CÓCTELES PARA COMPARTIR EL CÓCTEL MÁS SOCIAL
Con mucha ceremonia, el anfitrión vierte el vino especiado en una jarra y lo diluye a partes iguales con agua fresca. Por orden de edad, va sirviendo la bebida a sus invitados, que la aceptan agradecidos. Luego brindan, beben, y comienza una animada charla que, trago a trago, se alarga hasta altas horas de la noche. Al marcharse a sus casas, los contertulios sienten que son un poco más amigos que antes.
La bebida compartida sabe mejor: esta escena que hemos descrito podría provenir de la antigua Grecia o Roma, pero en esencia se ha repetido millones de veces, entre grupos de amigos de culturas de prácticamente todo el mundo, desde tiempos inmemoriales hasta la actualidad. Y es que si buscamos un poco en sus tradiciones, encontraremos preparados pensados para compartir en todos los países, como la sangría española, el umeshu casero japonés, la queimada gallega, el Pimm's y el ponche de huevo o punch británicos o el té de la India, e incluso en algunos lugares inverosímiles, como la cubierta de los barcos de la marina británica, donde el momento de repartir el grog era el punto álgido del día.
Como veis, me gusta bastante la idea de sentarse alrededor de una mesa a compartir una bebida. En el mundo de la gastronomía, el concepto de los menús para picar está en auge, y pienso que se trata de una experiencia similar. La mayoría de las recetas que os voy a presentar a continuación son variaciones de bebidas muy populares, de las que cada familia tiene su versión, así que no tengáis miedo de innovar: lo importante, como siempre, es que el resultado sea agradable.
THE CLASSIC
SANGRÍA
RECETA (4 PERSONAS)
1 botella de vino tinto
60 ml de triple seco
45 ml de brandy
90 ml de sirope de azúcar
Zumo de 3 naranjas y sus cáscaras
Zumo de 2 limones y sus cáscaras
Soda
Rodajas de limón y naranja
Mezclamos los 6 primeros ingredientes en una jarra y dejamos reposar para que las frutas maceren en el vino (preferiblemente en nevera, si se prefiere su consumo bien fría, aunque también se puede consumir a temperatura ambiente). Servimos en una copa con hielo en la que vertemos 60 ml de soda y completamos con la mezcla anterior. Decoramos con una rodaja de limón y una de naranja.
«Bebida refrescante que se compone de agua o gaseosa y vino, con azúcar y limón y otros aditivos». Así define la «sangría» el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua, aunque la fruta es otro de los ingredientes importantes de la combinación que no aparece citado. Desde el pasado mes de enero de 2014, a partir de la normativa aprobada en el Parlamento Europeo, solo está permitido usar la denominación de «sangría» para el «vino aromatizado» de este tipo elaborado en la península Ibérica, es decir, en España y Portugal. Una directiva que ha generado polémica, dado el origen confuso de la bebida.
Y es que, aunque parece indiscutible que la sangría es el ponche español por excelencia, sus orígenes son poco claros. Por ejemplo, el padre Esteban Torres apuntaba en su Diccionario del Castellano de 1788 que esta es una «bebida inventada por los ingleses que se toma mucho en las colonias inglesas y francesas de América». Esta teoría sitúa el origen de la sangría en las Antillas, cuando eran una colonia británica. Parece que el nombre que la denomina proviene de la palabra inglesa sangaree , que a la vez se basaba en el término español «sangre», por el color del combinado. Otras fuentes apuntan que está documentado el consumo de sangría en Ecuador desde principios del siglo XIX.
Lo que está claro es que la sangría es una de las bebidas con una preparación más heterogénea, que cambia de región a región e incluso de casa en casa. Especialmente importante es la diferencia entre las recetas de bares y restaurantes, que suelen ser preparadas en jarras cuando los clientes las piden, y las caseras, que se acostumbran a preparar con anterioridad en grandes cantidades, dejando tiempo para la maceración de la fruta. En cualquier caso, se trata de una bebida pensada para compartir.
Creado para Perrier en febrero de 2012.
He aquí una variante de un bebida tan nuestra como la sangría. El resultado es muy refrescante, con una presentación llamativa y divertida que no prescinde de productos de primera calidad.
Como veréis en mi receta, apuesto por un vino aromático con un punto seco, acompañado por sabores frutales como el licor de pera y el Triple Sec de Merlet. Asimismo, incluye toques más herbales, como el licor de flor de saúco, que también aporta notas a frutas exóticas como maracuyá y lichi. Para darle un carácter más fresco y primaveral, lo decoro con flores comestibles, en este caso, con pensamientos.
Os invito una vez más a que dejéis volar la imaginación y juguéis con la fruta y los licores de los que dispongáis, priorizando siempre la calidad de todos los ingredientes.
SANGRÍA EXPERIENCE
RECETA (4 PERSONAS)
1 botella de vino blanco, sauvignon blanc o un vino seco
150 ml de licor de flor de saúco
90 ml de Crème de Poire Williams Merlet (licor de pera)
60 ml de Triple Sec Merlet
Agua Perrier
Frutas: 4 maracuyás, 5 fresas, 8 frambuesas, 6 arándanos, 1 racimo de grosellas, 1 pera, 7 lichis y flores comestibles
Ponemos todos los ingredientes menos el agua en una jarra o bol, dejamos que se maceren las frutas con el líquido en la nevera entre 3 y 6 horas.
Con esta maceración conseguimos dos cosas: que el líquido adquiera el sabor de las frutas y también que las frutas adquieran el sabor del líquido, pues vamos a utilizarlas como acompañamiento del cóctel.
Llenamos un vaso alto y ancho con hielo en cubo, y lo completamos hasta de su capacidad con la sangría. Acabamos con el agua para añadirle a la sangría su carácter y frescura tan característica.
Rellenamos con fruta macerada media cáscara del maracuyá que hemos vaciado dentro de la sangría y la presentamos sobre una «copa Caballero» (llamada así porque encargué su diseño especialmente para este tipo de presentaciones), para que nuestros clientes/invitados puedan ir comiendo la fruta mientras disfrutan de la sangría.
Dejamos la jarra y la botella de Perrier en la mesa para que los clientes se sigan sirviendo a su gusto.
Creado para Perrier en febrero de 2012.
Otra propuesta de sangría es esta bebida, mucho más clásica que la atrevida Sangría Experience. Es fundamental primar la calidad de los ingredientes para que el resultado nos remita al cóctel original. El juego consiste en variar la receta con vuestra fruta de temporada favorita.
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