Una vez recopilado todo el material, Franco se contacta con Luis, el hijo de Martín y su abogado, para presentar las evidencias y solicitar la anulación de la condena en la Suprema Corte de Justicia, lo cual es simultáneamente presentado en una conferencia de Prensa a la cual invitaron a diversos medios de radio, televisión y periódicos locales realizando de forma pública la siguiente denuncia.
—Hemos convocado aquí a la prensa, porque si bien se ha determinado mediante una investigación sobre la muerte del Contador Gómez, la cual se le atribuyó y por ello se condenó al Empresario Martín, vengo a comunicarles que ante el desconocimiento de cuantos, y quienes más están involucrados en el caso, dejamos esto en conocimiento público, para evitar que el caso sea manipulado intencionalmente por los responsables.
Primero, el Contador Gómez trabajaba para un Grupo Terrorista que actúa dentro de un conocido Partido Político y que su función, era la de desviar dinero de sus clientes para cuentas de dicho grupo. Este dinero, es utilizado hasta este momento en la compra clandestina de armas y realización de Propaganda Política, bajo las órdenes de un terrorista llamado comandante Julio junto a su segundo identificado como el teniente Federico.
Segundo, de acuerdo a los audios grabados por el propio Gómez aún en vida hablando con el mencionado teniente Federico, por temor a ser descubierto el motivo de su fraude, luego de su discusión con Martín, este Contador decidió renunciar y abandonar el Grupo Terrorista, a lo que el teniente Federico, le indicó que eso deberían hablarlo con calma porque estaba todo bajo control, así que le prometió esa noche ir a su casa a tomar juntos un whisky y a charlar calmamente sobre el tema y la mejor salida.
Tercero, una vez en la casa del Contador Gómez, en cuanto este iba a servir un whisky mientras ambos hablaban, el teniente Federico le disparó en la nuca y luego revolvió todo para buscar esta información y los documentos que hoy nosotros sí hemos hallado y que están en nuestro poder y de la Justicia.
Cuarto, de hecho, la precaria investigación fue suspendida y la detención de Martín fue consumada, por orden del Fiscal Castro y el Juez Díaz, quienes le aplicaron una rápida condena sin mayores pruebas, esto nos permitió determinar que, en verdad, el Juez Díaz, era el Comandante Julio, y el Fiscal Castro era el Teniente Federico, ambos terroristas y responsables por el asesinato del Contador Gómez.
Quinto, se determinó que el arma utilizada en el homicidio, una pistola calibre 7.65 mm, es la de propiedad del Fiscal Castro, que, en definitiva, sería quien ejecutó al Contador Gómez.
Sexto, la razón del homicidio, sería la de evitar que Gómez, en algún momento, abriera la boca y revelara la verdad dejándoles al descubierto…
La denuncia pública fue acompañada del pedido a la Suprema Corte, lo que de inmediato condujo a la detención del Fiscal Castro y el Juez Díaz, junto a otros Terroristas del Grupo… De forma simultánea, Martín finalmente quedó libre y tras muchos meses, consiguió ser debidamente indemnizado.
05. EL ZORRO LITERARIO
Ana María era maestra de sexto grado en la enseñanza primaria del Colegio Marley en una pequeña ciudad de Alabama; ella era una joven muy simpática y afectuosa con todos sus chicos... Cierto día, al entrar a clase, como lo hacía habitualmente, dice
—Buenos días chicos —Simultáneamente, coloca su bolso y sus libros sobre el pupitre, cuando mira al pizarrón y observa que había un corto poema escrito, que ella lo lee detenidamente, se queda pensando un poco y dice:
—Esto es muy hermoso... ¿Quién fue que lo escribió?
El silencio en la clase fue total, los chicos se miraban unos a otros como diciendo, “yo no sé”, y nadie dijo: “Fui yo”.
Prosiguiendo con la clase, dos días más tarde, nuevamente ella se encuentra con que aparece otro poema en el pizarrón, que volvió a encantar a la maestra, por lo tanto, ella insistió otra vez,
—Esta precioso, pero ¿quién fue que lo escribió?
