Los inconvenientes son igualmente claros. Triunfante y galardonada la acometividad ilegal y razonada, ¿quién impedirá que con igual ilegalidad derriben al señor Primo de Rivera los que se juzguen asistidos de igual razón que la que él hoy cree poseer? 78
El periódico maurista La Acción defendió con entusiasmo el golpe de Estado; su director, Delgado Barreto, se convertiría en un hombre de confianza para la dictadura. Delgado Barreto, periodista canario emigrado a Madrid para proyectar su carrera, se convertiría en el principal valedor de un colaborador de la dictadura como José María Albiñana, fundador del Partido Nacionalista Español, de raigambre monárquica y tradicional. 79 Maura fue alejándose de la dictadura y el general Primo de Rivera incluso pensó en encarcelarle, debido a la polémica que ambos mantuvieron en algunos aspectos. Incluso Maura debió soportar críticas de aquellos sectores de su partido que se habían adherido a la dictadura por su actitud hacia esta. 80
Tras su muerte, su hijo Gabriel Maura recordaba cómo durante los años de la Restauración la ausencia de una ciudadanía no partidista, junto al falseamiento electoral, había privado de asesoramiento a la Corona. El conformismo resignado del turno, junto al abandono «de la movilización activa y la defensa de sus principios, llevaban implícito un reconocimiento del carácter popular y mayoritario de las izquierdas, la dinástica y la republicana, y una abdicación del Partido Conservador de sus responsabilidades». 81 Lo cierto es que la Restauración vivió sin los ciudadanos, y los dirigentes políticos jamás optaron por la democracia como solución efectiva a los males que afectaban al sistema. 82 Cánovas había creado el sistema, pero el carácter indolente de la clase política junto a los cómodos atajos de la arbitrariedad provocarán que, en su parcial evolución hacia el autoritarismo y el pseudofascismo, la derecha española se valga de esta clase de líderes para dirigir las diferentes formaciones políticas existentes. 83
El problema del orden, acuciante tras la Primera Guerra Mundial, y siempre bien presente en la ideología de Maura, se acrecentará gracias a la obra de pensadores europeos vanguardistas. La dicotomía entre la nueva derecha europea de origen maurrasiano y los valores tradicionalmente defendidos por los conservadores españoles ayudará a comprender el carácter ecléctico y pragmático de culturas políticas como la posterior dictadura de Primo de Rivera o el nacionalcatolicismo moderno durante el franquismo. 84 Ciertamente, Charles Maurras representó el auge de un nuevo tradicionalismo, apoyado en el positivismo de Auguste Comte. Aunque su influencia no afectará por igual a todos los sectores de la derecha española, Maurras y Acción Francesa sirven como nexo entre dos corrientes interpretativas del conservadurismo. 85
Para acabar de analizar los grupos conservadores previos a la dictadura de Primo de Rivera, debemos citar la derecha de intereses , entendida como aquella clase conservadora vinculada a los intereses económicos y financieros de la sociedad española y de los principales mercados internacionales. Esta élite económica busca en cada gobierno o corporación un tipo de protección o de ayuda que le permita cumplir sus objetivos económicos. La derecha de intereses , claramente implantada en el sistema de la Restauración, continúa con la dictadura de Primo de Rivera en forma de obtención de contratos de obras públicas o de diferentes tipos de prebendas económicas. 86 Por tanto, aquella derecha populista que se estaba gestando en torno a figuras como Maura desde principios del siglo XX se superpone en el tiempo con aquella derecha oligárquica y financiera que estará presente en la dictadura del general Primo de Rivera, y que utilizará sus instituciones para encauzar a las masas en el sistema político, aunque siempre bajo un férreo control.
El largo proceso de gestación de la derecha autoritaria cristalizó en la Unión Patriótica, que representó el deseo del dictador de dotar a su régimen político de un mecanismo que le permitiera popularizar su ideario político. El origen de la formación, afirma Ben-Ami, fue natural ya que «la Unión Patriótica nació espontáneamente, con el advenimiento del Directorio, en tierras castellanas». 87 Los medianos propietarios y cerealeros de Castilla la Vieja son claves para entender la fundación y el carácter de la Unión Patriótica. 88 Para diciembre de 1925, cuando la formación ya tenga un organigrama claramente delimitado, con el dictador como jefe nacional y sus respectivos líderes provinciales, quedará en evidencia que este partido político único es un simple centro de colocación y la mayoría de sus afiliados lo son por puro interés personal, muy en consonancia con los antiguos partidos dinásticos.
1 Ramón Tamames: Ni Mussolini ni Franco: la dictadura de Primo de Rivera y su tiempo , Barcelona, Planeta, 2008, pp. 124-125.
2 Para estudiar la dictadura de Primo de Rivera podemos consultar, aparte de la obra de Ben-Ami, obras ya clásicas , como las de María Teresa González Calbet: La Dictadura de Primo de Rivera: el directorio militar , Madrid, El Arquero, 1987; Eduardo González Calleja: La España de Primo de Rivera: la modernización autoritaria, 1923-1930 , Madrid, Alianza Editorial, 2005; o José Luis Gómez Navarro: El régimen de Primo de Rivera: reyes, dictaduras y dictadores , Madrid, Ediciones Cátedra, 1991. Más reciente es la obra de Ramón Villares y Javier Moreno Luzón: Restauración y Dictadura , Barcelona, Crítica-Marcial Pons, 2009, vol. 7.
3 Julio Gil Pecharromán: Conservadores subversivos. La derecha autoritaria alfonsina (1913-1936) , Madrid, Eudema, 1994, pp. 1-2.
4 Mercedes Cabrera (dir.): Con luz y taquígrafos. El Parlamento en la Restauración (1913-1923) , Madrid, Taurus, 1998, p. 279.
5 Véase René Rémond: Les droites en France , París, Aubier Montaigne, 1982, y Hans Rogger y Eugen Weber (eds.): La derecha europea , Barcelona, Luis de Caralt, 1971.
6 En España la pérdida de Cuba y Filipinas en 1898, en Italia el desastre de Adua, el nacionalismo irlandés en el Reino Unido, el affaire Dreyfus en Francia o la revolución de 1905 en el Imperio ruso.
7 Ídem.
8 En el fondo, la implantación del sufragio universal de 1890 perpetuó el parlamentarismo fraudulento debido a un censo electoral desactualizado, a la falta de control a la hora de comprobar la identidad del votante y a las dificultades impuestas a la oposición no gobernante para la impugnación de los resultados (debido a la ausencia de interventores en las mesas). Teresa Carnero: «El lento avance de la democracia», en Mari Cruz Romeo e Ismael Saz (eds.): El siglo XX . Historiografía e historia , Valencia, Publicacions de la Universitat de València, 2002, p. 178.
9 Es Andalucía la región donde mayores estragos había llevado a cabo el caciquismo en los momentos previos a 1923. Las provincias más castigadas en este sentido serían Almería y Granada, donde «el encasillamiento de los diputados y el cunerismo serán fenómenos absolutamente normales en el ámbito granadino. Ni que decir tiene que la estructura de la propiedad agraria favorecería este estado de cosas». Citado en José Luis Gómez-Navarro, María Teresa González Calbet y Ernesto Portuondo: «Aproximación al estudio de las élites políticas en la Dictadura de Primo de Rivera», Cuadernos Económicos de ICE , núm. 10, Madrid, pp. 192-193.
10 Manuel Villares y Javier Moreno Luzón: Restauración y Dictadura , colección «Historia de España» (vol. 7), Barcelona, Crítica-Marcial Pons, 2009, pp. 247-249.
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