Michael Ramminger - Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973

Здесь есть возможность читать онлайн «Michael Ramminger - Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El movimiento Cristianos por el Socialismo surgió y se desarrolló bajo el alero de la corriente de pensamiento y acción cristiana que fue la teología de la liberación latinoamericana. Propuso un socialismo con un «rostro humano».

Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973 — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Pensamos que la declaración de ustedes es significativa, porque afirman que ‘la razón profunda de este compromiso es la fe en Jesucristo’. Ello constituye un testimonio de que la fe cristiana es ante todo una fuerza crítica que hace que el hombre se abra al futuro como futuro de libertad. En contra de lo que algunos han pensado, esto significa ‘desideologizar’ la fe. La fe cristiana está permanentemente amenazada de transformarse en ideología y la historia nos lo demuestra fehacientemente. El camino de la desideologización es devolver a la fe su criticidad sobre el statu quo .

Agregan que el cristianismo había estado expuesto siempre al peligro de «constantinismo», esto es, a que el poder dominante lo utilizara como instrumento. En la declaración no se habla de un «socialismo cristiano» ni de un «camino cristiano hacia el socialismo», sino sencillamente de tomar parte en las luchas políticas por una sociedad justa. Por eso mismo, –por no orientarse hacia un «clericalismo de izquierda»–, esta declaración es la «superación del constantinismo». Pues por el contrario, el clericalismo ha buscado siempre entregar poder económico, político o ideológico a los clérigos:

«Se ha reprochado a ustedes el estar cayendo en un ‘clericalismo de izquierda’ y el provocar ‘desorientación en los cristianos’. Creemos que ambas acusaciones son injustas (…) El constantinismo es la tentativa, realizada por cualquier tipo de poder (social, económico, político), de apoderarse del nombre de ‘cristiano’. El compromiso de los cristianos con la construcción del socialismo de ningún modo es un intento de construir un ‘socialismo cristiano’ o de proponer una ‘vía cristiana hacia el socialismo’. En ese sentido la declaración de ustedes es un paso más en la superación del ‘constantinismo’ y de cualquier clericalismo político. Este clericalismo se caracteriza además por perseguir la obtención de ciertos privilegios para la Iglesia de parte del poder político. Es evidente que en la declaración de ustedes no hay nada de eso».

Un compromiso con la situación política concreta y con la praxis –agregan– debe tomar conciencia de que son los partidos marxistas los que en Chile conducen el proceso y que por lo tanto hay que colaborar con ellos, sin limitarse a un solo partido. Los profesores anotan que eso es lo que está sucediendo. La pregunta por la unidad de movimientos y partidos es aquí, igual que en la declaración de los 80 , un tema que se reiterará varias veces hasta el golpe en 1973.

«La lucha de clases existe. Es una realidad presente»

Otro tema del que trata la carta de apoyo es el de la lucha de clases, un tema que deberá jugar siempre un papel importante, al menos subterráneamente. En este punto se inicia un conflicto que va a atravesar más tarde toda la discusión en torno a la teología de la liberación. Mientras una parte de la Iglesia oficial, sus instituciones y los enemigos de la teología de la liberación van a decir que los cristianos de izquierda «propagan» la lucha de clases, el grupo que apoya a los CPS sostiene y con razón que la lucha de clases es una realidad empírica y trasversal, incluso dentro de la Iglesia:

La lucha de clases no es un concepto, es la más cruda realidad. Prescindir de ella sería justificar la situación actual de miseria e injusticia. Nosotros aceptamos la realidad para superarla con un amor que, transformado en fuerza política, libere a pobres y ricos y acelere el día cuando ya no se escuchará el grito angustiado de los que sufren (…) También consideramos positiva la declaración, porque ella abre un diálogo de gran importancia al interior de la iglesia. La Iglesia no es ajena al fenómeno de las clases. Ello significa que en su interior existe un lugar para los que hemos tomado este tipo de compromiso… 35

Con este tema recogido ahora por los profesores, el Grupo de los 80 había tocado un punto por cierto altamente sensible. El reproche de propagar la lucha de clases vuelve a expresarse en una carta del teólogo y sacerdote Beltrán Villegas publicada en El Mercurio del 20 de abril:

5. Si hay algo claro para cualquier estudioso del Evangelio, es que el pensamiento de Jesús no opera con los conceptos de ‘clases sociales’ y que sus pronunciamientos recaen sobre una zona de la existencia humana infinitamente más honda, compleja y universal que la que es determinada por los roles antagónicos que se engendran en el proceso de la producción económica. Jesús viene a salvar a todos los hombres, y él ciertamente no concibe la salvación como un proceso histórico inmanente, protagonizado por una clase social 36.

