Por último, el sector terciario representa más del 50 % de la economía. Es, con mucho, el sector más prometedor. El turismo, y más concretamente el ecoturismo, ha iniciado su andadura y tiene un gran potencial de desarrollo.
La crisis, el retorno a la calma, la crisis.En 2008, Gabón atravesó una emergencia alimentaria debido a la crisis financiera mundial. Las manifestaciones y las huelgas fueron constantes en el sector público. La autosuficiencia alimentaria se convirtió en una prioridad. La respuesta del Gobierno fue reactivar las plantaciones de café y brindar mayor apoyo a la producción de mandioca. Sin embargo, la economía de Gabón resistió la crisis financiera con más entereza y facilidad de lo esperado. Tras una ligera recesión en 2010, el crecimiento se recuperó en 2012 hasta el 6,2 %, superando incluso la estimación inicial del 4,4 %. Se estabilizó en torno a estas cifras hasta 2014, cuando la tasa de crecimiento fue del 4,3 %. El país está experimentando una nueva crisis relacionada con la caída de los precios del petróleo. La tasa de crecimiento bajó a solo el 1 % en 2017. Sin embargo, con un mejor desempeño de los sectores primario y terciario, el país se fue recuperando gradualmente y alcanzó un crecimiento de alrededor del 2 % en 2018. No obstante, Gabón debe seguir enfrentándose a la caída del precio del barril de petróleo. Al caminar por Port-Gentil o Gamba, uno puede sentir el impacto en el día a día. El gobierno se vio obligado a rebajar las expectativas de sus últimos presupuestos, demasiado optimistas. El nuevo código de hidrocarburos, que entró en vigor en 2019, debería atraer a los inversores petroleros gracias a una fiscalidad y unos períodos de explotación más flexibles. El gobierno ha asumido el desafío de desarrollar la explotación de gas, que se espera que crezca significativamente.
Un programa de privatizaciones iniciado en 1995
Hace una década, el sector público estaba muy extendido, mientras que en la actualidad hay una tendencia general a la privatización. Francia ha sido el primer inversor del país durante mucho tiempo. Hoy en día, Gran Bretaña, los países de África Central, Estados Unidos, Japón y China se han convertido en otros clientes importantes del país.
El programa de privatizaciones iniciado en 1995 incluía grandes sociedades adquiridas por empresas francesas (SEEG —Sociedad de Agua y Electricidad de Gabón— concedido a Veolia), empresas italianas o grandes grupos españoles o belgas. La privatización en Gabón muestra un balance positivo en la medida en que las empresas en dificultades financieras han recuperado el aliento y las ventas de activos han aportado más de 50 millones de euros al Estado, a pesar de que el coste de la reestructuración y los pagos de la deuda superan los 35 millones de euros. Sin embargo, el objetivo principal pretendía reactivar la economía y que sus beneficios llegaran a todos los estratos sociales, cosa que dista mucho de haberse alcanzado.
Principales recursos
Recursos minerales.Los recursos naturales del país son inmensos y diversificados. La explotación petrolera comenzó en 1956 en Ozouri, al sur de Port-Gentil. El manganeso ha sido extraído por Comilog (Compañía Minera del Ogooué) desde 1953 y el uranio, el oro y los diamantes fueron descubiertos entre 1940 y 1950. En 1970, la gran mayoría de los recursos procedían de la minería: el petróleo en la región de Ogooué-Maritime, y el manganeso y el uranio de la región de Haut-Ogooué. La minería de uranio fue abandonada en 1999 debido a la baja rentabilidad de los yacimientos, pero se valoraba su reactivación antes de que comenzara la crisis. El grupo francés Areva retomó la prospección en el país. En la actualidad no se están explotando todos los recursos disponibles. Es el caso del oro, los diamantes y el cobalto, que guardan reservas potenciales. En 2013, la industria petrolera representaba alrededor del 50 % del PIB. Sin embargo, con la caída del precio del petróleo en torno al 40 % en 2014, el sector solo alcanzó el 31,6 % del PIB al año siguiente. Estados Unidos es el principal comprador, mientras que China, Singapur y Francia comparten el resto. Sin embargo, gracias a la industria minera, el país ha pasado a ocupar el segundo lugar en la clasificación del PIB per cápita del África subsahariana y, aunque la producción está estancada, coloca a Gabón en una situación económica cómoda. Ocupa el puesto 37.º del mundo y el 8.º del continente y cuenta con una población muy pequeña. Tras beneficiarse de unos ingresos excepcionales provenientes del petróleo, Gabón está sufriendo ahora la caída de los precios del crudo, a la par que una reducción de la producción que alcanzó el 6 % en 2018. Las perspectivas a largo plazo son preocupantes, a menos que la exploración de la cuenca del océano profundo repita los mismos resultados que en el sur de Angola. Gracias al nuevo código petrolero, el gobierno pretende impulsar la inversión ofreciendo a las empresas beneficios fiscales y tasas preferenciales. El manganeso explotado por Comilog (66 % de la empresa francesa Eramet) representa el 4 % del PIB del país y el 6 % de sus exportaciones. En 2009, la producción cayó de forma muy acusada, pero en 2013, un año excepcional, la recuperación efectiva de la producción mundial de acero impulsó la producción gabonesa a 3,7 millones de toneladas. El nuevo complejo metalúrgico de extracción de manganeso, que costó 200 millones de euros, inaugurado en junio de 2015, es una señal contundente del compromiso y confianza por parte de un operador francés. El país es ahora el segundo productor mundial de manganeso, después de Sudáfrica. El sector tiene un futuro prometedor, ya que con la apertura de la mina de Okouma alrededor de Moanda, Comilog pretende alcanzar una producción de 7 millones de toneladas anuales en todo el país en 2023. En resumen, la economía de Gabón depende en gran medida de la política exterior, debido a los desafíos mundiales en los sectores del petróleo y la minería.
La industria madereraha sufrido un cambio importante desde la llegada de Ali Bongo al poder. El veto a la exportación de madera en 2010 fue una de las decisiones tomadas al asumir la presidencia. De este modo, se impuso el procesamiento de la madera en la explotación pensando en que la industria dejara sus frutos en la economía gabonesa. Fue una decisión radical y controvertida que en un principio provocó una crisis en el sector, pero que ahora permite que la industria maderera se desarrolle en fábricas locales y no en el extranjero. De otro modo, la explotación forestal se limitaba a la exportación de troncos al extranjero: a Francia y al sudeste asiático. Solo una pequeña parte se procesaba localmente para la producción nacional. El fin del monopolio en enero de 2006 todavía no ha dado lugar a una reestructuración del sistema y la crisis mundial ha asestado el golpe final a esta industria, que ahora se encuentra en dificultades. Empresas legendarias como Rougier han cerrado la explotación de algunas concesiones. En 2010 se introdujeron y aplicaron incentivos para la industria de transformación de la madera. Estas medidas, junto con las reforestaciones puestas en marcha por el Ministerio de Recursos Hídricos y Bosques deberían contribuir a la recuperación de este sector. La gestión sostenible de los ecosistemas forestales y la mejora de la biodiversidad son elementos clave de la política gubernamental y la estrategia de desarrollo económico del país. Estos son los grandes temas de «Gabón emergente». Este sector de actividad se considera una forma de diversificación y alternativa económica sostenible al sector petrolero.
Читать дальше