José Alberto Callejo - Confesor

Здесь есть возможность читать онлайн «José Alberto Callejo - Confesor» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Confesor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Confesor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El 7 de septiembre dos cajas dirigidas al Inspector Santiago Ybarra llegan a la Dirección General de la Guardia Civil, de repente ¡saltan las alarmas! El contenido de la más pequeña hace activar el protocolo antiexplosivos.Lo que podría ser un atentado se convierte en un interrogante, uno de los dos paquetes, una caja muy grande, contiene un prófugo buscado por la Guardia Civil y Policía Nacional por casos de pederastia e infanticidio, desafortunadamente para los cuerpos de seguridad nacional, es un caso mediático muy conocido por la opinión pública. En la caja que activa la alarma, también viene la confesión y un ticket de lo que costó hacerle hablar, menos de 10 €.Podría tratarse de un héroe anónimo, un familiar que clama venganza o de simplemente un caso aislado, si no fuera porque en días posteriores otros delincuentes fueron debidamente entregados por mensajería; uno de ellos por violencia de género y asesinato.Todos con sus correspondientes confesiones. ¿Quién está detrás de esta cacería? ¿Es un delincuente o un héroe? ¿Trabaja solo? Esta no es una lucha entre el bien y el mal, es la historia de una encarnizada batalla entre la moral y la justicia. Algo de lo que está muy necesitada la sociedad en estos tiempos.

Confesor — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Confesor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ybarra levantó ligeramente la mascarilla de oxígeno del embalao, como ya lo habían apodado. El hombre continuaba inconsciente. Lo observó un momento y volvió a colocarle la mascarilla con suavidad. Hizo una seña a su compañero y este también le echó un vistazo. Levantó las cejas como señal de sorpresa pero no dijo nada. Ambos se miraron fijamente y asintieron con la cabeza. No mediaron palabra pues cada uno sabía lo que pensaba el otro.

—¿A qué hospital lo van a trasladar? —preguntó Ybarra al jefe de los médicos

—Al Hospital Central, señor —respondió uno de ellos de forma protocolaria.

Ybarra le hizo un gesto a Negrete con la mirada y este asintió. Se retiró un par de metros para hacer una llamada.

—En cuanto lleguen al hospital, un par de nuestros agentes les estarán esperando —dijo muy serio el capitán al médico—. Tendrán órdenes estrictas de no separase de este hombre en ningún momento. Solo lo harán en caso de que tenga que pasar por un quirófano. Por favor, informe a sus superiores en el hospital, es de suma importancia.

—Entendido, capitán —obedeció el sanitario.

Cerraron las puertas de la ambulancia y con las sirenas puestas lo trasladaron al hospital, escoltados por una patrulla de la Policía Nacional que les iba abriendo camino y otra que los resguardaba por detrás. Ybarra se dirigió hacia Negrete, que ya había terminado de hablar por el móvil.

—¿A quién has enviado? —le preguntó mientras se aproximaba a él.

—Al Ruso y al Negro. Harán guardias de seis horas hasta que salga del hospital. De momento los dos van para allá —aseguró Negrete con confianza.

—Bien, pero manda a otros dos —insistió Ybarra—. No quiero que se despeguen de esa puerta ni para mear. Quiero al menos un hombre en todo momento, y dos en las horas de más visitas.

—Vale, jefe. —Negrete se disponía a hacer una llamada cuando Ybarra lo interrumpió.

—Vamos, Talavantes y los de la científica nos esperan en la sala de conferencias.

—¿En la sala de conferencias? —preguntó con sorpresa Negrete.

—Sí, por lo visto somos tantos que no cabemos en la sala de reuniones.

—¿Y tantos para qué? —cuestionó de nuevo Negrete.

—Ni idea, me parece que habrá jaleo —respondió Ybarra ligeramente molesto—. Este asunto ha provocado mucho escándalo y los de arriba quieren respuestas. Ve llamando a los nuestros, seguro que vamos a necesitar refuerzos. Nos van a meter presión.

Negrete continuó dando instrucciones por teléfono para que enviaran un par de refuerzos al hospital, y dando instrucciones a varios de los agentes que investigaban ese caso.

Los hombres de confianza de Negrete para el trabajo duro, el que suponía un esfuerzo físico fuera de lo habitual, eran el Ruso y el Negro; dos guardias civiles con una excelente preparación física, auténticos atletas. Su aspecto físico les había hecho merecedores de sus apodos. Uno podría ser el prototipo de agente de la kgb. Aunque había nacido en Nerja, se notaban claramente los genes de su abuelo alemán. El otro, no era de raza negra, pero era tan moreno que tenía el aspecto de un agente secreto caribeño, aunque era originario de Barcelona. Igualmente se podía apreciar en él la herencia genética de sus antepasados mulatos.

