“No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo” (Juan 3:5)
En medio de la oscuridad de la noche un hombre judío fue a buscar a Jesús para hacerle algunas preguntas porque estaba muy inquieto por lo que Él estaba haciendo.
Nicodemo era un miembro muy conocido y muy respetado del Sanedrín. Como fariseo conocía perfectamente la ley y la teología de su pueblo, por eso Jesús lo llamó maestro de Israel.
Nicodemo le dice a Jesús: “Sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él” (Juan 3:2)
Es decir él estaba ponderando las obras milagrosas. Estaba reconociendo que Jesús era diferente y que las obras que hacia no podían ser hechas por alguien a menos que hubiese sido un enviado del cielo.
Pero el Señor le contesta que lo importante no son las señales y los milagros, sino el cambio radical en la vida de una persona. Es decir, algo que solo se puede describir como un nuevo nacimiento.
¿Qué es eso? ¿Qué significa nacer de nuevo? Nicodemo siendo maestro de la ley, conocedor y sabio en las cosas de la Escritura no entendía nada de lo que Jesús le estaba diciendo.
Lo único que se le ocurrió decir a este hombre, lo único que se le vino a la mente fue la idea del nacimiento físico que todos tenemos. Volver a entrar en el vientre, pero esto es imposible.
El nacer de nuevo no es el resultado del esfuerzo humano, sino el resultado de la gracia y el poder de Dios. El que ha nacido de nuevo tiene a Cristo, la fuente inagotable, tiene la vida.
La experiencia del nuevo nacimiento no es una religión, no es una lista de actos morales, no es un movimiento al que te unes, no, nada de eso. Es en realidad una experiencia diaria, una vivencia continua con Cristo el autor de esa vida nueva.
El nuevo nacimiento te hace participante de esa naturaleza divina que antes no tenías.
Si antes eras incapaz de amar a alguien, ahora desbordas de amor por los demás.
Si antes eras incapaz de perdonar, ahora vas donde aquel que te ofendió y extiendes tu perdón.
Si antes solo pensabas en ti, ahora vives para servir, vives para dar, vives para ofrecer tu vida para ayudar al que lo necesita.
A través del nuevo nacimiento, eres participante de la naturaleza divina y estás capacitado/a para hacer lo que antes era imposible para ti.
Por eso la pregunta fundamental para saber si eres un/a convertido/a es: ¿Has nacido de nuevo del agua y del Espíritu? Si aún no lo has hecho, Jesús te llama para que abras tu corazón a Él.
Lo que es nacido de la carne sigue siendo carne, pero lo que es nacido del Espíritu te une, te hace partícipe de la naturaleza divina.
Oración:
Señor, hoy te doy gracias por haber abierto las puertas del cielo para mí. Soy participante de ese reino desde cuando abrí mi corazón para que tú habitaras en Él y ahora sé que nada ni nadie me podrán separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús. Por eso en este día, al agradecerte por mi nuevo nacimiento, te pido que me ayudes a consagrarme enteramente para hacer tu voluntad de aquí en adelante, como un compromiso real hasta que me llames a tu divina presencia. Amén.
Marzo 17
Buscando respuestas
“¿Qué pues diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? (Romanos 8:31)
Hace tiempo atrás tuve una conversación con un familiar y me dijo lo siguiente: la verdad es que estamos viviendo en tiempos de mucha incertidumbre.
¿Qué significa eso exactamente?
La incertidumbre tiene que ver con el desconocimiento de lo que vendrá, de no tener respuestas adecuadas para los desafíos que tenemos a diario.
La vida es en realidad una pregunta constante.
¿Cuáles son tus preguntas hoy en día?
¿Qué hay en tu corazón que aún no ha sido respondido?
Pablo, al igual que cualquiera de nosotros, vivió impulsado por encontrarle significado a lo que hacía, anhelaba saber que estaba en el camino correcto, meditaba en los hechos que lo rodeaban a diario y seguía hacia adelante estimulado por el deseo de hacer la voluntad divina.
Por esa razón en este pasaje del maravilloso capítulo 8 del libro de romanos, el apóstol se desafía a encontrar respuestas que le den firmeza en su caminar y que a su vez nos sirvan a todos los creyentes en cualquier época de la historia o cualquier lugar del mundo para tener la certeza de nuestra posición en Cristo Jesús.
Todo ser humano necesita vivir con una esperanza real. Todos necesitamos experimentar en nuestra vida diaria seguridad y confianza.
La mujer viuda que llora en silencio, el joven que piensa que los demás lo han desechado y no es importante para nadie, el prisionero que purga una larga condena, la mujer que ha sido abandonada, el empleado a quien sacaron de su lugar sin explicaciones, los niños que han perdido a sus padres.
Todos necesitamos tener respuestas para mantener la esperanza, y nosotros los creyentes, sabemos que si hay respuestas porque tenemos a un Dios que dio su vida para que no perdamos esa esperanza, sino que ahora nos levantemos con mayor valentía y proclamemos que Cristo vive y es poderoso para hacer lo que Él quiera porque no hay nada imposible para El.
Dios quiere llenar en este día tu corazón de nuevas esperanzas, confía en El.
Él es la respuesta a todas nuestras inquietudes.
Oración:
Señor, gracias por ser la respuesta que tanto buscaba. Sé que este mundo tiene demasiadas inquietudes y temores por lo que pueda venir, pero yo me refugio en tus brazos de amor, bajo tu amparo y por eso enfrento mis días con la seguridad de saber que tú eres la respuesta a todas mis preguntas. Amén.
Marzo 18
En el nombre de Jesús……que predica Pablo
“pero algunos de los judíos, exorcistas ambulantes, intentaron invocar el nombre del Señor Jesús sobre los que tenían espíritus malos, diciendo: Os conjuro por Jesús, el que predica Pablo.”
(Hechos 19: 13)
En tiempos como los que estamos viviendo aprendemos cada día, no solo acerca de nuestras respuestas emocionales, sino también acerca de nuestras respuestas espirituales.
Sabemos que debemos tener una buena capacidad e inteligencia emocional para responder a los desafíos que las circunstancias nos están planteando ahora.
Pero ¿Qué acerca de nuestra capacidad espiritual?
¿Estamos preparados para hacer uso de los recursos espirituales que Dios ha colocado a nuestro alcance?
Algunos solo quieren tomar atajos en su progreso espiritual y se fían de la espiritualidad ajena, por lo tanto no están capacitados para soportar los grandes retos.
Cuando Pablo visitaba Éfeso, Dios se estaba moviendo con gran poder de tal manera que muchos eran sanados y se hacían milagros extraordinarios en aquel lugar.
Ese poder era evidente en Pablo de tal manera que algunos exorcistas ambulantes intentaron usar una fórmula para lograr su cometido, pero fueron grandemente avergonzados.
Nuestra vida espiritual requiere de algo más que formulas y repeticiones de frases.
Nuestra vida espiritual debe estar marcada por la consagración y búsqueda constante de la santidad.
El respaldo de Dios no viene solo porque quieras usar su nombre, sino porque seas conocido en ese mundo espiritual.
Cuando llegan las tormentas de la vida, no te salvará la santidad o consagración de tus líderes, tus maestros o tus hermanos en la fe.
Es tiempo para que te fortalezcas en El Señor Jesucristo y no tengas que usar simples formulas, sino más bien expresiones que salen del fondo mismo de un corazón que ha sido traído a la luz de la presencia refulgente del Señor.
Oración:
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