El silencio y las miradas de unos a otros se repitieron nuevamente en toda la clase. La aparición de estos escritos comenzó a ser cada vez más frecuente y a los pocos días, aparecía una idea, un pensamiento o un razonamiento muy profundo escrito en el pizarrón, así que la maestra se lo comentó a la directora, quien de inmediato se interesó por el tema y le dijo que quería ver lo que ese alumno de incógnito estaba dejando escrito.
La próxima vez que la maestra llegó y vio un nuevo pensamiento en el pizarrón, ahora mandó a un chico a llamar a la directora la que vino de inmediato. Cuando ella entra, saluda a los chicos y lee lo que está escrito, exclama:
—Qué hermoso... —Ahora, es ella la que solicita saber quién fue el que lo escribió, e igual que antes, el silencio y las caras de “yo no lo sé” se dibujaba en la cara de todos los chicos del grupo.
A partir de ahí, cada día, al entrar a clase, la directora ya se quedaba atenta a una señal de la maestra para venir a ver cuándo había algo escrito, ya que no sucedía todos los días y era solo una, dos o tres veces en la semana.
Habiendo pasado ya seis o siete veces, la directora, entonces comenta:
—Bien chicos, como podemos apreciar, tenemos entre nosotros a una especie de Zorro literario, un personaje que solo actúa de incógnito, tenemos a un poeta escondido entre nosotros que escribe en la oscuridad para darnos luz a los demás, entonces a ese Zorro literario, debo felicitarle profundamente y quiero que todos le brindemos un aplauso para él, mismo que no sepamos quien de ustedes es en verdad ese poeta en la oscuridad.
Todos aplauden y se miran entre sí… Obviamente, el chico que era el Zorro, en la clase ahora había conseguido adquirir una gran notoriedad y prestigio, pero a su vez, temía ser reprendido por haberse inhibido y no haber confesado la verdad, así que esto sería su secreto, y crecería sin que nadie lo reprendiera a medida que mantuviera el anonimato, lo que le permitiría seguir escribiendo, y el hacerlo en secreto era la fuente de la admiración de todos los demás.
En verdad, en muchos casos, los pensamientos o razonamientos expuestos con pocas palabras en el pizarrón, eran la fuente del aula de ese día, porque permitía elaborar preguntas, generar un debate y arribar a conclusiones que no estaban pensadas ni incluidas en el programa escolar, pero que enriquecían las materias de estudio.
Luego de algunas semanas, la noticia de “el Zorro intelectual” se había tornado ya un hecho de conocimiento público en toda la escuela, y casi todas las maestras de otras clases ya estaban atentas a la señal, pues cuando veían a la directora ir apresurada al salón de 6º grado, ellas ya sabían de qué se trataba, así que también salían corriendo para ver qué es lo que estaba escrito en el pizarrón. A esta altura de los acontecimientos, a esta clase ya todos le llamaban el 6º del Zorro.
De hecho, en la escuela colocaron un cartel, con un niño dibujado con una vestimenta de el Zorro, con una tiza y borrador en cada mano, acompañado de la legenda, “Estudia, y serás tan hábil como el Zorro” lo cual se convirtió en un icono del instituto. Esto fue una importante fuente de estímulo para todos los chicos, donde todos querían ser tan famosos como el Zorro de 6º grado. Esta iniciativa, contó con la aprobación del Rector General, que es quien dirigía todo el Colegio Marley, primaria y secundaria.
El caso es que la historia trascendió, a través de algunos padres, al punto de que un Canal de TV tomó conocimiento del hecho, y mandaron a una periodista a hacer una entrevista a la directora, a la maestra y al grupo de chicos de la clase. Luego se sumó también un periódico, y así la historia pasó a ser de conocimiento público en toda la ciudad... Pero aún permanecía la duda que la prensa quería saber, y era:
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