de algunos aspectos de la vida se encarga pronto de desvelar. No obstante, en tanto que experiencias puntuales, no cabe duda de la significatividad y el alcance de éstas.

Mientras tanto, otra vertiente de mis inquietudes seguía igualmente activa: lo que he denominado antes “la dimensión esotérica de la espiritualidad”. Articularé este aspecto en torno a la tercera persona viviente que más me ha influido: Vicente Beltrán Anglada.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La llamada (de la) Nueva Era»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La llamada (de la) Nueva Era» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La llamada (de la) Nueva Era»

Обсуждение, отзывы о книге «La llamada (de la) Nueva Era» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x