La naturaleza es sabia y, como trato de explicarlo, penes cortos y delgados o largos y gruesos terminan rozando esta parte sensible sobre la vagina y producen la excitación sexual y el orgasmo femenino. Es decir, que no es importante lo lejos o profundo que llegue el miembro sexual masculino sino el roce que hace sobre la parte anterior de la vagina, donde asoma el clítoris.
Es muy común escuchar a una mujer en la consulta médica refiriéndose a la molestia, dolor, inflamación e irritación que le causan en su vagina las relaciones con alguien que tiene medidas fuera de lo común en su pene, tanto en el largo como en el diámetro. Algunos hombres hasta deben ponerse anillos de goma que presionan la base del aparato genital masculino para regular la penetración, de tal manera que esos anillos choquen contra los costados de la vagina y no permitan la completa penetración, y esto resulta doloroso e insatisfactorio para la mujer.
¿La marihuana es un afrodisíaco?
A semejanza de lo que ocurre con el alcohol, muchas otras sustancias disuelven las inhibiciones que provocan directa o indirectamente las disfunciones sexuales. Entre otras, la cocaína, el LSD, el opio y la morfina. Talt: vez la más conocida de todas, sea la marihuana. Su efecto de estimulación suele ser indirecto, en particular, al principio de su consumo. La droga distorsiona la percepción del tiempo y puede producir la ilusión de que el orgasmo se está prolongando. Además, el consumidor de marihuana se vuelve muy sugestionable. Por lo tanto, si le atribuye a la droga efectos afrodisíacos, con certeza, los tendrá; en particular durante las primeras veces que la fume.
Sin embargo, al igual que la mayoría de las drogas, como afrodisíaco, es un verdadero fracaso. Y su consumo reiterado produce dificultades de erección y del deseo sexual en ambos sexos.
La esterilización reduce el apetito sexual
Nos estamos refiriendo al procedimiento quirúrgico conocido en la mujer con el nombre de “ligar las trompas”, y en el hombre, “ligar los conductos deferentes” (o vasectomía). Lo que se consigue mediante estos procedimientos es impedir el traslado de los óvulos o el traslado de espermatozoide.
Existen algunos informes científicos que afirman que, tanto hombres como mujeres, experimentan aumento de deseo sexual y cierta desinhibición. Probablemente, sean consecuencias de factores psicológicos, como la reducción de la ansiedad, debido a que ha desaparecido el temor de provocar el embarazo. Estos procedimientos no afectan en absoluto la continuación del deseo sexual ni los mecanismos de erección o eyaculación. Tampoco perjudica a las mujeres en el mecanismo normal de la menstruación ni frecuencia de coito.
La menopausia o histerectomía: ¿fin de la vida sexual femenina?
Las mujeres presentan pocos cambios en el patrón de su respuesta sexual a medida que envejecen, su apetito en esto no disminuye ni siquiera si le extirpan los dos ovarios. La histerectomía (extracción del útero), al igual que la menopausia, tampoco terminan con sus deseos. Muchas experimentan un aumento de sus ganas de tener relaciones carnales porque pierden el temor a quedar embarazadas, lo cual les deja mucha más libre su mente de inhibiciones, para posibilitarles toda la capacidad de goce.
Sobre fisiología y funcionamiento sexual
¿Las poluciones nocturnas son trastornos sexuales o de personalidad?
Generalmente, la excitación y la erección preceden a la eyaculación. Ambas pueden ocurrir sin estimulación física alguna. El ejemplo máximo, lo constituyen las emisiones o poluciones nocturnas. No se ha demostrado que coincida con sueños eróticos, pero, por en la mayoría de los casos les sucede a gente joven, con abstinencia prolongada de los conductos seminales. Por lo tanto, la aparición de poluciones nocturnas indica que existe líquido en exceso en los conductos genitales.
La naturaleza es sabia y privilegia la reproducción. Como en estas edades no existe la frecuencia eyaculatoria que reclama el exceso de volumen de líquido, se produce la masturbación. Si esta es insuficiente, la naturaleza se encarga de nivelar por bajo el volumen y produce las poluciones nocturnas. Por lo tanto, estas no tienen que ver ni con la personalidad ni con un trastorno sexual.
La eyaculación femenina
Si bien las mujeres no pueden tener eyaculaciones nocturnas, con frecuencia sueñan con temas eróticos que pueden culminar en orgasmos. 70 % de personas del género femenino entrevistadas en la mayoría de los estudios publicados por diferentes medios, experimentaron orgasmos nocturnos, que luego, al despertar, recuerdan como sueños. Alcanzan su grado máximo a los 40 años de edad.
Ya en la década del 50 se decía que tanto las mujeres casadas o solteras tenían un promedio de tres o cuatro sueños eróticos por año, que culminaban en orgasmos.
En los últimos años hubo un creciente interés por este tema. Lo cierto es que, en la medida que aumenta la excitación sexual, aparecen gotas como de “sudor” en la mucosa vaginal. El órgano sexual femenino. Como dijimos, carece de glándulas; lo que aparece en forma de líquido es producto de un “trasudado”, es decir, en la medida que aumenta la vasodilatación, las arterias que bordean a la vagina permiten la aparición del líquido similar al sudor, constituido por plasma y células de descamación. Esto es el equivalente a la erección en la mujer, una señal prematura que aparece cuando ella se encuentra excitada y no indica la necesidad de penetración por parte del varón.
Se han publicado diversos trabajos científicos con casos aislados de mujeres que experimentaron fenómenos de tipo eyaculatorio. Algunos de esos autores afirman que la eyaculación femenina se produce cuando se estimula el “punto G”, que se encuentra en el techo del conducto vaginal, y que no es sino, el clítoris en su parte interna.
Abstinencia, ¿sinónimo de buena salud?
Los diccionarios y las enciclopedias definen la abstinencia como un autorrechazo, la negativa a satisfacer determinado apetito.
El intento conciente de desplazar las urgencias sexuales y de dirigir la energía en otras zonas de la vida, lejos de mejorar la salud física del individuo puede, por el contrario, traer problemas psicológicos, como: falta de deseo sexual, incapacidad para concentrarse, irritabilidad e insomnio, eyaculación precoz o rápida, insuficiencia eréctil, prostatitis, congestión ovárica y vaginal, y disminución general del apetito sexual. La función sexual es inherente a las personas, porque viene con ellas. Por ello, su privación, lejos de mejorar la salud, empeora física y psicológicamente.
El rendimiento deportivo y el sexo
La cantidad promedio de eyaculación es de 3 a 4 ml, como una pequeña cucharada de café. En función de las proteínas y grasas contenidas en el semen, la eyaculación promedio representa, quizá, un valor calórico menor de 36 calorías. Por lo tanto, es convincente la evidencia que una eyaculación normal no puede, en forma alguna, “debilitar” a un hombre, como lo han afirmado muchos entrenadores, que sin duda alguna, dicen que esto provoca que los atletas descansen temprano y vayan a la cama solos, horas antes de la competencia, para no perder el debido descanso que sí es necesario antes de las competencias.
Mitos sobre la masturbación
La masturbación frecuente conduce a la idiotez o a la locura —o a toda desgracia y mal imaginario—. Probablemente, la forma más fructífera de responder a la máxima capacidad sexual del individuo es mediante la autoestimulación. La masturbación es una palabra con mucho desprestigio en la sexología, constituye un acto perfectamente normal en muchachos y muchachas, hombres y mujeres, que alcanza su máxima expresión durante la juventud, pero que se mantiene, en general, durante toda la vida.
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