1 ...6 7 8 10 11 12 ...23 Ackerman, N. W. (1938). «The unity of the family». Archives of Pediatrics , 55(1), 51-62.
Bermejo, M. (2018). La danza de las emociones familiares. Terapia emocional-sistémica aplicada con niños, niñas y adolescentes . Bilbao: Desclée De Brouwer.
Bermúdez, C. y Brik, E. (2010). Terapia familiar sistémica . Madrid: Síntesis.
Beyebach, M. (2006). 24 ideas para una psicoterapia breve . Barcelona: Herder.
Beyebach, M., Neipp, M. del C., García‐Moreno, M. y González‐Sánchez, I. (2018). «IMPACT of nurses′ solution‐focused communication on the fluid adherence of adult patients on haemodialysis». Journal of Advanced Nursing .
Boszormenyi-Nagy, I., Spark, G.M. 1983). Lealtades invisibles . Buenos Aires: Amorrortu.
Bowen, M. (1991). De la familia al individuo: la diferenciación del sí mismo en el sistema familiar (Vol. 40). Barcelona: Grupo Planeta (GBS).
Bowlby, J. (1949). «The study and reduction of group tensions in the family». Human relations , 2(2), 123-128.
Brik, E. (2006). «Migración y terapia familiar», en Roizblatt, A. Terapia Familiar y de pareja. Santiago de Chile: Mediterráneo.
Caillé, P. (1992). Uno más uno son tres: la pareja revelada a sí misma . Barcelona: Paidós.
De Shazer, S. (1999). En un origen las palabras eran magia . Barcelona: Gedisa.
De Shazer, S., Berg, I. K., Lipchik, E. V. E., Nunnally, E., Molnar, A., Gingerich, W. y Weiner‐Davis, M. (1986). «Brief therapy: Focused solution development». Family Process , 25(2), 207-221.
Del Barrio Gándara, V. (2009). «Raíces y evolución del DSM». Revista de Historia de la Psicología , 30(2), 81-90.
Escudero, V. y Friedlander, M. L. (2017). Therapeutic Alliances with Families . Springer Nature, Switzerland.
Estrada, B., Beyebach, M. y Herrero de Vega, M. (2006). «El estatus científico de la terapia centrada en las soluciones: una revisión de los estudios de resultados». Revista de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar , 36, 33-41.
Fernández, A. M. (2015). Manual de Terapia Sistémica . Bilbao: Desclée De Brouwer.
Fisch, R., Weakland, J. H. y Segal, L. (1984). La táctica del cambio . Barcelona: Herder.
Fromm-Reichmann, F. (1948). «Notes on the development of treatment of schizophrenics by psychoanalytic psychotherapy». Psychiatry , 11(3), 263-273.
Haley, J. (1987). Terapia para resolver problemas . Buenos Aires: Amorrortu.
Hall, A. D. y Fagen, R. E. (1956). «Definition of system. General systems». Modern systems research for the behavioral scientist , 1, 18-28.
Keeney, B. P. y Wolfson, L. (1987). Estética del cambio . Barcelona: Paidós.
Kirkbride, T. S. (1880). On the Construction, Organization, and General Arrangements of Hospitals for the Insane: With Some Remarks on Insanity and Its Treatment. Philadelphia: JB Lippincott.
Krieg, P. y Watzlawick, P. (1994). El ojo del observador. Contribuciones al constructivismo. Homenaje a Heinz von Foerster. Barcelona: Gedisa.
Linares, J. L. y Gamburg, B. (1996). Identidad y narrativa . Barcelona: Paidós.
Linares, J. L. (2012). Terapia familiar ultramoderna: la inteligencia terapéutica . Barcelona: Herder Editorial.
Maturana, H. y Varela, F. J. (1990). El árbol del conocimiento . Santiago: Ed. Universitaria.
Minuchin, S. (2001). Familias y terapia familiar . Barcelona: Gedisa.
Minuchin, S., Fishman, H. C. y Etcheverry, J. L. (1984). Técnicas de terapia familiar . Barcelona: Paidós.
Selvini, P., Boscolo, L., Cecchin, G. y Prata, G. (1980). «Hipotetización, circularidad y neutralidad. Tres guías para el conductor de la sesión». Family Process , 19, 3-12.
Palazzoli, M. S. (1988). Paradoja y contraparadoja: un nuevo modelo en la terapia de la familia con transacción esquizofrénica (Vol. 21). Barcelona: Grupo Planeta (GBS).
