Fuera de este ejemplo aislado, hay evidencias de población en el territoriodesde el Paleolítico antiguo. Parece bastante probable que los pueblos que hablan idiomas ibero-caucásicos, es decir, georgianos (refiriéndose a Iberia, región histórica correspondiente a Georgia oriental), estuvieran instalados en el territorio del Cáucaso desde las épocas más remotas. Al final del tercer milenio a. C., los hittitas, un pueblo indoeuropeo, establecieron su dominio en la región. Los escritos de este pueblo no mencionan el territorio georgiano pero en ese momento cuando Georgia entra en la Edad del Bronce, certificada por muchos objetos. Fue en esa época que se desarrolló en Georgia occidental una cultura original, denominada «colquidiana», entre los años 1800 y 700 a. C. Tal vez sea a esta civilización a la que se refiere el mito griego del Toisón de Oro. ¿Designaba la Cólquida, nombre atribuido en fuentes mucho más tardías al oeste de Georgia, a esa cultura al este del mar Negro mencionada por los griegos? La presencia de oro en la artesanía local de esa época, la configuración geográfica (el río Rioni, los pueblos de Imericia), la inquietante tradición de buscadores de oro en Ratcha y en la Svanetia, coinciden en este sentido. No hay, no obstante, ninguna certeza al respecto; incluso, investigaciones recientes ponen en duda la hipótesis de que la Cólquida de los argonautas se hubiera situado en realidad al oeste de Grecia.
En la misma época, en Georgia oriental(en las montañas de Trialeti en el Cáucaso Menor), aparecía la cultura de los kurganes (túmulos). A la caída del Imperio hitita en el siglo XII, fuentes asirias mencionan tribus que muy probablemente podrían haber sido «protogeorgianas», como las Kachkaïs, Muchkis y Tibals. El primer hecho político importante identificado en el territorio es una coalición de tribus de la Cólquida, seguramente protogeorgiana, los Diauehis, que entran en conflicto en el siglo VIII a. C., con el reino de Urartu, vecino del sur y un Estado a menudo considerado como «protoarmenio». Poco después, las tribus nómadas de los cimerios devastaron esos estados destruyendo todo a su paso. Tras estas invasiones, los pueblos protogeorgianos ya no vivieron en entidades políticas unificadas.
En el siglo VI a. C. aparece el primer gran imperio al este: el Imperio aqueménida persa. Las tribus protogeorgianas cayeron bajo su dominio. Las fuentes griegas (Heródoto y Jenofonte) hablan en el siglo V de tribus incorporadas a los ejércitos persas. A partir de este período, los historiadores griegos distinguirán dos reinos: la Cólquida al oeste y la Iberia al este.
Paralelamente, los colonos griegosinstalaron despachos comerciales a orillas del mar Negro a principios del I milenio antes de nuestra era, especialmente en el puerto de Phasis (Poti); que debieron florecer en la época clásica.
Desde la época ateniense hasta Alejandro Magno, griegos y persas se disputan la hegemonía en Transcaucasia. La victoria de Alejandro Margno socavó entonces la influencia persa en Asia Menor. Inmediatamente después, tras la caída del Imperio aqueménida a principios del siglo III, emerge una potencia local en Mtsjeta: con el rey Parnavaz aparece la primera dinastía de Kartli-Iberia (Georgia oriental). El rey expulsa a los griegos de Mtsjeta y establece brevemente su influencia en la Cólquida-Egrisi (Georgia occidental). Esta última había estado durante siglos bajo los dominios de Ponto (reino helénico de Asia Menor), Roma y posteriormente de Bizancio; de paso aprovecharía el legado de la gran cultura helena. Como contraste, el embrión del estado de la Georgia oriental, la Kartli-Iberia, iba a resultar duradero. El desarrollo de las rutas comerciales generó una sólida prosperidad económica.
Los romanos pusieron un pie en la regióna finales del siglo II a. C. La Cólquida se convirtió durante mucho tiempo en una provincia romana, mientras que Kartli-Iberia mantenía su independencia poniéndose bajo la protección del Imperio.
