Ahora, avanza aún más para llegar al núcleo de nuestra matrioska, ese niño(a) interior, donde están nuestras heridas recibidas, que, al no ser gestionadas de una manera adecuada, se vuelven el patrón con el que se aborda la vida en todo momento, determinando la manera de comportarse y vivir en cada día, con todo lo que significa no haber logrado sanarlas.
Este libro nos regala, en época de caras ocultas, una visión al descubierto de los “corazones heridos” que todos tenemos, permitiendo una manera posible para que sanemos nuestras emociones, lo que nos llevará a disfrutar con salud integral nuestra propia vida. Así, entonces, el adagio popular cobrará su sentido original, y el rostro, junto al cuerpo, sano y virtuoso, reflejará en realidad un corazón emocional pleno y saludable.
SANTIAGO ROJAS POSADA M.D.

El 2020 significó un reto para todos. La llegada de una pandemia, totalmente inesperada, nos enfrentó a una situación sin precedentes y para la que la inmensa mayoría de nosotros no estaba preparada. No fue diferente para mí ni para mi clínica.
Apenas empezábamos a llevar a cabo la planeación que habíamos hecho para el año cuando nos vimos obligados, de un día para otro, a cerrar nuestras instalaciones, cancelar la agenda programada e irnos cada uno a su casa a esperar cómo iba a evolucionar la situación.
Esto ocurrió finalizando marzo. Y tras un mes de cuarentena, era claro que la situación no iba a volver a la normalidad pronto –aún me pregunto: ¿será que volveremos a la normalidad? Y ¿pronto?–.
En mi caso, tuve que gestionar mi propio proceso emocional. Al principio sentía algo de frustración, principalmente por ver a mi hija en su adolescencia sin la posibilidad de salir a interactuar y disfrutar con normalidad de su vida como todos queremos a esa edad. Pensar que se estaba viendo privada de la posibilidad de seguir desarrollando sus habilidades y sus dones, y que sus expectativas quedaban frenadas mientras sus sueños debían posponerse frente a una pantalla de computador, fue una situación retadora y dura para todos. Además, me enfrenté al desafío de adaptar mi quehacer a las nuevas condiciones. En principio no lo tenía muy claro, después pudimos generar una estrategia junto al equipo de trabajo. Pero al poco tiempo, una parte de las personas que conformaban el equipo no logró adaptarse y no siguieron con nosotros, lo que nos obligó a replantear gran parte de la idea inicial. Tuvimos que probar cosas nuevas que funcionaron y otras que no. Incluir gente nueva, explicar una y otra vez a nuestras pacientes cómo iba a funcionar la logística y pedirles y agradecer su paciencia, la cual siempre encontramos.
Todo esto mientras en el día a día pasaba por las situaciones normales de la convivencia, que como en cualquier casa no estaban libres de discusiones, enojos o disgustos, pero también de alegrías, risas y tiempo en familia; tener que extrañar al resto de mis familiares, pasar a celebrar los eventos personales por vía virtual o resignarme a que no iba a ser posible cumplir con la agenda que tenía programada para el año que incluía varios eventos importantes a nivel profesional.
Y no podía evitar sentir un poco de angustia cada vez que me imaginaba las dificultades por las que debían estar pasando mis pacientes. Fueron tantas situaciones vividas y tantos cambios tan repentinos, que sentí como si cada mañana me levantara y mis mamuts me estuvieran esperando con un menú de emociones variadísimo, preguntándome qué es lo que iba a consumir. Y teniendo todas las emociones a la carta entendí que era yo quien debía elegir y que la única forma de hacer que esas elecciones me acercaran a mi meta era tomando el control.
Para ese momento, me había mentalizado para encontrar la forma de poder hacer consulta en este nuevo contexto, pues sentía la responsabilidad de transmitir la información que tenía en mis manos a la mayor cantidad de personas posible. Este mes coincidió con el lanzamiento de mi primer libro La domadora de mamuts , lo que hizo que, además, una gran cantidad de personas empezaran a buscar la manera de verse conmigo en consulta.
De esta manera, convencida de que debía convertir esta situación en un tiempo de creación, logré, con el apoyo y compromiso de mi equipo de trabajo, generar una modalidad de atención virtual que, en perspectiva, no solo ha cumplido con el objetivo de seguir llevando la información que he puesto al alcance de mis pacientes en el método Los 5 no negociables© a quienes nos buscan, sino que, además, me ha permitido hacer uso de herramientas increíbles que hoy nos brinda la tecnología para poder llegar a una comunidad mucho más grande y que se compone de personas en todas partes del mundo, hispanohablantes y de las más variadas nacionalidades.
Al decidir lanzarme al mundo de la virtualidad, temía no lograr establecer una conexión con mis pacientes como en una consulta presencial. Hoy, después de haber avanzado en todos los sentidos desde aquel primer taller virtual en mayo, puedo decir que no solo logré establecer esa conexión, sino que gracias a mis pacientes, que a pesar de la distancia física que nos separa me abrieron sus corazones y me permitieron conocer en profundidad cada uno de sus casos, miedos y experiencias, he logrado recopilar y organizar la información que ya había venido identificando en mi consulta durante más de veinte años de forma presencial y en este año desde la virtualidad, y que ha servido como insumo para crear esta guía emocional, que estoy segura de que será el complemento perfecto en el proceso de cada una de las personas que la lea.
Entonces, Emociones a la carta es el resultado de haber estudiado con mi equipo de investigación una serie de comportamientos, reacciones y rasgos emocionales repetitivos que habíamos podido identificar en miles de pacientes que habían pasado por mi consulta y que nos dedicamos a profundizar y estudiar, a partir de los procesos de entrega de peso de las más de seiscientas personas que hicieron parte de nuestros talleres virtuales durante el 2020.
En este libro encontrarás un análisis explicativo de las emociones que cada cavernícola experimenta al tener que enfrentarse a sus mamuts y el origen de estas. Esto, por supuesto, respaldado desde la ciencia. Entonces, tras hacer una revisión juiciosa de las diferentes teorías que han abordado el estudio de las emociones, pudimos constatar que diferentes corrientes de la psicología han desarrollado todo tipo de estudios, análisis y teorías al respecto. Lo que buscamos a lo largo de los capítulos de este libro es apoyarnos tanto en esta revisión como en los hallazgos encontrados en nuestros más de seiscientos pacientes virtuales, para entregarte una guía sencilla y clara que te permita tener más herramientas en tu proceso de introspección y entender de dónde aparecieron las emociones que te genera tu relación con la comida.
Si estás leyendo este libro, es muy probable que ya tengas claro que cuando hablo de los “mamuts” me refiero a aquellas circunstancias, personas, experiencias o situaciones que interfieren con nuestras decisiones y en muchas ocasiones terminan avasallándonos. Este libro te va a permitir identificarlos, entender su origen y tener diferentes planes de acción, respaldados por herramientas concretas que te permitirán enfrentarlos, por complicados o dolorosos que sean.
Es decir, cada uno de los mamuts que se te presenta en tu proceso de entrega de peso, determina tu comportamiento y tus decisiones frente a la comida. Y como nos comportamos con la comida, nos comportamos con la vida, y la comida es la madre, como siempre digo. Por eso es tan fundamental entender el proceso emocional por el que pasamos cuando queremos entregar ese peso que no nos pertenece. Porque, como siempre he dicho, entregar los kilos, debe ser solo la consecuencia de generar un cambio en los hábitos mentales y las conexiones adecuadas para tener una relación sana con la comida: operarse el pensamiento.
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