Mariela Tulián
«Desde el corazón del territorio»
El legado de Francisco Tulián
Zoncoipacha
Mariela Tulián, 2016
1a edición por este sello, 2021
ISBN: 978-987-47727-5-6
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Zoncoipacha fue editado por primera vez, en papel, por la editorial Ciccus, en 2016
Villa Los Aromos
www.edicionesacapela.wordpress.com
edicionesacapela@gmail.com
Tulián, Mariela
Zoncoipacha : desde el corazón del territorio : el legado de Francisco Tulián / Mariela Tulián. - 1a ed. - Villa Los Aromos : Ediciones A capela, 2021.
Libro digital, EPUB
Archivo digital: descarga
ISBN: 978-987-47727-5-6
1. Pueblos originarios. Título.
CDD 305.898
A Lautaro
Porque no se puede encarcelar el corazón de un guerrero
Un día de agosto te acurrucaste
en el corazón de nuestra Madre.
Te entregué con todo el amor de mi alma,
porque nunca fuiste sólo mío.
Siempre fuiste del viento.
Mi pícaro colibrí que se detuvo un momento,
vuelve a volar por los cielos
y entre los ancestros.
Porque también le perteneces a la lluvia,
al trueno, al río,
ahora en su vientre sigues empapando tus pies
en los charcos del tiempo.
Porque le perteneces al fuego
a pesar de ser niño, abuelo niño,
le diste su justo valor a lo sagrado
y te fuiste en agosto.
Porque nunca fuiste sólo mío,
mi pequeño puma que vuelve a su monte.
Forjaste tu última travesura
y te marchaste con la Pacha.
Índice de contenido
Cubierta
Zoncoipacha Mariela Tulián
Arabela protegiendo a su guerrero
Primer prólogo
Segundo prólogo
Tercer prólogo
Introducción
I. Territorio
II. El pueblo del Tulián Cabiche
III. Nuestra resistencia
IV. Contexto histórico. El porqué y el cómo de este juicio
Contexto histórico
El porqué y el cómo de este juicio
V. El juicio
La mensura de nuestro territorio
Lo que la Iglesia dijo
Mensura del viento sureste, el corazón de nuestro territorio
El interrogatorio
El 17 de marzo de 1806
Una posesión que se dilata
Nuestro casqui curaca Francisco Tulián
Nuestro molino en la quebrada
VI. Nueva patria y nuevo despojo
VII. Jurisprudencia
VIII. Conciencia colectiva, la construcción de un nuevo hombre
IX. Algunas reivindicaciones pendientes
X. Diálogo entre los pueblos originarios y el Vaticano
Mensaje de los pueblos al papa Francisco
Sobre la autora
Notas
Arabela protegiendo a su guerrero
En la imagen de tapa Arabela protegiendo a su guerrero, están representados la mujer-águila blanca o dorada: Arabela y el hombre puma, el Uturunko.
Arabela era una joven admirada por su gente, sobre todas las cosas, por el radiante amor que profesaba a un valiente guerrero del clan. La pareja era el espejo de amor en el que todos querían reflejarse. Pero aquel guerrero era también uno de los mejores estrategas del escuadrón de defensa de aquella familia, en la época de la colonización de nuestro territorio.
Indefectiblemente el joven murió en una contienda. Arabela buscó descargar su desconsuelo reemplazando a su amado en el campo de batalla. Por más que intentó, la comunidad no supo hacer entender a la joven, que la esencia de nuestro pueblo es el amor. Porque según nuestra cosmovisión, los dos sentimientos opuestos que pueden dominar a un ser, son el amor o el miedo, la maldad como sentimiento no existe, podemos actuar haciendo daño, como acto de autodefensa, cegados por el miedo podemos equivocarnos, pero de esa manera erramos el camino del guerrero.
Su amado batallaba por amor a los suyos, en cambio ella estaba siendo dominada por el miedo que la ausencia de su amor le provocaba.
Su actitud conmovió a la comunidad, de pronto parecía incluso haber cambiado corporalmente, el rencor y el miedo reflejados en su mirada alejaban a sus seres queridos. Y los espíritus también dieron cuenta de este cambio. Al morir igualmente en batalla, los espíritus la transformaron en un águila blanca o dorada, ave característica de esta zona, para que su historia perdure.
Cuando sea el tiempo y Arabela comprenda y asuma su esencia de amor, va a volver a nacer como niña; y dicen los abuelos que va a traer consigo el retorno a la paz. Y ese retorno a la paz va a tener la forma del retorno al territorio para nuestro pueblo. Es por eso que esperamos con ansia, el tiempo de Arabela.
El Uturunko u Hombre puma es el protector del territorio y por sobre todas las cosas protege a las mujeres de la Comunidad. Tiene la capacidad de mirar y conocer nuestro corazón, por lo cual jamás va a hacer daño a un hermano.
Se transforma en Uturunko quien decide entregar su vida por completo a Yastay, el espíritu del guerrero ancestral, y asume la responsabilidad de hacer justicia por mano propia. Los Uturunkos fueron ancestralmente las autoridades de las comunidades, con la llegada del español a nuestros territorios, quien decidiera asumir ser Uturunko, se alejaba de la vida cotidiana de su familia y se internaba en cuevas de las sierras para que sus seres queridos no recibieran las represalias por sus acciones, públicamente se decía que «habían enloquecido», nosotros sabíamos que era una decisión consciente y era responsabilidad de las familias llevar alimentos a estas personas, ayudarlos en todo lo que fuera posible.
A veces la vida nos honra con privilegios respecto de los cuales, simplemente, no estamos a la altura de las circunstancias, siendo que, en mi caso, la posibilidad de prologar esta obra resulta ser uno de ellos, y sólo obedece a la generosidad de su autora, Mariela Tulián.
Zoncoipacha. Desde el corazón del territorio. El legado de Francisco Tulián constituye mucho más que el fascinante relato de la historia del juicio promovido en el año 1803 en representación de su pueblo por el cacique Francisco Tulián –posiblemente el primer abogado indígena argentino— contra la corona española, a través del cual obtuvo para su comunidad el expreso reconocimiento y la restitución de la posesión y de la propiedad de una parte de su territorio ancestral, de las cuales habían sido privados en el marco del genocidio y saqueo del mal llamado continente americano, perpetrado durante siglos por diversas potencias europeas.
En este aspecto, cabe destacar que, conforme lo señala la autora en la obra que me honra prologar, luego de la independencia de nuestro país del yugo español y de la conformación y consolidación de la nación argentina, dicha ilegítima dominación y expoliación persistió en términos similares, resultando cabal prueba de ello el hecho que en el año 1881 el gobierno de la provincia de Córdoba, en el marco de la eufemísticamente llamada «Campaña del Desierto», mediante ley provincial N° 854 disolvió las comunidades indígenas de la provincia y dispuso la apropiación de sus territorios, siendo que en la realidad de los hechos, dicho arbitrario despojo aún subsiste hasta nuestros días, extremo que, en alguna medida, motiva la realización y la publicación de este trabajo.
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