Nury Rojas Villarreal - Leche condensada

Здесь есть возможность читать онлайн «Nury Rojas Villarreal - Leche condensada» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Leche condensada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Leche condensada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El año 2020 llegó con cambios en el mundo y en mi vida, el tiempo se puso en pausa justo cuando yo había dejado a mis nietos en Santiago y mi corazón nuevamente se había dividido, justo cuando estaba enfrentada a esos cambios personales que tan cansada me tienen, justo cuando era tiempo de tomar decisiones y de entender tantas cosas… de la nada aparece un virus y nos obliga a quedarnos en casa, a alejarnos de todo y de todos, pensé que era mucho, que no podría, pero un bendito día me senté frente a la computadora y comencé a escribir. Así nació
Leche condensada, mi libro, mis memorias, mi quinto hijo –como lo he llamado– porque ha sido difícil sacarlo a la luz, ha costado lágrimas, borradores eternos, sentarme a escribir y borrar, apagar y prender la computadora, cuestionarme, ordenar las presencias y ausencias… un parto con dolor. Mi tarro de leche condensada, que en realidad es un tarro de manjar delicioso, viene a rememorar mi infancia, mis vivencias, la simpleza de la vida, la felicidad de una niña herida que en un abrir y cerrar de ojos tuvo que crecer. Siento que he tenido una vida intensa y simplemente quise plasmarla en estas letras que salieron del alma, es solo mi vida.

Leche condensada — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Leche condensada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Ese día no me levanté, permanecí «enferma» todo el día, no podía, no tenía fuerzas. ¿Qué hacer?, ¿adónde ir?, ¿con quién hablar?, finalmente me lo había ganado, mi madre me castigaría por desleal y traidora. Nadie me creería semejante barbaridad, y además ya estaba grande para darle tantos besos a mi padre, yo había propiciado ese mal desenlace, todo mal, no pensaba bien, no coordinaba, era demasiado espantoso.

Marcelita entraba, por algunos minutos, a mi pieza, me miraba y me secaba las lágrimas que escondida y callada salían de mis ojos: «¿Cómo protegerla?». Teresa me llevaba sopitas calientes para aliviar mi «dolor de estómago» y mi padre un par de veces asomó la cabeza para saber cómo me sentía. Era una pesadilla, la más cruel y horrible pesadilla de la que nunca desperté.

Dos días después de ese «asunto de familia» como lo llamó un psiquiatra que años después tuve que visitar, vino el Golpe Militar en Chile y, entonces, tuve que quedarme conviviendo con mi verdugo por mucho tiempo. Nada se podía hacer, él no volvió a tocarme, yo no lo miraba, ni me acercaba, pero nos topamos muchas veces en la cocina, la parte más segura del departamento, escondidos de las balaceras que se armaban en la calle y también cuando le quitaba a mi hermanita de los brazos y lo miraba con ojos de odio: «No la toques», nunca le hizo nada, ni a ella ni al resto de mis hermanos. Al menos eso es lo que sé.

Un mes después del Golpe Militar, y de aquel «asunto de familia», Teresa comenzó con el trabajo de parto. La llevaron al hospital y afortunadamente la Nana se vino a casa a cuidar a mi hermanita, así es que nunca estuve sola.

Así llegó al mundo Carolina, la más pequeña de la familia, una hermosa niña de grandes ojos, que definitivamente me robó el corazón.

Mis días con ellos estaban contados, estaba decidida a volver con mi madre, pedirle perdón de rodillas si era necesario, solo quería escapar, pero tuve que quedarme un buen par de meses.

La bebé lloraba de noche, yo en mi pieza la sentía y me levantaba a verla, la sacaba de su cuna y la acurrucaba conmigo. Ella se acostumbró a mis brazos, a mi olor, al olor de mi bata de levantar, se quedaba calladita y se dormía. Ese hecho de amor tan simple, me amarró muchos meses en la casa paterna, pero hubo un día en que ya no aguanté más, y con dolor tuve que dejar a mis pequeñas.

Salí temprano rumbo al liceo en donde ya cursaba segundo año de enseñanza media. La noche anterior había preparado a escondidas un pequeño bolso con lo básico. No fui a clases, daba lo mismo, el año ya estaba perdido. Deambulé gran parte de la mañana por las calles, sabía lo que tenía que hacer, solo comenzar a subir los doscientos cincuenta y dos escalones y abrazar a mi madre, pedirle perdón y quedarme ahí acurrucada, ¡qué situación más difícil!

Siguen pasando los días de encierro

Han pasado ya veinticinco días de encierro, los infectados y muertos aumentan y nosotros aquí cumpliendo la cuarentena. Dicen que aquí en Chile, todavía esto no empieza, me asusta, aunque he estado tranquila sin salir de casa y entendiendo que este es un tiempo de estar, mi tiempo de escribir, de meditar en las mañanas, de aprender.

