Los bloques zonales han marcado un cambio radical en el manejo del espacio. Años atrás se pensaba más en el contrario, hoy la ubicación y posicionamiento se dan más en relación al balón.
En los comportamientos tácticos con marcaciones individuales, la reducción de espacio era casi imposible, hoy en los posicionamientos zonales es el arma principal en el accionar defensivo.
La posición del balón igual ha influido. Años atrás, los mediocampistas eran los de mayor posesión, hoy los defensas centrales son lo que manejan y controlan por más tiempo. Antes interesaba el adversario y no el balón. Hoy interesa más el balón que el adversario.
Los posicionamientos que muestro son comportamientos tácticos de instantes, que se construyen y se destruyen rápida y repetidamente. Allí están la capacidad y la inteligencia de juego de los equipos ganadores, en poder ejecutar estas organizaciones lo más rápido posible y con la mejor perfección táctica.
Debo afirmar que las selecciones más tácticas, las de más rápidos posicionamientos organizados y de libertad al descomponerlos para buscar ataque, así como su accionar ofensivo de gran volumen han sido las que más títulos mundiales han ganado.
Además, tengo que decir que después de este aprendizaje a lo largo de múltiples mundiales y diversas selecciones, quienes busquen competir a alto nivel deben respaldarse en esta diversidad de conceptos como bloques, como organizaciones colectivas y en buscar promover equipos presionantes. Sin ellos no podrán estar a la altura de la élite mundial. Esa ha sido mi experiencia y mi puesta en práctica.
En el fútbol la estructura de juego está fundamentada en posiciones. Estas crean un conjunto que da continuidad a los posicionamientos colectivos o zonales.
El posicionamiento es una estructura que converge con la ubicación y distribución de los jugadores dentro del campo de juego bajo un concepto táctico, la interacción entre estos de acuerdo con el accionar del contrario, y la posición y acción del balón.
La táctica colectiva está ligada a las posiciones en defensa y ataque que dan el nacimiento a posicionamientos zonales y colectivos. Estos, para su organización, están sujetos a la ubicación del balón y su intención de juego; y al espacio de juego, ya sea en campo propio o contrario; o en sectores determinados como los costados y áreas, sean en defensa o ataque.
Las posiciones que dan creatividad a los posicionamientos son circunstanciales y dinámicas. El jugador debe reaccionar muy rápidamente al manejo del espacio con base en la posición del balón, el accionar del contrario y, por supuesto, el de sus compañeros.
Los posicionamientos permiten dinámicas defensivas u ofensivas, de cambios rápidos y de acciones ordenadas. Se construyen o se destruyen en instantes con base en el accionar del contrario o el propio. Se necesitan eficacia y eficiencia para construirlos o disolverlos de acuerdo con la situación que se dé en el juego.
Los posicionamientos son una forma de organización en ataque o defensa y siempre responden a un juego a realizar que propone el contrario o el propio equipo.
El accionar táctico está en relación con los posicionamientos que el juego brinda.
Crear y desarrollar automatismos en la construcción de momentos colectivos son fundamentales en la estructura táctica de un equipo.
Controlar equilibradamente el espacio y buscar un comportamiento que responda al accionar de juego son los fundamentos a tener en cuenta para la construcción de bloques defensivos o acciones ofensivas. El manejo de relevos en los posicionamientos colectivos o zonales es determinante por el tiempo y velocidad en su elaboración.
Las constantes transiciones defensa-ataque y ataque-defensa llevan al equipo a variados posicionamientos que se deben ejecutar y construir a la velocidad del juego. Acciones defensivas u ofensivas están gobernadas por posicionamientos específicos, que son determinados y deben ser ejecutados con gran rapidez y con excelente interpretación táctica. Cuanto más se cumpla esta premisa, mejor será el rendimiento y la productividad de estos.
La relación entre jugadores, su interacción y el manejo e interpretación del espacio de juego son los fundamentos para lograrlos.
Los posicionamientos desarrollan un proceso de cambio instantáneo, sujeto a los estímulos del juego, y cualquier comportamiento exige diferentes posicionamientos para poder tener o encontrar un buen rendimiento. Estos son un accionar dinámico, sin ello es imposible encontrar su eficacia; manejan un accionar de continuos cambios y reorganizaciones en los que los protagonistas, que son los jugadores bajo la orden del gesto de juego, deben y tienen que actuar al unísono.
De allí la importancia que tienen la observación del juego y el pensamiento táctico de cada uno de los jugadores para interactuar con sus compañeros, que pueden tener tareas diferentes, pero que son integrantes de un conjunto en la elaboración de una idea que es el posicionamiento requerido para el momento del partido.
Las acciones ofensivas y defensivas están determinadas por el accionar del balón, de allí la respuesta a tener y ejecutar.
Los posicionamientos tácticos colectivos pierden su estructura básica, en defensa para realizar marcajes, quiebres de referencia o referencias; igual en ataque para generar apoyos, desdobles, crear sociedades, promover el juego de posición, facilitar el segundo y tercer hombre en el juego creativo.
Los altos niveles de organización de un equipo dependen de la asimilación de los principios colectivos desde una visión táctica de los jugadores. A mejor y mayor captación de conceptos e integración de estos, más productivos serán los posicionamientos a desarrollar.
La toma de decisiones con riesgo y responsabilidad será la mejor actitud a tener. Hacer y deshacer posicionamientos tácticos, especialmente colectivos, es la tarea de los jugadores, además del desarrollo de su talento.
El concepto de posicionamientos es universal para todas las formas, estilos y comportamientos de juego, y estos se desarrollarán de acuerdo con modelo de juego que se utilice.
Los posicionamientos son un elemento fundamental en la estructura y rendimiento de un equipo. Campeones mundiales como Italia, Alemania, Francia y España han sido modelos en la ejecución de los posicionamientos.
POSICIONAMIENTOS DEFENSIVOS
Achicar es reducir colectivamente o en grupos el campo de juego al contrario, cuando el balón es jugado hacia el arco contrario en un movimiento vertical o diagonal respecto del terreno de juego. El achique se realiza en dirección al balón, puede ser lento o rápido, corto o largo, de acuerdo con la zona de juego, a la distancia que recorra el balón y a la velocidad de este. Puede realizarse con dos, cuatro, seis jugadores, o con todo el equipo.
El achique se hace con base en el accionar o movimiento del balón, gesto que puede ser ejecutado por el propio equipo y, desde luego, por el contrario, en un movimiento del balón, libre, conducido o rechazado.
Reducir colectivamente o por líneas el campo al contrario, se ejecuta en dirección al balón cuando está en movimiento, pero se termina antes de que el contrario o un jugador perteneciente al equipo que ejecuta el achique reciba o intente controlar el balón. Es cuando el equipo ejecutante del achique se detiene, hace el pare, y maneja intención sobre el balón, para o se detiene perfilado y responde al accionar que pueda dar el contrario. En ese momento un jugador del equipo que hace el achique intenta presionar o marcar a quien recibe el balón, en el caso de que sea un contrario. También en ese instante, el equipo ejecutor del achique intenta reorganizarse y encontrar posiciones de juego.
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