WILLIAM GURNALL [1617-1679]
“Christian in complete armour, or, a treatise of the saints war against the Devil”, 1655
Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes. En el antiguo Oriente, cuando en una fiesta o banquete era de conocimiento general que el anfitrión sentía una aversión especial hacia alguna persona en particular, estuviera la tal persona presente o ausente, era habitual entre los invitados complacerle “mofándose de ella”, empleando en el juego para mayor diversión un lenguaje irónico y sarcástico. Estos son los “lisonjeros, escarnecedores y truhanes”.
JOHN GADSBY [1809-1893]
“My Wanderings”, 1860
Vers. 17. Señor, ¿hasta cuándo verás esto? rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones. [Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi preciada vida de los leones. RVR ] [¿Hasta cuándo, Señor, estarás mirando? Rescata mi alma de sus estragos, mi única vida de los leones. LBLA ] [Oh Adonai, ¿hasta cuándo seguirás mirando esto? ¡Libra mi vida de sus destrucciones, mi alma solitaria de los leones!. BTX ] [¿Hasta cuándo, Señor, vas a tolerar esto? Libra mi vida, mi única vida, de los ataques de esos leones. NVI ] [Dios mío, ¿vas a seguir impasible? Líbrame de los que rugen, de estos leones libra mi vida. BLP ] [¿Hasta cuándo, oh Señor, te quedarás observando sin actuar? Rescátame de sus ataques feroces. ¡Protege mi vida de estos leones! NTV ]
Señor, ¿hasta cuándo verás esto?162 ¿Por qué te limitas a ser un mero espectador? ¿Por qué descuidas a tu siervo? ¿Eres indiferente? ¿No te afecta el que perezcamos? Así podemos razonar con el Señor, pues él nos permite que lleguemos hasta este punto de familiaridad. Hay un tiempo fijado para nuestra salvación, tan solo que nuestra impaciencia a menudo lo ve muy lejos, y muy lento en llegar; sin embargo, la sabiduría divina ha ordenado la hora, y nada podrá retrasarla.
Rescata mi alma de sus destrucciones.163 Complácete en librarme de sus múltiples ardides; de sus constantes asaltos.
Mi preciada vida de los leones. Mi alma, mi hermosa, mi única y preciosa alma, líbrala de las fauces de los leones. 164Sus enemigos eran feroces, astutos y fuertes como leones jóvenes; solo Dios podía librarle de sus mandíbulas, y por tanto, a Dios se dirige.
C. H. SPURGEON
Señor, ¿hasta cuándo verás esto? Rescata mi alma de sus destrucciones, mi preciada vida de los leones. Satanás nos espía constantemente, y tan pronto intuye nuestras acciones, le falta tiempo para presentarse ante Dios con sus chismes y acusaciones, 165acude raudo a la ventanilla del cielo para entregar sus pliegos de cargo contra nosotros; y mal nos iría de no ser por la intervención de el Gran Canciller de la paz, nuestro Abogado, el Señor Jesucristo. 166Pues así como Dios guarda todas nuestras lágrimas en su redoma, y anota en un libro 167todos y cada uno de los gemidos de nuestra pasión santa; también Satanás mantiene un registro de nuestros pecados y lo utiliza para apelar contra nosotros ante la justicia divina. Y de ser Dios como los hombres, sujeto a pasiones e influenciable por las insinuaciones del común acusador, 168¡ay de nosotros! Pero de nada le valen sus estratagemas, porque el Señor prestará primero atención a un solo hijo de verdad que a diez mil padres de la mentira. 169Poco importan las calumnias del demandante, cuando el juez esta predispuesto a la absolución. Perdimos nuestra alma a traición, y ahora el diablo nos la reclama con astucia, pero irrumpe en el litigio Uno que ejerce sobre la misma su derecho de dominio previo por partida doble: por promesa y por compra: “Señor, rescata mi alma de sus destrucciones, mi preciada vida de los leones”. Señor Jesús, defiende aquello que te pertenece; no consientas que Satanás se apodere por la fuerza o mediante fraude de aquello que tú adquiriste con tu propia sangre.
THOMAS ADAMS [1583-1653]
“Heaven Made Sure; or, The Certainty of Salvation – Sermon on Psalm XXXV”, 1615
Mi preciada. 170En la Sinopsis de Poole 171los críticos explican este adjetivo para referirse al alma como: mi única, mi solitaria, mi desolada, mi abandonada: y también: mi alejada o destituida de toda esperanza humana. Así es como se siente el alma bajo dolor de la aflicción, como leemos también en el Salmo 22: “Libra mi alma de la espada, mi única de las garras del perro”. 172
De los leones. De nuevo encontramos aquí el paralelismo con el Salmo 22: “Sálvame de la boca del león”. 173Daniel en el foso de los leones se hallaba físicamente en la misma situación en la que David se hallaba espiritualmente ante sus enemigos: cercado de criaturas feroces y despiadadas, crueles y rabiosas; indefenso, sin otra arma que la oración y ni otra ayuda que la del Señor. Los hijos de Dios viven rodeados constantemente por los leones del infierno, y expuestos a sus zarpazos y dentelladas, por lo que sus rugidos espantosos pueden llegar a intimidarles; pero su alma, su “preciada”, es también preciada y amada por Dios, y por tanto, tenemos absoluta seguridad de que será rescatada.
C. H. SPURGEON
Vers. 18. Te confesaré en grande congregación; te alabaré entre numeroso pueblo. [Te confesaré en gran congregación; te alabaré entre numeroso pueblo. RVR ] [En la gran congregación te daré gracias; entre mucha gente te alabaré. LBLA ] [Yo te daré gracias ante la gran congregación, te alabaré entre un pueblo numeroso. BTX ] [Yo te daré gracias en la gran asamblea; ante una multitud te alabaré. NVI ] [Te daré gracias en la gran asamblea, te alabaré en medio de la multitud. BLP ] [Después te daré gracias frente a la gran asamblea; te alabaré delante de todo el pueblo. NTV ]
Te daré gracias en la gran asamblea. Las liberaciones notables deben quedar registradas, y su fama enaltecida. Todos los santos han de ser informados de la bondad del Señor. El tema es digno de la gran asamblea; la experiencia de un creyente es tema de importancia suficiente como para que el universo entero se reúna a escucharlo. La mayoría de los seres humanos hacen públicas sus ofensas y agravios, las personas buenas deben anunciar sus misericordias.
Te alabaré entre numeroso pueblo, Voy a glorificar al Dios de mi salvación delante de amigos y enemigos. El Rey del cielo es merecedor de un tributo diario de alabanza: alabanza personal, alabanza pública y alabanza perpetua. Es por ello que, por segunda vez en salmo, la oración de David concluye en alabanza, como debe ser en toda oración.
C. H. SPURGEON
Vers. 19. No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos, ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo. [No se alegren de mí mis pérfidos enemigos, ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo. RVR ] [No permitas que se regocijen a costa mía los que injustamente son mis enemigos, ni que guiñen el ojo con malicia los que sin causa me aborrecen. LBLA ] [No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos, ni guiñen el ojo los que sin causa me aborrecieron. BTX ] [No dejes que de mí se burlen mis enemigos traicioneros; no dejes que se guiñen el ojo los que me odian sin motivo. NVI ] [Que no se burlen mí quienes sin razón me detestan, que no se hagan guiños quienes sin motivo me odian. BLP ] [No permitas que mis enemigos traicioneros se regodeen en mi derrota; no permitas que los que me odian sin motivo se deleiten en mi tristeza. NTV ]
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