María Pilar Hernando Serra - El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica

Здесь есть возможность читать онлайн «María Pilar Hernando Serra - El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El 23 de mayo de 1808 la población de Valencia se alza contra la ocupación del ejército de Napoleón. Se inicia entonces un período de enfrentamiento bélico contra un poder extranjero e invasor. Sin embargo, ésta no es una guerra al uso, convencional. En el trasfondo de esta rebelión se vislumbra el ahínco de todo un pueblo por desprenderse de sus propias lacras, la lucha contra todo aquello que impedía la construcción de una nación avanzada. Las ansias de cambio que se habían ido gestando durante el siglo anterior irrumpen a principios del siglo XIX con los visos de una auténtica y deslumbrante revolución. Valencia queda dividida ideológicamente entre los que aceptan el dominio francés, los afrancesados, y los que se enfrentan a él, absolutistas y liberales. El triunfo, aunque efímero, de los liberales introduciría cambios notorios en la estructura del consistorio valenciano, dominado hasta el momento por una fuerte oligarquía urbana instalada > en el poder municipal.
'El Ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica' analiza la institución municipal durante los años de la guerra de la Independencia y, en especial, los efectos sociales, políticos y, sobre todo, económicos, que en ella causó la ocupación de la ciudad por el mariscal francés Louis Gabriel Suchet.

El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

En torno a la pérdida de las colonias, se ahondó por la literatura regeneracionista en el «problema de España», con escritos de Ganivet o de Macías Picavea, Isert, Morote, Unamuno... Costa había diagnosticado la corrupción política y las carencias económicas de España, el militarismo cidiano; dio unas recetas y remedio de lo que cabría hacer, así como una vía de actuación política –el movimiento de las cámaras agrarias– que no resultó; luego se unió a los republicanos. Otros ya habían planteado antes en ámbitos concretos los problemas: la segunda polémica de la ciencia había denunciado el atraso –Menéndez Pelayo, Revilla, Perojo...– Lucas Mallada en Los males de España (1890) buscaba soluciones técnicas, como también Altamira en 1898 se atuvo a los problemas de la universidad y la educación; aunque entró de inmediato en cuestiones de la psicología del pueblo español para detectar la causa esencial de aquella situación, había que averiguar quién era «el hombre español». Costa pertenece también a este grupo, pues componía un recetario más o menos adecuado, incluso esperaba la venida de un hombre providencial «el cirujano de hierro», después explotado por las dictaduras militares del XX. Incluso el gobierno proclamó la regeneración con Silvela y Sagasta, aunque no lograse gran resultado, Fernández Villaverde equilibró las finanzas públicas –faltas de los ingresos ultramarinos–, con la creación del impuesto sobre renta, o, en el nuevo Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes; García Alix con notable entusiasmo, y con menos Romanones, retocaron las enseñanzas...

A partir del 98, los políticos y muchos intelectuales ofrecieron ideas sobre el hombre español, sobre la angustiosa identidad de España... Con retazos de historia simplificada, con estadísticas o consideraciones varias, debatió la literatura regeneracionista el llamado «problema de España». Con él se daban algunas recetas, muchas críticas, pero había que indagar sobre el sujeto, sobre la nación y el hombre hispano... De este modo, se relegaban cuestiones y carencias a un imaginario o a un discurso abstracto. Un hallazgo para la oratoria política y académica, para los literatos y los intelectuales, los periodistas... Se desplazaban un tanto las cuestiones políticas y sociales al limbo de las ideas: ¿cuál era la tara de España, la psicología o talante del hombre español?

Sin embargo, en la lucha política se evidenciaban la corrupción de la política, no sólo del sistema político, denunciado por Costa. La historia reciente apenas ha aludido a las ventajas y negocios de la oligarquía, que, en numerosas ocasiones, pueden rastrearse en la prensa o en los tribunales en algún caso... Se dejaban deslumbrar un tanto por la idea sobre España –como un todo, una hipóstasis–, que ha tenido sucesivos rebrotes, y hoy aparece de nuevo, frente a los nacionalismos varios que pretenden una nueva descentralización, una organización –y unos impuestos– en que logren mayor participación y poder las autonomías.

Los planteamientos sobre el ser y la esencia de España recorrieron la última centuria y llegan hasta hoy. Ortega, un filósofo y periodista, escribió sobre la rebelión de las masas y de la invertebración de las provincias; aunque también criticó en muchas ocasiones y participó en la política concreta, con intensidad desde la primera dictadura. El casticismo de Unamuno, otro filósofo, se transformó en lucha política personal contra la monarquía y cuanto significaba, con su enfrentamiento a Alfonso XIII, su destierro y su vuelta... Pero las ideas sobre España y el hombre hispano continuaron en las más variadas circunstancias. En los años cincuenta sirvió para la pugna entre dos intelectuales del franquismo, Laín Entralgo y Calvo Serer, con su España como problema o sin problema. Las pugnas entre grupos falangistas y del Opus Dei se ventilaban en planteamientos esencialistas –tal vez no era posible argumentar de modo abierto en aquellos años de censura–. Por estas fechas también dos historiadores del exilio, Américo Castro y Sánchez Albornoz se enzarzan en la definición del ser o del estar del hombre hispano... La tragedia de la guerra y el exilio quizá late en los brillantes libros de aquellos grandes historiadores... En la península los seguimos con interés, la historia medieval y aun moderna no estaba demasiado prohibida.