Ambos formaban una de las mejores parejas de investigadores a cargo del capitán Ybarra.

4Los Kikos forman una escisión de la Iglesia católica, que fue apoyada por Juan Pablo II. Es una comunidad más estricta, dura y ortodoxa que el Opus Dei.

10

Lunes 7 de septiembre, 12:00 horas.

Dirección General de la Guardia Civil

Sala de conferencias

Madrid

La sala comenzó a llenarse. Poco a poco empezaron a llegar agentes de las diferentes divisiones: artificieros, policía científica y el equipo de investigación del capitán Ybarra. Talavantes y los cuatro artificieros que intervinieron en la operación, entre ellos Beltrán y Álvarez, fueron los últimos en entrar.

En la zona donde generalmente se colocan los ponentes se sentaron Talavantes e Ybarra. Junto a ellos, el jefe de la policía científica, el capitán Sergio de la Bárcena. Un hombre con aspecto de profesor universitario, medio calvo, con el pelo liso y peinado con raya al lado. Su rostro ovalado aún reflejaba las huellas de una viruela agresiva padecida en la infancia, tenía buena parte de la cara con la piel picada.

De la Bárcena había sido, veinte años atrás, uno de los pioneros en la formación del grupo de la policía científica. Biólogo de profesión, ingresó en la Guardia Civil gracias a un amigo de su padre que pertenecía al cuerpo. En la facultad obtuvo una de las calificaciones más altas de su promoción y su coeficiente intelectual rondaba la categoría de genio. Pero en inteligencia emocional era deficiente. No era nada empático, más bien arisco y un tanto huraño. Eso le había impedido llegar más lejos de lo que su brillante mente prometía. No obstante, llevaba diez años dirigiendo el laboratorio científico del cuartel general de la Guardia Civil con bastante éxito. Aunque un sonado caso había dejado a su departamento mal parado. Uno de los científicos de su laboratorio confundió los restos óseos de unos roedores con los de unos niños asesinados. Aquel error ralentizó el juicio, que tuvo una gran repercusión mediática. La mala imagen profesional ante sus superiores y ante la opinión pública afectó considerablemente a su carrera, incluso su puesto se tambaleó. Al final, su currículum y la gran cantidad de casos resueltos en los últimos diez años jugaron a su favor. Eso y el hecho de que se demostrara que él no firmó ningún documento correspondiente a dicho caso.

Más de veinte agentes esperaban en la sala. Talavantes, que dirigía la reunión, le cedió la palabra a Ybarra.

—Buenas tardes, señores. —Todos contestaron el saludo—. Imagino que algunos de ustedes no saben muy bien a qué se debe esta reunión. —Varios de los presentes afirmaron con la cabeza—. El objetivo es reunir todas las piezas para intentar identificar al sujeto que nos envió al embalao, o al menos trazar un perfil.

Todos asintieron de forma gutural. La sorpresa y consternación se reflejaba en los rostros de los asistentes. No estaban acostumbrados a trabajar en casos como aquel, tan típicos de países como Estados Unidos o Reino Unido.

—Hemos identificado al individuo de la caja como José Ruiz Navarrete, de cuarenta y un años y residente en Almería. —El capitán Ybarra cogió el informe que tenía sobre la mesa y continuó leyendo—: Acumula una larga lista de delitos de pederastia, desde tráfico de vídeos y fotos en Internet hasta el abuso de un niño y una niña, por lo que fue condenado a diez años de prisión. Hace dieciocho meses, cuando llevaba cumplidos seis años de condena, consiguió la libertad condicional por buena conducta y por no haber cometido delitos de sangre. —El capitán siguió pasando páginas mientras leía—. El verano pasado fue acusado de nuevo del presunto secuestro de dos niñas y un niño de entre nueve y doce años. Dos hermanas y un primo de estas; los niños García, de los cuales aún no hay rastro, sin embargo se encontraron pruebas suficientes en su piso como para procesarle. —En ese momento Ybarra cerró el expediente y lo dejó caer sobre la mesa para continuar hablando—: Él niega todos los hechos. Pudimos detenerle a través de un operativo conjunto entre varias ciudades donde detuvimos también a media docena de pederastas. Entre los archivos intervenidos encontramos fotografías de los niños García. Hace dos semanas se fugó a la salida de una vista en el juzgado. Aprovechó el revuelo que se formó entre la turba que lo quería linchar. Desde ese día no habíamos vuelto a saber nada de él.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Confesor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Confesor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Confesor»

Обсуждение, отзывы о книге «Confesor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x