Un crucero en canoa o en dhowdesde Analalava hasta Nosy Be, pasando por el archipiélago de Radama.
La avenida de los Baobabs en un quad, entre Toliara y Morondava.
Una sesión de kitesurfen Babaomby o en Sakalava Bay, cerca de Antsiranana.
Un viaje por mar con los tiburones ballenaen Nosy Be.
Los imprescindibles de Madagascar
Ceneun excelente fuagrás y un suculento filete de cebú con pimienta verde, acompañados de un buen vino sudafricano, en uno de los mejores restaurantes de Antananarivo.
Descubralos grandiosos y auténticos paisajes de las Tierras altas centrales recorriendo la RN-7 hacia el sur (ceremonias, arquitectura civil, arrozales...).
Visitealguno de los parques nacionales más espectaculares de la isla: Bemaraha en el oeste, Isalo y Andringitra en el sur, Masoala (en temporada) en el noreste, o los espacios naturales de los alrededores de Antsiranana en el norte.
Avisteballenas en temporada (de julio a septiembre) en Santa María, Toliara, Maroantsetra, Nosy Be o Mahajanga.
Contemplea los lémures, especialmente en el Parque Nacional de Andasibe y la Reserva Indri Indri, en el Palmarium al sur de Toamasina (en los Pangalanes), en el bosque de Anja, cerca de Ambalavao, o en muchos otros parques nacionales o reservas privadas.
Túmbeseen una playa o en una cala perdida, ya sea llegando a ella en velero, en catamarán o en piragua (las más cercanas a las ciudades no son las más bellas).
Déjese llevarpor la atmósfera tradicional y anticuada de este colorido país, siempre es más bello cuando se sale de los itinerarios turísticos, que raramente son los más interesantes. Madagascar es un poco como el país del «realismo mágico» descrito por Gabriel García Marquéz.
Estancias cortas
Los viajes cortos son de una semana o menos. Se trata esencialmente de un turismo de negocios o de viajeros de Mayotte, de la isla de la Reunión o de Mauricio, que viven cerca. Desde Europa, este país está tan lejos que parece inconcebible limitar el viaje a un periodo tan corto.
Imerina y Antananarivo
No existe realmente un circuito organizado por los alrededores de Tana, que generalmente son ignorados por los viajeros. Sin embargo, hay verdaderas maravillas históricas y naturales en Imerina. La palabra poética de los Hira Gasy (cantos malgaches) que protagonizan los campesinos, la belleza roja, verde y azul de los inmensos paisajes, los interminables arrozales... El lago Itasy, los pequeños pueblos del oeste, las colinas sagradas o los animados mercados de la capital pueden seducir a quienes dediquen tiempo a descubrir la región.
Quédese unos dos días en la capital (palacio de la Reina, paseo por la Haute Ville y por el barrio de Isoraka, mercados tradicionales o mercados artesanales), luego dos días en Antsirabe (artesanos, baños termales, lagos...), dos días más en Ampefy, a orillas del lago Itasy (cascadas, géiseres...), y una noche en Anjozorobe para una primera aproximación a la selva tropical.
Algunos turoperadores están empezando a incentivar el turismo rural, con una perspectiva de desarrollo sostenible y responsable. Podrá, por lo tanto, dormir en una casa privada y tener una experiencia fascinante.
Como alternativa, también puede considerar una escapada a Andasibe para observar el indri indri (lémur).
La región del norte alrededor de Antsiranana
En el norte del país, es posible visitar la región de Antsiranana en una semana corta o en un fin de semana largo. Esta animada ciudad (y accesible directamente desde la isla de Reunión o desde Mayotte) es una excelente base para explorar la zona, ya que cada noche puede volver al punto de partida. Para ver: la playa de Ramena, las tres bahías, el mar Esmeralda, la montaña de los Franceses, Ambohitra y la montaña de Ámbar, los tsingys rojos de Irodo, los tsingys de Ankarana, la bahía de Courrier y el cabo de Ámbar...
En particular, la bahía de Sakalava y el spot de Babaomby se han consolidado como destinos de categoría internacional para los kitesurfistas .
La región de Tôlanaro
En una semana podrá visitar varios parques o reservas naturales, a veces exuberantes, a veces áridas, conversar con los lémures. Podrá explorar uno de los lugares más maravillosos de Madagascar (el pueblo de Evatraha y la bahía de Lokaro), contemplar una magnífica puesta de sol desde Vinanibe, conocer la historia de los primeros colonos franceses, y, compartir la vida cotidiana de una población muy acogedora. Los surfistas y kitesurfistas también estarán encantados.
La región de Boeny
Mahajanga es la mejor base para visitar este rincón de la isla tan apreciado por los antananariveses, aunque las agencias de viaje son un poco reacias para ofrecer este destino. Una semana es más que suficiente para empaparse del muy agradable ambiente de la ciudad, descubrir los parques y sitios naturales de los alrededores y dejarse seducir por las inmensas playas salvajes. Si tiene prisa, tres días son adecuados para echar un vistazo.
Largas estancias
Dos semanases el mínimo indispensable para empezar a descubrir el país. El gran clásico es, por supuesto, la RN-7 o Ruta del Sur, de la que desarrollamos el itinerario, día a día, en la parte correspondiente de esta guía. La Ruta del Norte, de Tana a Antsiranana, es más reciente. Calcule ocho días para llegar a Ambanja (itinerario también descrito día a día en la sección correspondiente); luego quedaría una semana corta de viaje, ya sea para ir a Nosy Be, a Antsiranana... o a ambos sitios. El regreso en avión es imprescindible, ¡a menos que le gusten mucho los taxis-brousse ! También es posible realizar un circuito bajando desde Tsiribihina, visitando los tsingys y la avenida de los baobabs, pasando por Antsirabe y de vuelta por la carretera de Morondava a Tana.
Tres semanas.Aquí ya puede comenzar a considerar una combinación de circuitos sin arriesgarse a que los tiempos de visita se queden cortos. Tendrá tiempo para pasear, conocer gente y captar el ambiente único de este país-continente. Sin embargo, no crea que le sobrará mucho tiempo libre para hacer lo que quiera: aunque es posible dar la vuelta a la isla en tres semanas (cabotaje aéreo), solo podrá ir de un sitio a otro, eso es todo, sin ver nada de lo que hay en medio, es decir, de Madagascar y los malgaches.
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