Hoy llamé a Rodrigo, y nos vimos por videollamada, lo extraño mucho, es mi hijo mayor, ha tenido una vida dura como la mía, para él nada ha sido fácil, se ha equivocado muchas veces y ahora poco acepta mis consejos, me dice que es un «hombre grande que sabe lo que hace» como si no supiera yo, que uno nunca termina de aprender. Se acompaña con Scarlet en esta cuarentena obligada, una muchacha muy joven por la que dejó todo. Nadie entendió la locura de dejarlo todo e irse con ella a un departamento en donde solo caben los dos y su amor, pero así no más fue.

Me quedé enfrentada a mis nueras, Carla y Pamela, que son primas entre sí y a toda la familia, con mi mejor cara y así sin más, pasé a ser la suegra del año, tuve que aprender a escuchar las quejas y lo terrible que había resultado esto para la familia y, especialmente, para Carla, su mujer. Ser empática no me costó nada, entendí su dolor y la contuve todas las veces que me llamó por teléfono llorando, pero el matrimonio es un asunto de dos. Rodrigo es mi hijo y lo amo por sobre todas las cosas, yo no voy a juzgarlo, no estoy para eso, solo quiero que sea feliz, que Carla encuentre paz en su corazón y también sea feliz en la vida. Estando ellos bien, podrán darle estabilidad y amor del bueno a Alonsito mi nieto, que es la única víctima de todo esto. Con gran pena en mi corazón he tenido que abrir mi mente para entender a mi hijo y ser justa con Carla:

La escalera que nos llevaba a casa tenía un descanso obligatorio, allí vivían mis amigos, Severina y Luis, en una casa tan pobre y limpia como la de mi madre. En ellos había encontrado alguna vez refugio a penas y muchos días de risa y sana convivencia. Se convertía ahora en el lugar preciso para pasar, antes de continuar mi camino. Podría dedicar páginas para ellos, pero esta vez solo diré que han sido hasta hoy mis amigos queridos, soy la madrina de su hijo. Severina me prestó su hombro mil veces y ella junto a su familia han sido siempre muy importantes en mi vida.

Mi cara de cansada y su cara de asombro al verme, no daban paso a palabras, nos fundimos en el más cálido de los abrazos y me di cuenta de que hasta ese minuto nadie, después del «asunto de familia», me había abrazado. Por primera vez, me sentí contenida y lloré a mares…, Seve gritaba: «Volvió la Nury, traigan agüita» y yo la apretaba y lloraba sin parar. Para ella, solo volvía para estar con mi madre, nunca supo la historia completa, fue mi secreto por muchos años, tampoco lo importante de ese abrazo y la marca que eso dejaría en mi vida.

La puerta de calle tenía una mano de hierro que se golpeaba contra la madera y producía el toc-toc que avisaba que alguien venía, también tenía un cordel atado al picaporte, que se tiraba y la puerta podía abrirse. No había ladrones que subieran doscientos cincuenta y dos escalones a una casa pobre. Preferí tocar la puerta, ya había escuchado la música y al King ladrando, sabía que mi madre a esa hora estaba sola, mis hermanos en clases y mi padrastro trabajando o en algún bar.

La cara de asombro de mi madre no fue distinta a la de Seve, pero no hubo abrazo, solo preguntas y más preguntas, volví a llorar, le pedí perdón y ella entendiendo que me había equivocado, aceptó que volviera a casa, con la condición de que tenía que trabajar en el día y estudiar en un establecimiento nocturno, porque las cosas en casa estaban peores. Así comenzaba otra etapa de mi vida.

Entiendo que mi madre llamó por teléfono a mi padre a su trabajo, y así entonces acordaron que él llevaría mis cosas al día siguiente. No se hicieron preguntas, no se cuestionó nada. Mi madre que nunca supo los verdaderos motivos de mi regreso, al parecer culpó a mi madrastra, no tenía ni una importancia, lo importante es que yo estaba de vuelta, lejos de mi padre.

Creo que, por esa época, también empezaron los conflictos con Mónica, mi hermana menor, llegué a invadir el poco espacio que ella tenía, y, además, seguramente no fui una hermana entretenida, más bien callada, introvertida y lejana. Nunca hablamos de nuestras cosas, ella también tenía su historia que contar, pero ni la una ni la otra se interesó en aquello. Seguimos viviendo, así como la vida se nos fue presentando. Se abría paso a una relación de hermanas confrontadas casi la vida entera, distintas, como dos extrañas.

En cambio, Ricardo mi hermano fue más acogedor, tampoco preguntó mucho, pero me recibió con alegría. A él le habían asignado un dormitorio, en lo que era el lavadero techado de la casa, ese lugar tenía una puerta chica que daba a la escalera.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Leche condensada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Leche condensada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Leche condensada»

Обсуждение, отзывы о книге «Leche condensada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x