Osvaldo Jesús Zarandón - Bichos Irracionales

Здесь есть возможность читать онлайн «Osvaldo Jesús Zarandón - Bichos Irracionales» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Bichos Irracionales: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Bichos Irracionales»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Bichos irracionales conviviendo con los humanos. Compartiendo un mundo gobernado por los humanos, y organizado según sus propios intereses. O, en el mejor de los casos, habitando un mundo paralelo, pero siempre a merced del hombre, sufriendo sus agresiones. Bichos irracionales, (según ese hombre), pero que aman, luchan y viven situaciones similares a las vividas por él, y todo lo que ello implica. Es así como su lectura nos introduce, (fantasía mediante), en una realidad en la que, tal como ocurre con la nuestra, están presentes la aventura, el amor, las ambiciones, el desarraigo, los sueños imposibles, la solidaridad, y la violencia inducida por los racionales que los domestican. Bichos irracionales, en una tierra luminosa y bella, donde aún existen selvas misteriosas, ríos rumorosos, y las ciudades del hombre que los aterra.

Bichos Irracionales — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Bichos Irracionales», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

EL NEGRO

En mi estrecha calle urbana,

de la noche a la mañana,

de la mañana a la noche,

sin odios y sin reproche,

habita un perro, todo, huesos,

que hace del hambre un exceso.

La cola seca y caída.

La mirada descreída.

Marchitas las dos orejas.

Sumido hocico, sin quejas.

Gallardo en su abatimiento,

el corazón sin aliento.

Que sin cesar peregrina

detrás de cualquier vecina.

Y va irredento en su angustia

llevando su sombra mustia,

de árbol a carnicería,

de allí a la panadería.

Jadeando de hambre y sed,

siguiendo a quién no lo ve.

Solo, o en densa jauría,

en la diaria correría

que alborota al vecindario,

sin importar el horario.

¡Ay!... ¡Pobre perro sin casa!...

¿no haber nacido de raza?

Ser un perro distinguido,

con un nombre y un apellido.

Obsecuente con sus amos,

sin gruñidos ni reclamos.

Mezquino con su comida,

pensar tan sólo en su vida.

Como hacen muchos humanos,

mis bien amados hermanos,

que miran horrorizados

si un pobre los ha rozado.

Pero él es un callejero,

(tal vez por aventurero).

Y no finge sus modales

cuando de quicio se sale,

y en cualquier vereda queda

levantando polvareda.

El negro pelo erizado,

tembloroso y mal parado

de desafiar a la muerte

con un igual o más fuerte.

Y a veces... suele mirarnos

(como si deseara hablarnos)

Y en lo hondo de sus pupilas,

una tierna luz titila.

Y entonces suelo pensar:

¿Si El Negro sabrá llorar

a solas su desventura

de desolada criatura?

Pero de algo estoy seguro,

y es que: El Negro, aunque duro

en esta febril partida

de andar peleando a la vida,

se olvida de su dolor

al mirarnos con amor.

EL PICAFLOR

Azul, violeta y dorado,

verde, pequeño y audaz,

era un cometa emplumado,

ígneo, eléctrico y fugaz.

Descendió sobre el jardín,

frente al sol crepuscular,

y en su tibia luz carmín

se agitaba si cesar.

Ocultas mieles, bebía

bañado en polvos astrales

y en vuelo recto ascendía,

o en graciosas espirales.

Luego volvía al jardín

para posarse en la rosa,

o brillar entre el jazmín

como una piedra preciosa.

Entonces vibraba el aíre

entre sus alas de seda,

con un rumor fascinante

de cascadas y de selvas.

Y el ave india se elevaba

hacia el sol, iridiscente,

como un lucero con alas,

o una flor fosforescente.

Pero de pronto la luz

fue rota en aquel instante,

la muerte absurda y atroz

quebró la gema del aire.

Y sobre el jazmín perplejo

y la rosa inconsolable,

fue un vacilante reflejo

y un arrebato de sangre.

¡Ay, corazoncito sin luz!

¡Ay, silencio de la tarde!

¡Ay!, estrella!... ¡ay quietud!

¡Ay, la rosa inconsolable!

Azul, violeta y dorado,

verde, pequeño y audaz

era un cometa emplumado,

ígneo, eléctrico y fugaz.

UN AMOR VERDADERO

A orillas de una laguna

y en una noche de luna,

Iban la rana y el rano

tomaditos de la mano.

