Yerleny Nuñez - Un fin de semana con la esposa de mi amante

Здесь есть возможность читать онлайн «Yerleny Nuñez - Un fin de semana con la esposa de mi amante» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un fin de semana con la esposa de mi amante: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un fin de semana con la esposa de mi amante»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Leny, una joven casada en busca de sus sueños, conoce a su alma gemela, el cual también está casado.
Leny tiene que vivir siendo esposa y amante, pero la vida le da la oportunidad de entrar a la casa con la esposa de su amante. Ahora, ella debe decidir cuál es su lugar y con quién se queda.

Un fin de semana con la esposa de mi amante — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un fin de semana con la esposa de mi amante», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Yo voy en coche, respondí.

Cuídate, mi amor, escribió él.

De inmediato, pensé sorprendida: «¡Ah! ¿Cómo que “mi amor”? ¿Qué le pasa a este mocoso?». Porque, en realidad, no me producía nada en ese momento, sino que era otro más sin importancia.

Pasó el día superrápido; ya casi eran las 7.00 de la tarde y estábamos en un mall comprando ropa. «¿Qué me pongo, qué no?», pensé.

—Chicas, faltan diez minutos para las 7.00 p. m. y tenemos una cita —dije.

—Ya casi terminamos —respondió Yani.

—Puta mierda, me llama Ernesto —respondí un poco estresada—: Sí, ¿qué tal, Ernesto? Oye, creo que llegaré un poco tarde. Me disculpas.

—No hay problema, aquí te espero —me contestó él al otro lado del teléfono.

Llegamos tres horas después, a las 10.00 p. m., y él aún esperaba por mí.

—Ya estamos aquí —le dije mirándolo a los ojos—. ¿En serio no te fuiste?

—Sí, ¿por qué me iba a ir? Hay mujeres a las que vale la pena esperar —exclamó de nuevo este caballeroso hombre.

Mientras sus ojos se quedaron clavados sobre mi, que belleza de mujer, eres lo más parecido a una princesa de esos cuentos de hadas. Pero sexi —dijo Ernesto.

—Gracias. Pero ¿tres horas, Ernesto? —pregunté.

—Esperaría más por usted, señorita, si es necesario.

Ese hombre diez empezó con sus halagos de nuevo y sentí que lo que mi amiga Cami dijo, con respecto a que le gustaba, era verdad.

—Sí, todo hombre hace lo que sea cuando quiere tener a una mujer —dijo Cami—. Los hombres, cuando quieren a una mujer por primera vez —continuó—, son capaces de bajarle la luna, si es necesario. Siempre se están divorciando o se quedan con su mujer por los niños y bienes. Cuando un hombre quiere obtener a una mujer no esperaría tres, esperaría diez horas.

Cami era muy directa y clara.

—¡Cami! —grité—. Cálmate, por favor.

Pero Cami prosiguió:

—Todo esto pasa mientras la mujer dice que no, insinuándole un sí. Aunque son temas de mujeres, me los reservo. Tienes razón, Leny, aprovechemos la noche.

La miré a Cami con cara de «te mato».

—¡¡Salud!! —dije rápidamente. El comentario de Cami me hizo sentir un poco comprometida con Ernesto.

Todos alzamos las copas.

—Brindemos por una mujer que desde el primer día impactó mi corazón. Y sé que estará conmigo hasta el último día de mi vida. Pues esta mujer me ha dejado profundamente atraído. Leny es una mujer que irradia dulzura, pero a la vez frialdad y, no sé, eso me gusta —dijo Ernesto.

Pensé que Ernesto estaba loco con lo que decía, y no me imaginaba una vida con él. Pero brindamos; total, era parte de la noche de aventuras.

Pasaba otra mágica noche, después del triunfo, estaba apareciendo un hombre. Aunque no era el soñado por mi, sí había cosas que me impactaban de ese caballero joven.

Parece que, cuando pides algo al universo, este conspira con todo. Dicen que, cuando te va bien en los negocios, hay un 90 % de posibilidad de que te vaya a ir bien en el amor. Y atraes todo lo bueno y positivo. Solo basta con dar el primer paso a un viaje, a una nueva vida, una salida, un nuevo negocio, e ir a por todo lo extraordinario. Aunque no tengas las herramientas ni estrategias en ese momento. Ya diste el primer paso para que el universo conspire a tu favor.

Ernesto se puso de pie y dijo que iba al baño.

—Ya no aguanto, chicas. Este hombre no me gusta, no es mi tipo, me voy —dijo Leny.

—Aguanta un poco más, no lo podemos dejar así; es más, dale un besito —dijo Cami.

Todas reímos.

—¿Qué dicen?, ¿están locas?

—Pues no le dejarás así como si nada después de que se ha portado tan bien —dijo esta vez Yani.

