La publicación en 2004 del mencionado curso será un momento decisivo en las lecturas que hasta al momento se hacían de la filosofía del pensador francés. En estas clases Foucault da cuenta de lo que llama una “nueva razón gubernamental” a la que estudia como el marco general de la biopolítica, es decir, la población que el gobierno desde el siglo XVIII tiende a administrar y regular en sus aspectos biológicos. Sin embargo, la interrogación que Foucault hace del liberalismo está lejos de una lectura jurídica o económica, es decir, las aproximaciones tradicionales. Coherente con su proyecto, el filósofo no razona a partir de universales sino desde prácticas o experiencias. Por ello, no piensa el liberalismo como teoría ni ideología sino como “modo de actuar”: como gobierno de sí y de los otros. Partiendo del principio expresado en el axioma “siempre se gobierna demasiado” Foucault iniciará un análisis de la relación de tensión entre la libertad y la seguridad.
En Nacimiento de la biopolítica Foucault realiza una revisión del liberalismo clásico del siglo XVIII y disecciona en detalle las grandes escuelas del neoliberalismo del siglo XX: la Escuela de Friburgo, la Escuela Austríaca de economía y la Escuela de Chicago. Luego de una breve reflexión sobre el neoliberalismo francés en la gestión presidencial de Valéry Giscard d’Estaing – Raymond Barre de 1974-1981, Foucault problematiza nociones clásicas de la tradición liberal como la “mano invisible” de Adam Smith y la sociedad civil en Adam Ferguson.
Es un dato no menor aclarar que el análisis del neoliberalismo se trata de una de las pocas incursiones integrales que Michel Foucault hace a una corriente de pensamiento del siglo XX en toda su obra. Este interés requiere para el filósofo el moverse en dirección hacia el concepto de “gubernamentalidad”. Foucault despliega las razones por parte de los pensadores neoliberales de la fobia hacia el Estado y las diferencias entre el neoliberalismo alemán y el estadounidense. En este aspecto, la clave será la generalización de la forma empresa en los Estados Unidos que allí encontrará un agente principal: el homo oeconomicus , esto es, el individuo que es empresa de sí mismo, que opera sobre su propia vida una gestión de riesgos, costos y beneficios.
Como lo atestiguan los abundantes trabajos editados los recientes diez años, el “Foucault maduro” (1977-1984) pareciera permitir una lectura que da cuenta de la inadecuación de la noción de “resistencia” al poder (que vertebró su etapa anterior de 1970-1976, bajo cierto influjo del nietzscheísmo); por el contrario, el filósofo da un paso más allá para pensar en términos de no interferencia, lo cual permite visualizar la norma desde su necesidad táctica como condición de posibilidad de creación de prácticas de libertad. Por otra parte, la reflexión en torno al liberalismo y neoliberalismo no es algo aislado sino solo un escalón más en el análisis de una serie de regímenes de verdad que Foucault suma junto a otras tradiciones filosóficas (cristianismo, estoicismo, epicureísmo, cinismo). La mentada vuelta al sujeto en el Foucault del ocaso tal vez no haya sido un verdadero regreso sino una toma de conciencia programática de quién pensó la subjetividad (sea desde las estructuras del saber o las mallas del poder) y que al final de su vida señala la posibilidad de la libertad a partir del concepto de gobierno.
Este libro tiene como antecedente central la investigación de François Ewald, asistente de Foucault en el Collège de France en el período 1976-1984. Su obra en cierto modo puede verse como la continuidad de la filosofía foucaultiana en clave liberal, en especial su trabajo más importante, L’État providence (1986), así como dos diálogos fechados el 9 de mayo de 2012 y el 15 de mayo de 2013 que Ewald mantuvo con el economista Gary S. Becker y el filósofo Bernard Harcourt en la Universidad de Chicago; en ellos se debatió en torno a los ánalisis de Foucault sobre las nociones beckerianas de “capital humano” y economía del castigo. En ese marco el propio Becker reconoce numerosos acuerdos con la lectura que Foucault hizo de su obra. El filósofo italiano Antonio Negri, que disiente con la lectura de Ewald, al mismo tiempo no deja de reconocer la viabilidad de la misma:
Una corriente, que se presenta primero con François Ewald y más tarde con Roberto Esposito, analiza el territorio de la biopolítica principalmente desde el punto de vista de la gestión normativa de las poblaciones. Ésta equivale a una administración actuarial de la vida que por regla general exige concebir a los individuos desde un punto de vista estadístico, clasificándolos en grandes conjuntos normativos, que se tornan más coherentes a medida que los microcosmos que los componen son desubjetivados y homogeneizados. Aunque esta interpretación tiene el mérito de la fidelidad filológica (aunque con una perspectiva bastante estrecha sobre el opus foucaultiano), no nos entrega más que una imagen “liberal” de Foucault y de la biopolítica, en la medida en que no postula contra este poder amenazador y omniabarcante sobre la vida ningún poder alternativo o resistencia efectiva. (Negri y Hardt, 2011: 72).
El legado foucaultiano habilita con claridad otro acercamiento que Ewald permite visibilizar, y Revel y Negri reconocen desde la disidencia; incluso, como vemos, el propio Negri lo señala como la interpretación que mayor “fidelidad filológica” tiene. De igual modo, el filósofo argentino Tomás Abraham, alumno de Foucault en la Universidad de Vincennes, señala esta tensión sobre la herencia intelectual del pensador francés durante el Coloquio Michel Foucault realizado en París en junio de 2000 entre la izquierda radical y el liberalismo representadas por Didier Eribon y François Ewald respectivamente (5). Vale decir, esta disputa interpretativa al interior de la obra foucaultiana se tornó muy marcada en los últimos veinte años, sin embargo en Argentina en particular y América Latina en general la aproximación liberal a Foucault aún no ha sido sostenida con claridad.
Este libro transita la lectura liberal de un momento del proyecto foucaultiano a fin de interrogarla, analizar sus límites, ejes, horizontes actuales y contradicciones. En ese sentido, otros investigadores han realizado aportes significativos trabajando el vínculo de Foucault y el liberalismo, los más relevantes a nuestro juicio son: Serge Audier, Michael C. Behrent, Maria Bonnafous-Boucher, Edgardo Castro, Michael Scott Christofferson, Mitchell Dean, Marco Díaz Marsá, Andrew Dilts, Stuart Elden, Colin Gordon, Geoffroy de Lagasnerie, Thomas Lemke, José Luis Moreno Pestaña, Richard Rorty, Daniel Zamora y Adelino Zanini.
En los próximos capítulos examinaremos la cuestión liberal en Foucault desarrollando una argumentación ceñida a lo conceptual e histórico, es decir, al interior del programa intelectual foucaultiano y al exterior de las posiciones políticas del filósofo en su contexto histórico. Una aclaración fundamental: a lo largo del libro emplearemos los términos “neoliberalismo” y “neoliberal” sin ninguna resonancia peyorativa ni negativa sino descriptiva de los atributos de esta noción de acuerdo a los parámetros de Focuault.
2- (Foucault, 1978b: 694).
3- Ver los textos referidos en los artículos de Michel Foucault en la bibliografía. Para las citas hemos trabajado con las traducciones disponibles en castellano, previa revisión del original y eventual corrección. En el caso de los textos de Foucault y de los autores de la bibliografía complementaria de los cuáles no existe ninguna traducción disponible o bien accedimos a una versión que consideramos deficitaria, la hemos realizado nosotros del francés o inglés al castellano.
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