Los dos ¡muy enamorados!

mirábanse embelesados.

Y el rano que era poeta,

cantó a la rana coqueta:

—¡Te quiero por ser tan bella!...

¡Más bella que aquella estrella! —.

Y allí a su amada besó,

cuando ella al cielo miró.

—¡Ay, qué noche tan hermosa! —,

dijo la rana mimosa,

y a su amor se acurrucó,

susurrándole croó- croó.

Cuando una yarará overa

que allí acechaba traicionera

en las sombras enroscada,

clavó en ella su mirada.

Y sin más se abalanzó,

y por el aire voló,

como una flecha de luna

a orillas de la laguna,

al momento del abrazo,

segura de su zarpazo,

mostrando sus fieros dientes

como agujas relucientes.

Sin saber, (supongo yo),

que al momento en que atacó

oculta entre la gramilla,

no estaba sola en la orilla.

Dos ojos que allí brillaban

y la escena contemplaban,

seguían sus movimientos

sin parpadear, ¡muy atentos!

Pues recostado en la arena

el que seguía la escena,

era un yacaré bravío

que llegó vadeando el río.

y lo que luego ocurrió,

es, tal hoy lo cuento yo:

el caimán su boca abrió

y allí a la arpía atrapó,

después aquel yacaré,

masticándola se fue,

como si fuera un manjar,

a la clara luz lunar.

Todo ocurrió tan de prisa,

como si fuera una brisa

que pasó y nadie advirtió,

excepto, la luna y yo.

Y los dos enamorados,

se alejaron muy confiados,

sin enterarse siquiera

de aquella víbora overa,

ya que un amor verdadero,

no teme a bicho rastrero,

ni a alimaña ponzoñosa,

y es, una abstracción gozosa.

EL PEZ Y LA PALOMA

Allá en el río que lejos,

al crepúsculo bermejo,

rizado de sol y espuma

y bramando como un puma

desciende hacia la llanura

entre la verde espesura,

un pececito moreno,

tan moreno como el cieno

en que crecen las totoras,

pasaba todas sus horas

mirando la verde orilla

tapizada de gramillas.

Una paloma viajera

que así del aire lo viera,

en la orilla se posó

y curiosa preguntó:

—Dime, ¿qué miras, hermano?

¿Acaso ves un gusano

oculto entre la gramilla

que desciende de la orilla? —.

Y entonces el pez repuso

entre turbado y confuso:

—¡Oh!, no, mi amada señora,

aquí me paso las horas

mirando la verde orilla

y soñando maravillas.—.

—¡Hay jovencito te pierdes

de tanto mirar el verde!

¿No será que te conviene

mirar lo mucho que tienes,

en vez de soñar en vano

con algo incierto y lejano?

¡Desprecias todo por nada! —

dijo la dama emplumada.

Y el pez la miró muy hondo

con esos ojos redondos

que miran sin parpadear,

pero que saben mirar,

al tiempo que respondió:

—Lo mucho que Dios me dio

yo no desprecio, señora,

y si así paso las horas

entregado a mis ensueños

en este mundo pequeño

que me ha tocado habitar,

¿a quién le puede importar?

Si mi vida es ¡tan sencilla

que todo me maravilla!

Y aunque de nada soy dueño

y sean los sueños, sueños,

a mí me gusta soñar

¡y a nadie suelo dañar!

Y estoy pensando al mirar,

que un día podré volar

más allá de la gramilla.

¡Y será de maravillas

elevarme en raudo vuelo,

tocar las nubes, el cielo,

las estrellas una a una!

Y en un rayito de luna,

bajo la noche callada,

como un ave constelada

y empapado de rocío

volver a mi amado río,

a las cosas cotidianas

como todas las mañanas.

Esa es toda mi ilusión,

mas los sueños, sueños son

y yo, sólo un soñador,

para el mundo, un perdedor —.

Y aquella dama viajera,

tan escéptica y sincera,

mirando al moreno pez

dijo: —Quién sueña tal vez

llegue a ser un perdedor,

pero soñar es mejor

que vivir sin ilusión

y sentir el corazón

tan marchito y desolado

como un niño abandonado.

Si es esta vida ¡tan breve!

¡ay! de aquel que no se atreve

en su existencia sencilla

a soñar con maravillas.

Si un sueño es la misma vida,

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Bichos Irracionales»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Bichos Irracionales» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Bichos Irracionales»

Обсуждение, отзывы о книге «Bichos Irracionales» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x