PILAR SOLER,
REBELDE CON CAUSAS
PILAR SOLER,
REBELDE CON CAUSAS
Emília Bolinches
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA
Esta publicación no puede ser reproducida, ni total ni parcialmente, ni registrada en, o transmitida por, un sistema de recuperación de información, en ninguna forma ni por ningún medio, ya sea fotomecánico, fotoquímico, electrónico, por fotocopia o por cualquier otro, sin el permiso previo de la editorial .
© De los textos, Emília Bolinches, 2013
© De esta edición: Publicacions de la Universitat de València, 2013
Publicacions de la Universitat de València
http://puv.uv.es publicacions@uv.es
Fotografía de la cubierta: © Emília Bolinches
Fotografías interiores: Archivo familiar de Pilar Soler y los autores
Diseño de la cubierta: Celso Hernández de la Figuera
Fotocomposición, maquetación y corrección: Communico, C.B.
ISBN: 978-84-370-9335-2
Edición digital
A Pilar, que me confió su vida a pesar de la reticencia que mantenía hacia los y las periodistas–por la figura paterna del periodista Azzati–y aguantó con paciencia infinita durante los últimos años de su vida sin apenas reclamarme por el retraso en dar a luz su historia. Hasta el punto de morir sin llegar a verla publicada .
A Rosa, sin cuya indicación no se habría escrito nunca esta historia, al menos yo no la hubiera escrito .
La literatura, por mucho que nos apasione negarla, permite rescatar del olvido todo eso sobre lo que la mirada contemporánea, cada día más inmoral, pretende deslizarse con la más absoluta indiferencia.
ENRIQUE VILA-MATAS
ÍNDICE
UN PREÁMBULO NECESARIO
LIBRO I: LA HISTORIA NOVELADA
I. PARIR EN LA CÁRCEL
II. EN LA PRISIÓN-CONVENTO DE SANTA CLARA
III. LA MADAMA, TAMBIÉN EN LA CÁRCEL
IV. OTRA VEZ CON LA RESISTENCIA
V. JOSEFINA PEÑA FRENTE A PILAR SOLER
VI. PILAR RECUPERA A SU HIJA
VII. LA VUELTA A VALENCIA
VIII. ENTRADA Y SALIDA DEL PARTIDO
IX. DEMOCRACIA Y DIVORCIO
X. DE LA FUE A LA GUERRA
XI. LA GUERRA EN VALENCIA Y BARCELONA
XII. LA RATONERA
XIII. TODAS EN LA CÁRCEL
LIBRO II: ESCRITOS DE PILAR
I. MI VIDA
II. ANGELITA
III. SUS DISCURSOS E INTERVENCIONES PÚBLICAS
LIBRO III: PILAR VISTA POR LOS OTROS
I. SU HIJA MARI LUZ
II. SU HIJO RAYMOND
III. SU HIJA POLÍTICA CHRISTINE
IV. CAMARADAS
V. AMIGAS Y FEMINISTAS
VI. UN PROGRAMA DE TELEVISIÓN
VII. ZONAS OSCURAS, SILENCIOS Y EQUÍVOCOS
VIII. CONCLUSIÓN
HOJA DE RUTA VITAL DE PILAR SOLER
BIBLIOGRAFÍA
El día que murió Pilar Soler, el 22 de junio del 2006, yo no lo supe hasta las once y media de la noche. A esa hora sonó el teléfono y Rosa Solbes me lo dijo, tan suave y con tanta naturalidad que soy incapaz de encontrar las palabras que empleó para darme la trágica noticia sin que lo pareciera tanto. A pesar de su extraordinaria habilidad para minimizar al máximo todo lo negativo de la existencia humana que la noticia contenía, me alarmé mucho, aunque seguramente menos de lo que hubiera ocurrido de habérmelo comunicado cualquiera otra persona.
Como Rosa aparece en todo tipo de circunstancias penosas tan entera y como inafectada, incluso yo, que me tengo por su mejor amiga desde hace tropecientos años, ante ella siempre tiendo a colocarme a su nivel, y como jamás lo consigo me siento como si hubiera de explicar o excusar mi afectación y la exteriorización del dolor. También en esta ocasión ocurrió que la conmoción por la noticia recibida me hizo, seguramente, decir alguna frase incoherente y sin sentido, y luego, como para hacerme perdonar, le dije que precisamente tenía ya muy avanzada su biografía porque llevaba escribiéndola durante los últimos meses y que un día de estos pensaba presentarme en casa de Pilar con todo lo que ya tenía escrito. En otra ocasión Rosa me sorprendió metiéndome el dedo en la llaga con su contestación:
–Ya lo sé, si fui yo quien te obligó a que la escribieras, ¿no te acuerdas?
