MI ABUELO AMERICANO
MI ABUELO AMERICANO
Juana Gallardo Díaz
TÍTULO: Mi abuelo americano
AUTORA: Juana Gallardo Díaz©, 2021
COMPOSICIÓN: HakaBooks - Optima, cuerpo 11
DISEÑO PORTADA: Hakabooks©
FOTOGRAFÍAS CUBIERTA: aportada por la autora©
1ª EDICIÓN: marzo 2021
ISBN: 978-84-18575-61-7
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CARTA AL LECTOR
A ti, lector, que acabas de abrir este libro con intención de leerlo, quiero decirte cómo ha sido el proceso de escritura del mismo.
Al empezar a escribir esta historia, no sabía en realidad qué iba a escribir y cómo. Sí tenía claro lo que quería hacer con la escritura: recuperar la memoria de mi abuelo, Francisco Gallardo López, que se fue a América en 1920 y murió allí con 38 años.
Como ves, por tanto, el punto de partida es “realista” pues mi abuelo existió y yo, su nieta, también existo o eso espero. Aparte de estos datos elementales, todo lo que leas aquí es ficción. Francisco tuvo una vida que nunca conoceremos y Clara es un personaje más que se fue desarrollando a medida que avanzaba la escritura. Todas las historias que cuenta de su infancia son producto de la imaginación, aunque no escribo en el vacío, por supuesto, sino desde una vida.
En el desarrollo de la escritura aparecieron dos voces distintas: la que cuenta en tercera persona la historia del abuelo en América y la otra de la nieta que, en primera persona, narra cómo es ese camino que está recorriendo hacia su abuelo y cómo esto desata en ella un proceso paralelo de búsqueda e indagación de sí misma. Digo “desata” deliberadamente, porque el conocimiento de uno mismo no es otra cosa que ir desatando y desenredando los nudos que la vida y nuestra ignorancia y torpeza han ido creando.
Primero dudé de si escoger una voz u otra para escribir lo que me proponía, luego decidí hacerlo con las dos a ver adónde me conducía, ya que veía que no eran excluyentes sino complementarias: se enriquecían e inspiraban mutuamente. Fue muy emocionante este descubrimiento.
De esta manera surgieron dos historias: Aquí también hay jazmines, es la historia del abuelo; Maleza, la de la indagación de Clara. Ambas pueden ser leídas por separado. Si decides hacerlo así, encontrarás al principio de cada una el índice que le corresponde. Si deseas, por el contrario, leerlo tal y como ha ido saliendo y como yo lo he escrito, puedes seguir este Itinerario de lectura que aquí te propongo. Encontrarás en él el nombre del capítulo y el número de página.
Es un juego, pero también un ejercicio de escucha de ti mismo: de tu necesidad, de tu comodidad, de tu placer.
ITINERARIO ALTERNATIVO
DE LECTURA
1 Los americanos MALEZA
2 La llegada a la Ford JAZMINES
3 El síndrome del yacente MALEZA
4 Los primeros hallazgos MALEZA
5 El hundimiento de Ulises JAZMINES
6 El hundimiento de Penélope MALEZ1
7 La tierra y el cielo MALEZ5
8 Obreros y campesinos MALEZA
9 Juan limpia el espejo JAZMINES
10 La bicicleta MALEZA
11 El mal existe JAZMINES
12 La sombra MALEZA
13 Candy y la muerte de la madre Chica JAZMINES
14 Detroit y las ruinas MALEZA
15 La llegada de la primavera JAZMINES
16 El honor y la gloria MALEZA
17 Música blanca y música negra JAZMINES
18 Lucy Peterson JAZMINES
19 El hambre y la locura JAZMINES
20 El plato de hojalata MALEZA
21 La locura MALEZA
22 Bella y la locura JAZMINES
23 El amor MALEZA
24 El amor a Candy JAZMINES
25 La escuela MALEZA
26 Visita a Bella y decisión JAZMINES
27 La solidaridad y los diferentes MALEZA
28 Juan rompe el espejo JAZMINES
29 El regreso de Bella JAZMINES
30 La culpa MALEZA
31 El deseo, el miedo y la casa del Arce JAZMINES
32 La piedra MALEZA
33 Esto va en serio JAZMINES
34 Liseo, el río Detroit y los sueños JAZMINES
35 Lealtad y fidelidad: el arcón MALEZA
36 Últimos días en Detroit JAZMINES
37 El regreso JAZMINES
38 Maleza JAZMINES
39 El confinamiento MALEZA
40 El orden y el desorden de las cosas JAZMINES
41 Ítaca ya no es Ítaca JAZMINES
42 Créeme: el paraíso está allí JAZMINES
43 De profesión informante JAZMINES
44 El sueño se desmorona JAZMINES
45 Francis se siente rico JAZMINES
46 La resurrección de Clara MALEZA
A todos mis antepasados
con agradecimiento.
Cuando pienso en sus vidas (las de mis padres), los imagino llegando a Ellis Island sin un centavo, sin estudios, sin saber una palabra de inglés, y mis ojos se llenan de lágrimas. Quiero decirles: “Sé por lo que habéis pasado. Sé lo duro que fue. Sé que lo hicisteis por mí. Por favor, perdonadme por haberme avergonzado de vosotros”.
Irvin D. Yalom
Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos un instante en el paraíso.
Jorge Luis Borges
AQUÍ TAMBIÉN
HAY JAZMINES
1
La llegada a la Ford
Estaba en los Grandes Lagos de Michigan, estaba en los Grandes Lagos de Michigan, estaba en los Grandes Lagos de Michigan: lo repetía una y otra vez para poder creerlo. Después de un viaje, que se le había hecho eterno, había llegado por fin. Al ver, desde el barco, el puerto de Nueva York, un compañero se quedó mirando fijamente el mar que estaban dejando atrás y dijo: estamos a miles de kilómetros de casa. Francisco hizo ver que no le oía. No quería pensar en eso: “miles” era solo un número, atroz, pero número al fin y al cabo. Prefería mirar con atención todo lo que tenía delante: una nueva vida.
Como si fuera el capitán de un barco, contaba, mentalmente, a Isabel, su mujer, todo lo que descubría del nuevo mundo, y hacía de aquellas conversaciones su particular cuaderno de bitácora:
Isabel, aquí hay muchas maneras de trasladarte de un lugar a otro: hay trenes de vapor, que van al doble de velocidad que aquel borreguero nuestro; hay coches que pueden llegar a alcanzar los 60 o 70 kilómetros por hora, ¡imagínate!; camionetas; carretas tiradas por caballos; tranvías; metros, hay muchas formas de moverse, porque esto es un no parar, vas todo el día de un lado para otro y todo está lejos y por eso no te bastan tus pies.
Después de su llegada a Nueva York, se trasladaron, él junto a Santiago y Juan Cruz, el sevillano que habían conocido en la pensión de Madrid, a Detroit, concretamente a River Rouge, que iba a ser donde vivirían.
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