Estoy interesado, por ejemplo, en llegar a seminaristas, estudiantes, creyentes y no creyentes, y académicos en general; que desean disfrutar y estudiar de forma profunda este sector importante de la pedagogía y teología de Jesús. Y con este objetivo didáctico he incluido al final del libro una importante –aunque no tan extensa– bibliografía, que puede motivar, inspirar y guiar a personas que deseen profundizar aún más en los temas que expongo y analizo. Invito a los lectores y las lectoras interesados en continuar estas investigaciones a penetrar aún más en este mundo maravilloso de las parábolas, guiados por nuestra bibliográfica y las reflexiones críticas que incluyo en el libro.
La verdad es que escribir en torno a este tema de las parábolas me ha dado una gran satisfacción personal, por las implicaciones familiares y profesionales que tiene. De un lado, honro a mi abuela y mis padres, pues con ellos escuché por vez primera las extraordinarias narraciones bíblicas que estudio aquí de manera formal, detenida y sistemática. Y del otro, espero que este estudio llegue a mis hijos y nueras, y a mis nietos y nieta, para que se mantenga en la familia, y también entre mis amistades, colegas y estudiantes, y en el pueblo en general, el mensaje grato, significativo, transformador, relevante y desafiante de las parábolas de Jesús de Nazaret.
He escrito este libro en medio de mis vivencias en la Tierra Santa, específicamente en Jerusalén. Es decir, que al analizar las parábolas y reflexionar en torno a las implicaciones de las enseñanzas de Jesús, he vuelto a los lugares tradicionales que recuerdan el escenario original de esas extraordinarias narraciones bíblicas. En medio de la redacción de esta obra me rodeaban los paisajes de Jerusalén, Jericó, el lago de la Galilea y Nazaret donde estas narraciones cobraron vida por vez primera.
En efecto, mientras investigo, reflexiono y escribo, he querido recorrer nuevamente las montañas alrededor de Jerusalén, transitar los terrenos pedregosos de la Galilea, disfrutar los paisajes del desierto de Judea, navegar las aguas del lago de Genesaret, caminar la ruta de Jerusalén a Jericó, y volver a Betania, para ver en lontananza el paisaje inspirador que se contempla desde la cima del monte de los Olivos, muy cerca de donde vivían el amigo y las amigas de Jesús, Lázaro, Marta y María. Esos ambientes son inspiradores, esos parajes son desafiantes, esas localizaciones son estimulantes, esas experiencias son transformadoras…
Escribo este libro, además, en medio de la traducción y revisión de la Biblia conocida como la Nueva Versión Internacional. Esas labores académicas y pastorales me han permitido regresar al corazón de la literatura que contiene las parábolas de Jesús, me han motivado a leer y releer las enseñanzas del maestro en el idioma en que se presentaron, y del cual se han traducido, a través de la historia: el griego koiné o común.
Agradecimientos
Son muchos los agradecimientos relacionados con la investigación, redacción y edición de esta obra. En primer lugar, la oportunidad que me concedió Global Ministries de vivir por varios años en la Tierra Santa, ha sido de un valor incalculable en mi vida personal, familiar y profesional. Le agradezco mucho al Dr. Peter Makari esa valiosa oportunidad. También Educational Opportunities me permitió vivir por períodos de tiempo prolongados en Jerusalén y proveyó los recursos necesarios para llevar a efecto las investigaciones pertinentes para preparar esta obra. Al Dr. James Ridgway y a su hijo James Ridgway Jr., va también nuestro muy sincero agradecimiento. Y a ambas instituciones y ejecutivos: Muchas gracias, muchas veces…
Además, quiero aprovechar la oportunidad para expresar públicamente mi agradecimiento al buen amigo y colega, Plutarco Bonilla Acosta. Fue su libro Los milagros también son parábolas , el que me inició en el estudio riguroso de las parábolas de Jesús de forma sistemática. Una vez leí su obra, supe que algún día visitaría esos temas y le impondría mis huellas digitales, mis pensamientos, mis ideas, mis teologías, mis prioridades, mis aspiraciones… Gracias Plutarco, eres un escritor magnífico y un amigo ejemplar…
Nohemí ha editado mis libros por muchos años. Ella no solo lee los manuscritos, sino los comenta y analiza, añade ideas y contribuye positivamente no solo en los procesos de redacción y edición, sino que me desafía con sus preguntas, reflexiones, análisis y teología. Gracias Nohemí…
El poema
Quisiera culminar este prefacio con algunas ideas que se exponen en una de las parábolas más famosas de Jesús. En efecto, «el sembrador salió a sembrar», y como respuesta a esa enseñanza incluyo un poema que escribí hace algunos años en torno a ese importante Sembrador , y las implicaciones transformadoras y contextualización de su mensaje…
El Sembrador…
Sembrador de las edades,
Sembrador de la esperanza,
Riega paz, justicia, danza,
Virtud, nobleza, verdades.
Labrador de las bondades,
Sembrador, Señor y Dios.
Toma un pedazo de tierra,
Haz surco en el corazón,
Toma la espina, el dolor,
De un pueblo que está llorando,
Destruye quejas, quebrantos.
Sembrador, Señor y Dios.
Sembrador de muchos suelos,
Que linderos, tiempos rompes,
Métete aquí entre los hombres,
Transforma, mueve y libera.
Cambia en vida las cadenas,
Sembrador, Señor y Dios.
Sembrador que sueñas gracia,
En medio de las tristezas,
Que a las mujeres renuevas,
Y les brindas libertad,
Llega con vida y lealtad
Sembrador, Señor y Dios.
Sembrador que vives presto,
Y respondes a clamores,
Eliminando dolores
Y destruyendo quimeras.
Libertador de mil penas,
Sembrador, Señor y Dios.
Sembrador de las ideas,
Forjador de pensamientos,
Levanta a un pueblo, que lento
Va rechazando las vedas.
Destructor de mil condenas,
Sembrador, Señor y Dios.
Sembrador de gracia y vida,
Quijote de las bonanzas,
Llega hasta aquí, a mis labranzas,
Endereza mis veredas,
Constructor de fortalezas,
Sembrador, Señor y Dios.
Samuel Pagán Jerusalén Semana Santa 2020
_Introducción
También dijo: «Un hombre tenía dos hijos,
y el menor de ellos dijo a su padre:
“Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde”.
Y les repartió los bienes.
No muchos días después, juntándolo todo,
el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada,
y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente».
Lucas 15.11-13
Un mensaje y cuatro evangelios
La lectura inicial de los cuatro evangelios canónicos revela la importancia que tienen las parábolas en el estudio y la comprensión del mensaje de Jesús. De forma continua y sistemática, el Señor hablaba a sus discípulos en esa singular forma literaria. Tenía muchas enseñanzas y discursos, pero afirmaba un solo mensaje de esperanza, transformación y vida.
Una evaluación atenta de los documentos bíblicos pone en evidencia clara que las parábolas contienen una parte fundamental e indispensable del mensaje del famoso Rabino de la Galilea. Inclusive, hay porciones evangélicas que afirman, de manera directa y categórica, que Jesús solo le hablaba en parábolas a sus discípulos (p. ej., Mt 13.34; Mr 4.34). Estos versículos ponen claramente de manifiesto, en un lenguaje figurado e hiperbólico, que las parábolas jugaban un papel protagónico en la metodología pedagógica, la afirmación de los valores y la teología de redención del Señor.
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