Esta carta tuvo dos respuestas de los del Grupo de los 80, una de Esteban Gumucio, otra de Gonzalo Arroyo. El primero escribe:

Eso supuesto, creo que los marxistas nos han ayudado a ver con agudeza que existe una lucha de clases. Es un hecho que está ahí presente. Como cristianos nos preocupa e interesa. En definitiva, queremos que el amor triunfe y para ello es importante que los oprimidos, dondequiera estén ideológica o económicamente dominados, abran los ojos y tomen conciencia de su situación. Nos parece importante a nosotros, que vivimos en contacto habitual con los pobres; nos parece importante que no confundan la absoluta gratuidad de la salvación de Jesús, con una resignada pasividad 37.

A pesar del tono conciliador de esta respuesta, la dureza de la discusión se vuelve clara al final de la carta, donde Gumucio –con una cierta suficiencia– deja en libertad a Beltrán Villegas para que este le dé a conocer esta respuesta suya al director de El Mercurio, diario hostil al gobierno popular, para ser publicada donde mismo lo había sido la de Villegas 38. El jesuita Gonzalo Arroyo se expresa de manera semejante al escribir que todos los cristianos deben tomar un compromiso histórico concreto si quieren ser consecuentes con su fe en Jesucristo liberador. Agrega que este compromiso no puede derivarse directamente del evangelio, sino necesita una mediación socio-analítica y que es evidente que Jesús no utilizó ese medio, es decir, el concepto de lucha de clases, pues este fue desarrollado recién en el siglo XIX. Y que se adopta este concepto para describir socio-analíticamente desde su núcleo más íntimo las realidades del hambre, la cesantía, la represión, etc., y para rechazar la ideología burguesa que identifica el concepto de lucha de clases con odio, violencia y traición con el fin de ocultar la realidad y mantener estables en provecho propio las relaciones sociales existentes 39.

El Grupo de los 80, su relación con la Iglesia y con la izquierda

El análisis formulado por Gumucio y Arroyo adopta en el fondo una idea de la teología de la liberación 40, una de cuyas consecuencias es que la misma Iglesia está atravesada por contradicciones de clase. Sobre la base de esta idea, una Iglesia que no preste atención en primer lugar a los pobres y necesitados no puede pretender ser seguidora de los profetas. Desde esta perspectiva, para cumplir con su misión propia de entregar a todos –universalmente– una respuesta liberadora, deberá responder a la pregunta de si ella está del lado de los pobres. Sin liberación de los pobres, o sin participar en su lucha por liberarse, no puede haber una liberación de toda la sociedad. La declaración de los profesores que lleva esta línea de argumentación va aún más lejos al afirmar que los ricos por su parte deben ser liberados de su egoísmo y de la explotación a que someten a los que nada tienen 41.

Con una toma de posición tan clara, se enciende el conflicto básico ya mencionado: el de la pregunta por la unidad de la Iglesia. Pese a que el Grupo de los 80 no se expresara con claridad sobre el punto, es evidente que entendiendo el cristianismo como ellos lo entienden, la respuesta a la pregunta de si todas las convicciones políticas y teológicas tienen igual cabida dentro de la Iglesia debe ser inequívoca. Si se entiende a la Iglesia como comunidad profética de seguidores de un Cristo liberador, entonces quedan enjuiciados aquellos sectores de la Iglesia que se niegan a aceptar esa manera de entenderla. La conflictividad de esta postura era tan obvia, que el grupo prefirió moderarla y mitigarla en su respuesta a los obispos:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973»

Обсуждение, отзывы о книге «Éramos iglesia… en medio del pueblo. El legado de los Cristianos por el Socialismo en Chile 1971-1973» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x