Nunca lo hubiera expresado así, pero era rigurosamente cierto. Hacía ya varios años que un buen día, no sé cómo, supongo que estaríamos hablando de las mujeres o que yo le contaría alguna cosa sobre la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, saldría a colación alguna intervención de Pilar Soler. El caso es que Rosa me dijo que podía aprovechar y escribir la historia de Pilar porque si no se iba a perder.
–Lo tienes que hacer tú –dijo– porque con el carácter tan fuerte que tiene…Seguro que a ti sí que te lo va a contar todo.
Y yo, sin pensarlo, acepté tomándolo al pie de la letra. Entonces no se me ocurrió pensar por qué no lo hizo ella misma, por ejemplo, o por qué no se lo dijo a alguna otra persona. Ahora ya sé la razón: Pilar posiblemente no le hubiera contado a ella su vida y sí me la contó a mí, sin que tuviera que convencerla, quizá porque yo le resultaba más próxima y porque no había coincidido con ella en ningún momento de su vida en el entorno del PCE como Rosa.Quiero decir que no le hubiera confiado su vida a nadie más porque estoy segura de que no se hubiera dejado convencer. Pilar aceptó encantada a narrarme su vida para que la escribiera. Y, en cambio, cuando Gregorio Morán le escribió una carta y vino a verla desde Barcelona para entrevistarla, con vistas a un libro que estaba preparando (ya había publicado Miseria y grandeza del Partido Comunista de España , y Pilar lo había leído y no le había hecho ni pizca de gracia), se fue sin sacarle ni una sola palabra. Pilar se negó en redondo a contarle nada. Me lo confesó ella misma una mañana en medio de la grabación, subrayando su negativa:
–Lo que quería era averiguar mi relación con Jesús Monzón, así que ni hablar, le dije que no. ¡A él le iba yo a contar algo…!
Y aquella misma mañana, al poco rato de hablarme de Gregorio Morán, me dijo entusiasmada:
–Emília, ahí tienes mi vida, haz con ella lo que quieras, la dejo en tus manos.
Esa sí que era una oferta envenenada. La he recordado muchas veces con relación a lo injusta que es la vida. Yo no tuve que esforzarme nada para conseguir que Pilar me hablara. Y ello a pesar de ser periodista, con la desconfianza innata que ella sentía hacia mis colegas. Ella confiaba en mí desde antes de empezar el trabajo, porque habíamos estado juntas en muchas historias de mujeres, sobre todo en la Asociación de Mujeres Separadas y Divorciadas, y seguramente pensó que yo podría escribir su vida cabalmente. Y, sin embargo, otros lo intentaron poniendo mucho esfuerzo y voluntad y no lo consiguieron.
Así que rápidamente me puse a la tarea de cumplir con esa indicación de Rosa, que para mí era evidentemente mucho más que una indicación . Estuve visitando a Pilar en su casa de la Malvarrosa durante todo aquel año de 1998 y parte del siguiente, muchos días por las mañanas. Empezábamos alrededor de las diez de la mañana, hora en que Pilar y Antonino ya habían desayunado y la comida estaba también medio hecha. La grababa varias horas hasta que se hacía la hora de comer o ella se cansaba o nos interrumpían o tenía algo que hacer, y entonces me despedía hasta el día siguiente. Esas entrevistas, en las que también estaba presente Antonino, aunque sin intervenir, excepto en la jornada que lo grabé a él como pareja de Pilar, las fui transcribiendo durante el verano, y en el otoño e invierno siguientes se las presenté a Pilar para su corrección. Efectivamente, las corrigió, les puso alguna nota a pie de página e incluso hizo alguna indicación al margen, y cuando llegó el momento de concretar algunas fechas, nombres completos y ese tipo de datos, Pilar me pidió que esperara algún tiempo porque se iba a Francia con Antonino a pasar unos días a casa de su hijo Raymond y su familia francesa. No era la primera vez que interrumpía las sesiones de grabación por tener que irse a Francia, siempre a visitar a Raymond y a su familia, o por algún otro motivo. Así que también esta vez, como en otras ocasiones, quedamos que al volver me avisaría para reanudar el trabajo. Pero ya no pudo ser porque en ese viaje Antonino enfermó, y después de volver a Valencia falleció en la Malvarrosa, la misma playa en la que años más tarde moriría ella.
Читать дальше