Desafíos para
la seguridad y la defensa
en el continente Americano
2020-2030
Desafíos para la seguridad y la defensa en el continente americano 2020-2030
John Griffiths Spielman y Juan Pablo Toro (eds.)
AthenaLab
Av. El Golf 40, Piso 12, Las Condes
https://athenalab.org
contacto@athenalab.org
Inscripción registro de propiedad intelectual: Nº xxxxxx
© AthenaLab
ISBN epub: 978-956-9058-42-4
Diseño y diagramación: María Soledad Sairafi
orjikh.editores@gmail.com
Santiago de Chile, diciembre de 2020
Desafíos para
la seguridad y la defensa
en el continente Americano
2020-2030
John Griffiths Spielman
Juan Pablo Toro
Editores
Índice
Prefacio
James Stavridis
Introducción: Desafíos para la seguridad y defensa en la década 2020-2030
John Griffiths& Juan Pablo Toro
AMÉRICA DEL NORTE
Las fuerzas armadas canadienses en un mundo cambiante al 2030
Athanasios Hristoulas
La agenda de defensa de Estados Unidos para la próxima década: El papel de la fuerza militar
Craig A. Deare
El reto de la agenda de defensa de México: La ausencia de un enfoque integral de seguridad nacional
Agustín Maciel-Padilla
AMÉRICA CENTRAL
Fuerzas armadas de Centroamérica: nuevas amenazas a la soberanía
Mario A. Duarte García
AMÉRICA DEL SUR
Escenario de defensa de Argentina 2030. Prioridad: el Atlántico Sur
Rosendo Fraga
Situación de la Seguridad y Defensa de Brasil para la década de 2020-2030
Thiago Rodrigues& Mariana Kalil
Visión de la defensa nacional de Chile al 2030
John Griffiths Spielman
Reflexiones sobre la modernización y el futuro de las Fuerzas Armadas de Colombia: visión 2030
Juan Carlos Pinzón Bueno
La agenda de defensa de Perú para la próxima década: El papel de la fuerza militar
José H. Robles Montoya
¿Cuál es el rol de las Fuerzas Armadas en Venezuela?
Joseph M. Humire& José Gustavo Arocha
EPÍLOGO
Retos de las Fuerzas Armadas de Latinoamérica para responder a la pandemia del covid-19
Evan Ellis
Autores de la presente obra
Agradecimientos
Prefacio
James Stavridis
A lo largo de mi carrera en la Armada de Estados Unidos, una de las posiciones más interesantes que me tocó ejercer fue la de jefe del Comando Sur, que se encarga de todas las operaciones militares en Centroamérica, el Caribe y Sudamérica. Gracias a ella pude conocer gran parte de un continente bendecido por una extraordinaria riqueza de recursos naturales, así como por paisajes sorprendentes y personas que representan diversas culturas al mismo tiempo.
Se trata de una región, además, donde la guerra entre Estados parece altamente improbable. Pero ese entorno regional, en apariencia pacífico, no nos puede llevar a engaño. Son muchos los desafíos que enfrenta nuestro hemisferio en materia de seguridad; la mayoría compartidos, dado nuestros fuertes vínculos históricos, geográficos, políticos, económicos y demográficos. En esta casa común llamada América, cada día somos más dependientes los unos de los otros.
La década 2020-2030 que comienza, sin duda, quedará marcada por el sello de una pandemia que lamentablemente ha dejado miles de muertes y que también agudizará la pobreza y la desigualdad, que son factores estructurales detrás de problemas como el narcotráfico, la violencia de las pandillas y las olas migratorias que cruzan todo el continente. A ello se suman enormes desafíos, como el cambio climático y la presencia de actores extrarregionales con agendas disruptivas.
¿Cuál será el rol que tendrán las fuerzas armadas de la región en este escenario? Esa es justamente la reflexión que este libro del centro de estudios AthenaLab busca oportunamente recoger, invitando a expertos de distintos países en este propósito. Mis más de tres décadas en el mundo militar me enseñaron que si las fuerzas armadas quieren ser exitosas en entornos complejos —como los actuales— deben ser flexibles, abiertas y siempre estar pensando un paso más adelante.
También mi experiencia en el Comando Sur, entre 2006-2009, me permitió conocer directamente a los Ejércitos, Armadas y Fuerzas Aéreas de muchos de sus países, ya que juntos realizamos entrenamientos y ejercicios, operaciones antinarcóticos, respondimos a crisis humanitarias y llevamos adelante misiones médicas. Es evidente que las capacidades, tamaños, equipos y tradiciones no son las mismas.
Sin embargo, tenemos amenazas comunes que nos están impidiendo desarrollar todo el potencial de nuestras sociedades. Vivimos en una era peligrosa, guiada por un avance tecnológico sin precedentes, donde la globalización permite potenciar a actores radicales que intentan presionar a las democracias a través de tácticas criminales y terroristas. En este sentido, cada nación se vuelve más importante para enfrentar los desafíos que depara la nueva década.
Por eso, considero muy importante que se conozca cómo los distintos países avizoran el rol de sus fuerzas armadas en los próximos años. Cómo resolverán tareas que incluyen, en algunos casos, cooperar con aliados ante amenazas transnacionales; proteger recursos naturales en mares y selvas; ayudar a los ciudadanos en caso de catástrofes naturales o provocadas por el ser humano, y colaborar con las policías en el marco de procesos interagenciales.
Espero que estos artículos que se han escrito sobre Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Centroamérica, Estados Unidos, México, Perú y Venezuela sirvan para entendernos mejor y tender puentes entre nuestras Fuerzas Armadas, que son vitales para cuidar esta casa común de las Américas, donde compartimos intereses, valores y metas. Si las amenazas a nuestra seguridad, prosperidad y estabilidad evolucionan, también tenemos que hacerlo nosotros, como una familia unida por un destino compartido.
Y por sobre todo, debemos navegar juntos, en una sociedad, en América.
Introducción: Desafíos para la seguridad y defensa en la década 2020-2030
John Griffiths
Juan Pablo Toro
El inicio de la década 2020-2030 quedará marcado de forma indeleble por los efectos de la pandemia de covid-19, que ha causado cientos de miles de muertos y ha generado una severa crisis económica en el mundo. La crisis sanitaria incluso tiene hoy al continente americano convertido en su epicentro. Para enfrentar la emergencia, muchos países han tenido que desplegar sus fuerzas armadas en distintas tareas, que incluyen ayudar a controlar cuarentenas, proteger fronteras, distribuir insumos médicos, trasladar pacientes críticos y prestar sus capacidades hospitalarias a los servicios nacionales de salud.
Si bien las pandemias no son un fenómeno nuevo, y varios ejércitos de la región se han movilizado en el pasado reciente para ayudar a frenar la propagación del cólera o del virus del Zika —como ha ocurrido también con los desastres naturales—, la necesidad de hacer frente a este nuevo coronavirus ha puesto en evidencia que hoy se impone un espectro amplio del uso de las fuerzas militares en ámbitos que no tienen que ver con lo bélico.
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