En los primeros siglos de nuestra era, el poder persa iba a recuperarse bajo la dinastía de los Sasánidas. En Kartli-Iberia se pusieron en marcha las futuras estructuras medievales de la sociedad georgiana, a caballo entre Persia y Roma, entre dos áreas culturales —los patrones sociales y religiosos autóctonos se aproximan sin duda al modelo persa—.
Los romanos debieron ser expulsados de la Cólquida-Ergisi en el 456. Antes de que Kartli sufra de lleno el látigo de las invasiones persas, un fenómeno nuevo debía cambiar la historia del país.
El mito del Toisón de oro
Éranse una vez el hermano y la hermana Friso y Hele. Tuvieron que huir de Grecia porque su madrastra Ino quería sacrificarlos. Ayudados por Zeus, quien les proporcionó un carnero alado con un vellocino de oro, se dirigieron a Cólquida. En el camino, Hele se cayó al mar y se ahogó, dando su nombre a «Helesponto» (mar Negro para los griegos y actual estrecho de los Dardanelos). Al llegar a Cólquida, el rey Eetes acogió a Friso. Para darle las gracias por su hospitalidad, Friso sacrificó el carnero como ofrenda a Zeus y entregó el vellocino al soberano. El vellocino fue puesto en el templo de Ares bajo la custodia de un dragón.
Más tarde, en Grecia. Jasón es el hijo del rey de Yolcos. Su tío Pelias desposeyó a su padre del trono pero el oráculo advirtió a Pelias que sería, a su vez, destronado… Jasón viene a reclamarle el trono. Pelias se lo promete pero sólo si va a Cólquida y le entrega el famoso vellocino de oro… Jasón acepta. Embarca junto a 50 jóvenes héroes a bordo del barco Argo. Cuando llega a Cólquida, Eetes le promete el vellocino de oro pero solo si cumple con una serie de desafíos: labrar una tierra árida con dos toros con cabeza y pezuñas de cobre que escupen fuego y sembrar los surcos con los dientes del dragón. Pero Eetes no le dijo que al sembrar la tierra saldrían guerreros del suelo y atacarían a Jasón. Prueba difícil pero Jasón puede contar con la ayuda de Medea, la hija del rey, que se ha enamorado de él… Maga, prepara un bálsamo mágico que lo protege contra las quemaduras de los toros. Luego duerme al dragón... que es derrotado por Jasón. Medea y Jasón huyen a Grecia con el vellocino, sin respetar el pacto con Eetes. Este, furioso, envía a su hijo tras Jasón, quien lo asesina. Llegados a Yolcos, los amantes fugitivos tienen problemas con Pelias y su hijo, y deben volver a huir de Corinto. Durante 10 años llevan una vida feliz. Tienen hijos. Pero un día Jasón abandona a Medea y se casa con la hija del rey de Creonte… Como venganza, Medea mata a su rival y a sus propios hijos. Jason se suicidará de dolor. Es divertido constatar que en la versión georgiana, Medea es una buena madre: no abandona a sus hijos, son los corintios los que hacen correr este rumor para desacreditarla. ¿El origen del mito de un vellocino de oro tendría que ver con el hecho de que los excavadores de oro de las laderas sur del Gran Cáucaso colocaban vellones de cordero en los ríos para recuperar el oro?
Siglos IV a VI: la cristiandad
En 337, el rey de Kartli-Iberia, Mirian III, bajo la influencia de su mujer, a su vez influenciada por Santa Nino, decidió convertirse al cristianismo así como toda su familia. El cristianismo estaba en plena expansión en el Imperio Romano. Durante décadas, los predicadores de Siria y Palestina habían propagado la fe en todo Oriente Próximo. Santa Nino, probablemente originaria de Capadocia, parecía haber venido de Constantinopla para predicar en la pagana Mezkhetia. El rey de Armenia había sido, 30 años antes (según la crónica en 301), el primer monarca que hizo del cristianismo la religión de Estado. Por lo tanto, Iberia es el segundo Estado que adopta esta religión. Más allá de la dimensión espiritual, esta elección es política: al convertirse en cristiano, Mirian III se liberó del poderoso clero pagano, dio legitimidad religiosa a su reino y aseguró el apoyo de la poderosa comunidad cristiana implantada en todas las ciudades del Imperio Romano, ganando así protección occidental contra Irán.
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