—Chicas, pero ¿un beso, en serio?, ¿están locas?

—Ahí viene. Ya sabes.

—Chicas, ¿adónde vamos ahora? Sigue la rumba —dijo Ernesto.

—A la casa, Ernesto —dije.

—No, vámonos a otro lugar, quiero bailar —proclamó Cami.

—Seguro que no —contesté.

—Está bien. Si Leny quiere irse a casa, yo la llevo —dijo Ernesto.

—Gracias, Ernesto. Ustedes tomen el coche pueden adelantar chicas, yo me voy con Ernesto —dijé.

Llegamos a mi apartahotel y me dijo:

—Eres la mujer mas hermosa que he conocido.

—Gracias —le respondí—. Tú también eres bien guapo.

—¿Te puedo dar un beso?

Ahí vino la pregunta de intercambio. No entiendo por qué el hombre no puede dar nada sin pedir algo a cambio. Pero pensé: «Solo es un beso. Sí, lo sé, soy casada, pero es solo un beso, nada más. Total, no es feo; lo voy a besar, a ver qué se siente con unos labios carnosos llenos de juventud, qué se siente al besar puro colágeno».

—Por supuesto —respondí—. ¿No te importa que sea el primer y el último beso?

—Será el primero, pero no el último —respondió él con seguridad.

Sus labios empezaron a pegarse a los míos, sentía su saliva fría, su aliento refrescante en ellos. Continué, me dejé llevar por el beso. Abrí mi boca y le di continuidad a un beso que me estaba empezando a gustar, él paró. Le pregunté por qué.

Lo agarré por el pelo mientras continuábamos en su coche. Lo besé más fuerte, con más pasión. Sentía que era el mejor beso que me habían dado en muchos años, que, si tuviera que recordar, sería el segundo mejor beso, después de aquel a los doce años de edad . Me paró de besar. Me miraba a los ojos y me dijo con una sonrisa pícara: «¿Viste que no será el último beso?».

Yo me sonreí, porque no niego que me encantó. Y más cuando acerqué su olor a piel exquisita: me fascinó. No puedo creer cómo estoy hablando de esa manera de un chico de treinta años. Pero él era más que solo un chico, sabía tratar a una dama.

—¿Salimos mañana a desayunar? —me preguntó.

«Otra cita más», pensé. Esto era peligroso para mí estando casada, aunque él aún no lo sabía. Pero estaba de vacaciones; lo que pasa en Santo Domingo, se queda en Santo Domingo.

—Acepto —y le di un último beso esa noche.

—¿Te parece, mi reina, a las 10.00 a.m.?

—Sí, perfecto. Es más, búscame —respondí—, para estar puntual.

Porque, aunque vivía en el país de la puntualidad, de los relojes, de los chocolates, del queso y de los bancos, nunca había dejado mis costumbres latinas.

Subí a la habitación y allí ya estaban las chicas. Yo tenía una sonrisa extraña.

—Cuéntanos, ¿cómo te fue con el galanazo de Ernesto?

Chicas, no piensen que soy una mujer que a la primera se va con quien la besa, pero debo reconocer que hoy he tenido el beso más emocionante de mi vida. Era tan profundo, había tanta conexión… Increíble.

—¡Guau, Leny! Necesitabas un beso así, que te hiciera sentir viva. Tu relación con tu esposo es solo costumbre, fría; necesitas fuego, pasión —dijo Yani.

—Chicas, ¿cómo creen que le puedo ser infiel a un hombre que me ama tanto?

—Recuerda esto: antes de serle fiel a otros sé fiel a ti misma, tu cuerpo pide fuego. Dale fuego. Tómalo, que son tus vacaciones y no volverás a verlo más —comentó Cami.

—¡Tienen razón, chicas! ¡A vivir esta aventura!

Al día siguiente a las 9.59 de la mañana. sonó mi teléfono. Era Ernesto. Me empezó a emocionar su nombre en mi celular.

—Hallo.

-—Estoy aquí abajo esperando, mi reina.

—Ya bajo. Perfecto.

—Tómate el tiempo que necesites —dijo Ernesto.

Me abrió las puertas del coche.

—¡Hola, amor!

—Hola —respondí

—Mi vida, no dormí en toda la noche pensando en ti.

—Ya somos dos. —Volví y lo besé .

Queria estar segura de que la conexión que existía la noche antes y ese fuego intenso en nuestros labios, cuando nos dimos ese primer beso, era real. Y, justamente, era el mismo beso de la última noche.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un fin de semana con la esposa de mi amante»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un fin de semana con la esposa de mi amante» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un fin de semana con la esposa de mi amante»

Обсуждение, отзывы о книге «Un fin de semana con la esposa de mi amante» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x