Hoy nos hallamos de nuevo por doquier con el viejo problema, en especial en boca de los políticos, quizá con más atención a las ideas que a las tercas realidades políticas y económicas –también tercian algunos historiadores con más profundidad–. En lugar de cuestiones concretas sobrevuelan ideas nacionalistas de uno y otro signo. ¿Significa que hoy tampoco funciona bien el modelo de Estado? ¿O son simples escaramuzas para sumar votos en tiempos de varios nacionalismos?

MARIANO PESET

INTRODUCCIÓN

En 1808 las tropas francesas invadían la Península con el fin, encubierto, de ampliar el deseado imperio europeo proyectado por Napoleón. El ejército francés entraba como «amigo», pero el pueblo español no lo recibió como tal. Pronto se desató la guerra. El 2 de mayo de 1808, la población de Madrid se levantaba contra el ejército napoleónico. El 23 de mayo el levantamiento se repetía en la ciudad de Valencia al igual que estaba sucediendo en muchas otras ciudades. Se iniciaba, pues, un conflicto bélico contra el país vecino, Francia, que acabaría seis años después. Eterno enemigo y, sin embargo y a la vez, ocasional aliado, sobre todo, durante el siglo XVIII. Era una guerra contra un poder extranjero e invasor, una guerra por la independencia. Pero también era una guerra ideológica, del pueblo contra sus propias lacras. Una lucha en contra de todo aquello que impedía a la sociedad marchar hacia la construcción de una nación más avanzada, que pudiera desprenderse de las estructuras antiguas que la anclaban demasiado al pasado. Con la guerra de la Independencia, por lo tanto, empezaba una nueva época. Había llegado el momento de resolver y responder a todas y a cada una de las cuestiones que habían ido surgiendo a lo largo del siglo XVIII. En realidad, este proceso de conflicto, cuestionamiento y cambio era un proceso largo en el tiempo que se había ido gestando en el precedente siglo ilustrado y que ahora explotaba como revolución, en el marco y en la forma de una guerra. Guerra o revolución que fue dividiendo a España, territorial e ideológicamente. Territorialmente, en aquellas zonas que iban cayendo ante el ejército francés y que sufrirían la ocupación del gobierno de José I. Otras, permanecerían fuera del dominio francés, incluso durante toda la ocupación, como Alicante. Ideológicamente, quedaría dividida –al menos en las capas dirigentes, intelectuales, políticos, etc.–, entre los que aceptaron al nuevo rey –afrancesados, juramentados o colaboracionistas–, y los que se enfrentaron a este dominio. De estos últimos surgieron, desde el primer momento, dos posturas que aunque irreconciliables después, hicieron frente común ante el enemigo. Por un lado, los absolutistas, partidarios de mantener las cosas como estaban, y por el otro, los que creyeron que había llegado el momento de cambiarlas. Estos últimos eran los doceañistas o liberales, que aprovecharon la coyuntura para hacer suyas las ideas revolucionarias que habían confluido años antes en la revolución del país vecino. Partidarios ambos del monarca Fernando VII, los liberales, hijos de los viejos ilustrados, consiguieron una victoria momentánea: las primeras cortes liberales y la primera constitución española. Pero sólo fue eso, momentánea. Luego sufrirían –junto a los afrancesados–, castigo y represión...

La sociedad española del XVIII y sus instituciones manifestaban un agotamiento en sus posibilidades, patente desde hacía ya bastante tiempo. Era necesario darles una configuración nueva. La institución municipal, el ayuntamiento, unidad básica de la organización administrativa del Antiguo Régimen, participaba también de esta crisis. Era necesario que fueran profundamente renovados y adaptados a los nuevos tiempos que se avecinaban. Los primeros años del XIX hasta el momento de la guerra son una continuación en el funcionamiento del ayuntamiento del siglo XVIII. Implantado tras los decretos de Nueva Planta en 1707, conforme al modelo castellano, sustituía al municipio foral valenciano. El nuevo ayuntamiento, con el intendente-corregidor, los alcaldes mayores y los regidores, se consolidará a lo largo del setecientos adaptándose a todas las reformas que, principalmente, se llevaron a cabo durante el reinado de Carlos III. Entre esas reformas, cabe destacar la llevada a cabo en 1766, trascendental por lo que se refería al ayuntamiento borbónico. La introducción en el poder municipal de elementos nuevos, electivos y en cierta manera, de posible extracción popular, era el preludio de los cambios que se adoptarían en el futuro ayuntamiento constitucional.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica»

Обсуждение, отзывы о книге «El ayuntamiento de Valencia y la invasión napoleónica» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x