El aceite de palmaes la inversión agrícola más prometedora hasta la fecha (49 949 toneladas en 2018). Este «aceite rojo» es un componente básico de la cocina gabonesa. Se utiliza localmente para producir aceite de mesa y jabón. En el extranjero, se emplea en muchos alimentos y productos de belleza porque sigue siendo barato. El aceite de palma se identifica a menudo como causa de obesidad y enfermedades cardiovasculares. La posibilidad de que se cree un «impuesto Nutella» ha indignado a los países productores, aunque la idea parece haber caído en el olvido. La ambición de Gabón es convertirse en el primer productor africano, alcanzando las 250 000 toneladas en 2025 para desesperación de los ecologistas. Señalan que las plantaciones de palma aceitera implican la destrucción de los bosques tropicales y sus ecosistemas.
El aceite de cacahuete, el cacao y el cafése producen a pequeña escala. Se consumen en la cocina local y también se exportan.
Importancia del turismo
En la actualidad, el turismo aporta solo el 4 % del PIB nacional. Hay varias razones para ello.
El coste de los viajespara los extranjeros y, en particular, para los occidentales, está frenando el entusiasmo de muchos viajeros. El visado sigue siendo caro. Cruzar el país en doce horas con el Transgabonés cuesta 65 E en 2.ª clase y 100 E en clase VIP. Los vuelos nacionales tampoco bajan de los cien euros por trayecto de ida, incluso en la ruta que conecta las dos ciudades más grandes del país. Estos costes alejan también al turista más acaudalado. El alojamiento turístico, incluso en la capital, ofrece una mala relación calidad-precio, al igual que la restauración. El turismo en Gabón sigue siendo un privilegio para un pequeño segmento de la población mundial y para la parte más rica de la sociedad gabonesa. Aun así, los gaboneses siguen prefiriendo viajar al extranjero antes que por su propio país, excepto para volver a su pueblo natal.
Las infraestructuras turísticassiguen estando poco desarrolladas en relación al potencial turístico que ofrece la naturaleza gabonesa. Incluso parques emblemáticos como Loango o Lopé ofrecen pocas alternativas de alojamiento. Qué decir de los parques más remotos, pero muy ricos, como Moukalaba-Doudou, donde apenas hay alojamiento.
La dificultad del gobierno para crear o mantener la infraestructura vial.El clima la deteriora regularmente, en especial durante la temporada de lluvias, lo que dificulta o incluso imposibilita el acceso al interior del país. Los receptivos turísticos ubicados en los parques están aislados. Sigue siendo necesario establecer una formación en materia de acogida, información, orientación y servicios hoteleros, que son ingredientes esenciales para el desarrollo de una prestación de servicios de calidad y garantizan la sostenibilidad de las estructuras.
Sin embargo, existe la voluntad de desarrollar el sector.El turismo se orienta hacia el ecoturismo, la única economía aceptable para preservar el medioambiente teniendo en cuenta el bienestar de las poblaciones locales. Con todo, seguirá siendo un turismo excepcional y de alto coste. El deseo de apoyar al sector privado y el fomento de las inversiones de los principales grupos internacionales sugieren que el sector turístico se está convirtiendo en un verdadero desafío económico para Gabón. En la actualidad, los operadores turísticos privados asumen los costes de explotación, mantenimiento e innovación de las principales estructuras o redes de carreteras. Algunos han formado asociaciones o clubes para hacer oír su voz y defender sus intereses. Es el caso del Club de Turismo, que reúne a una treintena de empresas (hoteles, turoperadores, empresas de transporte, etc.) o del Grupo de Operadores Turísticos Gaboneses (G.O.TO.GABON), estructurado como una plataforma de consulta y trabajo. Para demostrar su determinación de hacer de este sector uno de los motores económicos del país, el ministerio de Transportes y Turismo organizó los primeros «Encuentros Nacionales de Turismo» a principios de julio de 2019, a los que asistieron numerosos agentes públicos y privados del sector. Durante cuatro días, trabajaron en talleres sobre varios temas para identificar las necesidades y estrategias a implementar. Estas reuniones dieron como resultado la firma de una Carta Nacional de Turismo, aprobada por muchos profesionales. También están surgiendo otros tipos de turismo. Gabón sigue atrayendo a los aficionados a la pesca deportiva. En los últimos años, el turismo de iniciación ha seducido a más y más occidentales que han venido a aprender sobre el bwiti (rito de iniciación de los pueblos mitsogo y gapinzi) en busca de espiritualidad y nuevas prácticas (se estima que hay cerca de 2000 visitantes al año solo por esa razón). Siguen siendo nichos de mercado excepcionales y con costes elevados.
Combatir la caza furtivay limitar la deforestación son prioridades importantes para el presidente Ali Bongo. La Agencia Nacional de Parques invierte muchos recursos en la defensa del patrimonio natural de las áreas protegidas de las que es responsable. Del mismo modo, los permisos de construcción y plantación están regulados y son difíciles de obtener. Gabón junto con Alemania aprobó en las Naciones Unidas en julio de 2015 una resolución no vinculante, pero única en su género, para combatir el comercio ilegal de especies amenazadas, alentando a los países a adoptar medidas eficaces para luchar contra la caza furtiva y el contrabando. Esta iniciativa ha afirmado la posición de Gabón ante el mundo y ha sido un hito histórico a los ojos de la comunidad internacional.
Retos actuales
Después de algunos años de crecimiento sólido impulsado por los precios mundiales del petróleo y el trabajo realizado para la organización de la Copa Africana de Naciones (CAN) de 2012, Gabón se ha visto debilitada por el colapso de los precios del petróleo crudo.
Sin embargo, el impacto negativo de la disminución de la producción de petróleo ha sido ligeramente atenuado por la expansión de otros sectores más sostenibles. El gobierno está aumentando su apoyo a la Oficina Nacional de Empleo y está tomando medidas para estimular la inversión extranjera directa.
Parece que el país está empezando a darse cuenta de la necesidad de orientarse hacia industrias distintas a la petrolera. La madera y el aceite de palma han surgido como sectores prometedores. Se espera que el procesamiento local de materias primas despegue por primera vez en las zonas económicas especiales. Por su parte, el ecoturismo sigue aumentando lentamente, pero a intervalos regulares.
Sin embargo, quedan dos grandes retos: reducir la pobreza, que aún afecta a un tercio de la población, con una tasa de paro de casi el 20 %, y luchar contra las desigualdades exorbitantes.
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