Palazzoli, M. S. (1990). Los juegos psicóticos en la familia . Barcelona: Paidós.
Simon, F. B., Stierlin, H. y Wynne, L. C. (1985). The Language of Family Therapy: A Systemic Vocabulary and Sourcebook. Family Process Press.
Sluzki, C. E. (2014). «El futuro transdisciplinario de la terapia sistémica». Mosaico: revista de la Federación Española de Asociaciones de Terapia Familiar , (57), 63-78.
Torres, E. y Bermejo, M. (2017). «Crisis y Terapia Familiar Sistémica: La crisis vincular». Mosaico , 68, 68-78.
Von Foerster, H. (2006). Las semillas de la cibernética: obras escogidas . Barcelona: Gedisa.
Watzlawick, P., Beavin, H. y Jackson, D. D. (1981). Teoría de la comunicación. Interacciones, patologías y paradojas . Barcelona: Herder
Watzlawick, P., Beavin, H. y Jackson, D. D. (1981). Cambio. Formación y solución de los problemas humanos. (2.ª ed.). Barcelona: Herder.
Watzlawick, P. (1988). La realidad inventada , trad. de Machain-Luque-Báez, Barcelona: Gedisa.
White, M. y Epston, D. (1993). Medios narrativos para fines terapéuticos . Barcelona: Paidós.
CAPÍTULO 2. Origen de la psicoterapia emocional sistémica
Mercedes Bermejo
ÍNDICE
1. Introducción a la psicoterapia emocional sistémica
2. Factores sociales que han influido en la necesidad de un nuevo abordaje de la psicoterapia
3. Influencia de la terapia familiar sistémica
4. Influencia de las corrientes humanistas
5. Influencia de la neuropsicología afectiva
6. Principios básicos de la psicoterapia emocional sistémica
7. Bibliografía
1. Introducción a la psicoterapia emocional sistémica
El hombre es hijo de su pasado mas no su esclavo, y es padre de su porvenir
(Vicktor Frankl)
La psicoterapia emocional sistémica emerge en torno al año 2010, a partir de un equipo de profesionales, ubicados en el centro sanitario Psicólogos Pozuelo (Madrid), especialistas en diferentes ámbitos y organizados en tres departamentos (Adultos, Pareja y Familia, Infantojuvenil y Familia, y Neuropsicología Clínica). Psicólogos con una formación de base cognitivo-conductual, como es habitual en nuestro país, pero a su vez con una formación consolidada en terapia familiar sistémica, así como formación complementaria en psicoterapia humanista y terapia relacional. Desde la prioridad de poder ofrecer a sus pacientes eficacia y rigor en los tratamientos, con una deontología profesional 1 incorporada en el ejercicio de la profesión, y considerando que enmarcarse en un único enfoque universal limitaba las competencias y recursos profesionales, decidieron trabajar con una diversidad de postulados e instrumentos flexibles.
A lo largo de los últimos años se han constituido como centro referente de formación a profesionales y, en su deseo de evitar la diferenciación teórica existente entre las distintas orientaciones, diseñaron una escuela propia integral, que se conoce hoy como «psicoterapia emocional sistémica».
Son múltiples las clasificaciones que se han hecho en torno a los diferentes enfoques en la práctica clínica (según Álvarez y Bisquerra, 1996; Campanini y Luppi, 1995; Du Ranquet, 1996; Geissler, 1997; Linn y Garske, 1988) sin lograr un consenso o colaboración entre ellos. A su vez son cada vez más las propuestas de clasificación del sufrimiento humano alternativas a los sistemas habituales del modelo biomédico, tipo DSM ( Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders ) o CIE ( International Statistical of Clasification ), como el marco de Poder, Amenaza y Significado, elaborado por la División de Psicología Clínica perteneciente al Colegio de Psicología Británica, basándose en las experiencias de la persona, deduce que el sufrimiento no solo manifiesta a través de comportamientos y pensamientos, sino también desde las emociones. Por ello, la psicoterapia emocional sistémica busca un enfoque conceptual no vinculado de manera rígida a un paradigma, pero con la suficiente evidencia como para asegurar la formalidad y rigurosidad al trabajo clínico, basado en múltiples teorías, estilos y enfoques, tomando las aportaciones más interesantes de cada escuela y la técnica para después aplicarlo de forma flexible y creativa a cada caso.
Читать дальше