ARTICULACIÓN ENTRE LA IDENTIDAD Y SUS FUENTES TRADICIONALES
En las ciudades, sobre todo en los municipios metropolitanos con partes urbanas y semi-urbanas, existe una tendencia a la desarticulación entre la identidad y las fuentes tradicionales de identidad, creando en el territorio nociones de comunidad, de pertenencia y titularidad de derechos que cambian, lo cual, sin un adecuado reconocimiento de sus recursos culturales y de su mantenimiento, sufren constantemente en peligro de desaparecer. El cambio del uso de los espacios en las ciudades destinadas al turismo, debido al crecimiento que, pese a los planes propuestos, tiende a exceder siempre los lineamientos, provocando cambios no previstos en la demografía, lo que afecta tanto el uso y distribución de los recursos naturales, como la pérdida de identidad, al sustituir en grandes zonas a la población local, con población atraída de otras partes de las metrópolis y de las comunidades cercanas.
Zacoalco de Torres muestra aún una identificación con sus espacios culturales y la población, sin embargo, el desempleo y en ocasiones la baja venta en equipales y la baja de las actividades primarias, está originando que su población cambie de giro a la producción pequeños frutos llamados berries, provocando el uso de suelo y actuando de forma negativa no solo hacia la población, sino con consecuencias para el cambio climático de la Zona Metropolitana de Guadalajara.
La experimentación de la construcción de la realidad del patrimonio cultural fue la identificación del espacio urbano con los bienes culturales a los cuales el turista se motivó para conocer, y en el cual se recomienda implementar la infraestructura adecuada y los servicios públicos, así como confirmar o refutar la idea de que los turistas que quieren visitar Zacoalco para conocer su patrimonio cultural, pasan más tiempo sin conocer la localización de las fuentes tradicionales de la identidad del lugar que quedan en este municipio restringidas por trámites administrativos.
Un ejemplo de este es su antigua estación del tren: espacio cultural y rural histórico que forma parte de su patrimonio tangible e inmaterial de este municipio; el cual es muy atractivo para sus visitantes, debido a que en este sitio se suscitaron hechos que forman parte de la identidad de Zacoalco de Torres: el nacimiento de su gastronomía tradicional; sus famosos «tacos enchilados» que surgieron en este sitio cuando las mujeres, esposas de los hombres que salían a trabajar y tenían que trasladarse en este antiguo transporte «el tren», corrían a dejarles tacos con carne de res y cerdo acompañados de una salsa que diera sabor y energía para el trabajo arduo del mexicano que trabajaba principalmente en el cultivo de la tierra y en la ciudad. Estos hombres trabajadores del tren y otros de lugares aledaños se trasladaban entre Colima- Manzanillo y de Guadalajara a México para llevar a cabo su jornada de trabajo.
Existen también construcciones en el primer cuadro del centro histórico de este sitio que han sido demolidos para la construcción de nuevas casas, olvidando fuentes de tradición importantes dentro de ellos como: «las antiguas pilas» que se usaban para el lavado de loza, así como para el baño de limpieza diaria de niños y niñas que, por su practicidad y ausencia de regadera, podían ser bañados en este lugar. Este tipo de sitios dan cuenta de la forma de vida, que se tejen a partir de sus fuentes tradicionales y quedan de resguardo de su identidad para poder ser mostradas al turismo cultural.
LA MEMORIA COLECTIVA Y EPISÓDICA
La representación de la memoria colectiva, y el espacio urbano, atractivos para el turismo, como materia prima del turismo cultural: (Boullón, 2003) forman parte de la imagen. Sin la memoria colectiva, no se puede dar la creación de una identidad, sin identidad no hay cultura y sin cultura no hay patrimonio, nos podemos preguntar: ¿cómo se forma una memoria colectiva?, y después, ¿cómo se sostiene? Maurice Halbwachs, en Los marcos sociales de la memoria, de 1925, investiga los mecanismos que operan en los grupos humanos para mantener actuales las experiencias colectivas de un pasado. Concluye que la repetición es un factor clave, ya que los hechos de la memoria colectiva son reinterpretados cada vez que son repetidos, pero que esa reinterpretación puede tanto fijarse al margen de un ejercicio crítico, como vaciarse de sentido precisamente por la misma razón.
Ralph Linton (1945, p.12) identifica el desarrollo de la identidad como parte de un patrimonio cultural, de una memoria colectiva, producto del cúmulo de experiencias que guardan en su retina resaltando para su estudio la cultura e identidad cultural. Zacoalco de Torres mantiene su memoria colectiva a través de sus artesanos de equipal y de sus costumbres y tradiciones que permean a través del patrimonio cultural material e inmaterial.
A partir de este estudio se pudo identificar que la memoria colectiva de este municipio mantiene la práctica del equipal y de los hechos que se han suscitado en la plaza principal, donde el cien por ciento de ellos conocía el lugar y además algunos de los entrevistados mencionaron que ellos disfrutaban demasiado estar sentados disfrutando de la tranquilidad del lugar, con sus hijos o familiares, así como que también les gustaba ir y disfrutar del ambiente de la plaza, haciendo mención que desde pequeños sus padres los llevaban a ese lugar.
Otro de los sitios de la memoria colectiva fue nombrado como: «el Cerrito», donde realizan a través de una mayordomía, la bienvenida a sus «hijos ausentes», y la población local, así como sus visitantes, regresan año con año a su terruño.
De esta manera la comunidad del este municipio se organiza para recibir a la gente que, por buscar una mejor calidad de vida, tuvieron que salir de su lugar de nacimiento para encontrarse con mejores oportunidades de trabajo, entre estos lugares se encuentran Michoacán, la Zona Metropolitana de Guadalajara, Nayarit, Sonora y Estados Unidos de América.
Ilustración 8: Plaza principal de Zacoalco de Torres.
Octubre 2020. Autoría Lorena Anaya Ortega.
Ilustración 9: «El Cerrito» en Zacoalco de Torres.
Septiembre 2019. Autoría: Lorena Anaya Ortega.
Sin embargo, existen hechos históricos que prevalecen en la mente de cada persona como algo especial, llamada «memoria episódica». Este tipo de memoria retiene los recuerdos de impresiones vividas directamente, esto quiere decir, que han sido de nuestras experiencias que han sido trascendidos en la esencia de nuestra vida (Vaca et al., 2012, p.327). Debido a esto, la carga emocional tiene gran importancia, de acuerdo con su calidad, que se muestra distinta y resulta más fácil de fijar y recordar en nuestra vida (Small J., 2002, p.23).
La memoria episódica destaca por ser la vivencial, no referencial; no se aprende leyendo o escuchando el relato de alguien más, es la que se experimenta de manera personal, la que se forma a través de todos los sentidos. Y si bien todo aquello que una persona vive a través de sus sentidos es su memoria episódica, que esta experiencia sea importante y que proporcione conocimiento de lo otro y de uno mismo, constituye una experiencia significativa en cada una de las personas y sobre todo en su turismo cultural.
Para que un espacio urbano adquiera valor simbólico para sus habitantes, es imprescindible que tengan una memoria episódica en esos espacios, que hayan tenido experiencias importantes a nivel social y personal en esos lugares, para hacerlos y sentirlos propios.
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