He aquí, damas y caballeros, un ejemplo más.
Love Letter
I hold this letter in my hand
A plea, a petition, a kind of prayer
I hope it does as I have planned
Losing her again is more than I can bear
I kiss the cold, white envelope
I press my lips against her name
Two hundred words. We live in hope
The sky hangs heavy with rain
Love Letter Love Letter
Go get her Go get her
Love Letter Love Letter
Go tell her Go tell her
A wicked wind whips up the hill
A handful of hopeful words
I love her and I always will
The sky is ready to burst
Said something I did not mean to say
Said something I did not mean to say
Said something I did not mean to say
It all came out the wrong way
Love Letter Love Letter
Go get her Go get her
Love Letter Love Letter
Go tell her Go tell her
Rain your kisses down upon me
Rain your kisses down in storms
And for all who’ll come before me
In your slowly fading forms
I’m going out of my mind
Will leave me standing in
The rain with a letter and a prayer
Whispered on the wind
Come back to me
Come back to me
O baby please come back to me
Carta de amor
Sostengo esta carta en la mano
Una súplica, una petición, como un rezo
Ojalá cumpla con mis deseos
No podría soportar perderla una vez más
Beso el sobre frío y blanco
Presiono los labios sobre su nombre
Doscientas palabras. Vivimos de esperanza
Se cierne el cielo, cargado de lluvia
Carta de amor, Carta de Amor
Ve a por ella, ve a por ella
Carta de Amor Carta de Amor
Ve y cuéntale, ve y cuéntale
Un viento avieso azota la loma
Un puñado de palabras esperanzadas
La quiero y siempre la querré
El cielo está por estallar
Dije algo sin querer
Dije algo sin querer
Dije algo sin querer
Y salió todo del revés
Carta de Amor, Carta de Amor
Ve a por ella, ve a por ella
Carta de Amor, Carta de Amor
Ve y cuéntale, ve y cuéntale
Lluéveme besos encima
Lluéveme besos a cántaros
Y por todas las que vendrán ante mí
En tus formas evanescentes
Se me está yendo la cabeza
Me quedaré de pie, parado
En la lluvia con la carta y el rezo
Susurrado en el viento
Vuelve conmigo
Vuelve conmigo
Oh, nena, vuelve por favor
Las razones por las que me siento obligado a escribir Canciones de Amor pueden contarse por legiones. Algunas de estas devinieron más evidentes cuando me senté con un buen amigo a quien, a fin de preservar su anonimato, llamaré “G”. “G” y yo nos confesamos mutuamente, el uno al otro, que ambos padecemos del trastorno psicológico conocido como erotografomanía. La erotografomanía se diagnostica cuando el sujeto en cuestión padece un deseo obsesivo por escribir cartas de amor. “G” me confesó que había escrito y enviado, en los últimos cinco años, más de 7.000 Cartas de Amor a su esposa. Mi amigo parecía exhausto y su vergüenza era casi palpable. Platicamos largo y tendido sobre el poder de la Carta de Amor y descubrí su gran semejanza, debo decir que sin que apenas me sorprendiera, con la Canción de Amor. Diríase que ambas sirven a un fin común: dar rienda suelta a las meditaciones sobre la persona amada. Ambas sirven para acortar la distancia entre el escritor y el destinatario. Ambas preservan una perdurabilidad y, por consiguiente, una fuente de poder que la palabra hablada no alcanza a poseer. Ambas son ejercicios eróticos en sí mismos. Ambas tienen el potencial de reinventar, a través de las palabras, como Pigmalión con su amante de piedra, al ser amado. Pero añadiría más, tienen ambas el insidioso poder de aprisionar a la persona amada, de atar sus manos con versos amorosos, de amordazarlas, cegarlas, pues las palabras devienen el parámetro definitorio para preservar la imagen del ser querido, presa de un régimen de esclavitud que impone el arrebato poético. «He tomado posesión de usted», la Carta de Amor y la Canción de Amor, susurran a un tiempo, «para siempre». Almas robadas que abandonamos a la deriva, como astronautas perdidos flotando por eternidad a través de las estratosferas de lo divino. Nunca confío en una mujer que escribe cartas, porque sé que no se puede confiar en mí. Las palabras perduran, la carne no. El poeta siempre jugará con ventaja. Yo soy un cazador de almas para Dios. Aquí vengo con mi red de mariposas tejida con palabras. Aquí doy caza a la crisálida. Aquí insuflo la vida en cuerpos y los arrojo revoloteando a las estrellas y al cuidado del Altísimo. Me gustaría, para concluir, mostrarles una canción que escribí para el álbum The Boatman’s Call . Lleva por título “Far From Me”, y quisiera compartirles algunas cosas al respecto.
Far From Me
For you, dear, I was born
For you I was raised up
For you I’ve lived and for you I will die
For you I am dying now
You were my mad little lover
In a world where everybody fucks everybody
else over
You who are so
Far from me
So far from me
Way across some cold neurotic sea
Far from me
I would talk to you of all manner of things
With a smile you would reply
Then the sun would leave your pretty face
And you’d retreat from the front of your eyes
I keep hearing that you’re doing your best
I hope your heart beats happy in your infant
breast
You are so far from me
Far from me
Far from me
There is no knowledge but I know it
There’s nothing to learn from that vacant voice
That sails to me across the line
From the ridiculous to the sublime
It’s good to hear you’re doing so well
But really, can’t you find somebody else that
you can ring and tell?
Did you ever care for me?
Were you ever there for me?
So far from me
You told me you’d stick by me
Through the thick and through the thin
Those were your very words
My fair-weather friend
You were my brave-hearted lover
At the first taste of trouble went running back
to mother
So far from me
Far from me
Suspended in your bleak and fishless sea
Far from me
Far from me
Lejos de mí
Por ti, querida, yo nací
Por ti, me sobrepuse
Por ti viví y voy a morir por ti
Por ti ya estoy muriendo
Eras mi amante loquita
En un mundo donde todos joden al prójimo
Tú que estás
Tan lejos de mí
Tan lejos de mí
En la otra orilla de algún mar frío y neurótico
Lejos de mí
Contigo hablaba de todas las cosas
Respondías con una sonrisa
Luego el sol se retiraba de tu cara bonita
Y te escondías tras tu mirada
Oigo decir que las cosas van bien
Espero que palpite feliz tu pecho infantil
Estás tan lejos de mí
Lejos de mí
Lejos de mí
Sin saberlo yo ya sé
Nada se aprende de esa voz vacía
Que navega hasta mí por la línea
Que va de lo ridículo a lo sublime
Es bueno saber que todo va bien
Pero, ¿no tienes a nadie más a quien llamar y contarle?
Читать дальше