Pound empezó a hacer las traducciones al inglés de los poemas de Li Po que leyó en las notas de Fenollosa ese mismo invierno de 1914-15 que pasó con Yeats en Sussex, y que incluiría en Cathay , publicado en abril de 1915. Contiene 17 traducciones, casi todas de Li T’ai Po.
Cathay es el nombre literario de China. Los poemas de Cathay describen un imperio, del siglo VIII, en que el poder político y el de la inteligencia creativa están debilitados. El mejor poeta, Li Po, no tiene interés en servir al estado, pero tampoco al estado le interesa su obra. El estado está en guerra con los bárbaros, que atacan sus fronteras; el corazón de la corte está carcomido por la decadencia. La poca energía que queda está concentrada en los soldados, que mueren olvidados, lejos de la corte y de su hogar. Los sentimientos dominantes son la separación y la tristeza. Casi todos los poemas, provenientes de los cuadernos de Fenollosa, que contienen 150 en total, ofrecen la imagen de un gran imperio degradado. Casi todos son de Li Po. De hecho, podría decirse que poeta e imperio se reflejan mutuamente. Pound califica a la época de petrarquesca, porque él consideraba a Petrarca falto de virtú , palabra que conlleva el significado de la energía que individualiza al artista, la fuerza que despliega, su firma, el nudo que solo él ata. Pound asociaba a Petrarca con ausencia de virtú y con decadencia y exceso de elaboración. Para Pound, Petrarca y Virgilio meramente registran su medio y su tiempo. Poseían virtú muchos de sus poetas provenzales, y Dante, Cavalcanti, Homero y Ovidio.
Existe otra relación interesante en el poema, entre el imperio chino y el imperio británico en 1914, ambos empeñados en una guerra en la que los soldados sufren en el frente, mientras el corazón del imperio, la corte, da la espalda al sufrimiento de su tropa. Muy diferente será la situación en la Segunda Guerra Mundial, donde por primera vez habrán de sufrir los civiles. La Primera Guerra, la Gran Guerra, fue de gran dolor en las trincheras y en el frente, pero librada muy lejos de Inglaterra.
Son bien conocidas las dificultades que presenta la traducción del chino. En After Babel , George Steiner destaca que, si bien los caracteres son logográficos (usan símbolos abreviados para una palabra o frase), muchos son ideogramas que contienen rudimentos pictóricos, o los sugieren. La relación entre las proposiciones son paratácticas (coordinadas), y los signos de puntuación representan pausas para la respiración, más que segmentaciones lógicas o gramaticales. En ciertos casos es imposible distinguir entre prosa y verso. Más que el diccionario, el traductor necesita fijarse en el contexto, que es lo que certifica el significado. 42
Los poemas chinos de Cathay se caracterizan por su economía de recursos poéticos. En su mayoría son simples, una aprehensión íntima y directa del mundo natural. Son objetivos, sin comentarios sobre la emoción que puede sentir la voz poética. No hay en ellos uso del simbolismo ni de la alegoría. A Pound le atrae el verso largo, el lenguaje directo y simple y las vívidas imágenes naturales. Por un tiempo, Pound vivió maravillado por la poesía china. En febrero de 1915, escribió en Poetry que los poemas de los escritores chinos “son un tesoro que el siglo próximo podrá considerar un estímulo tan grande como fue el de los griegos para el Renacimiento.” La edición original de Cathay estuvo a cargo de Elkin Matthews, de Londres, en 1915. Se aclara debajo del título:
Traducciones de Ezra Pound. En su mayoría, del chino de Rihaku, de las notas de Ernest Fenollosa, fallecido, y los desciframientos de los profesores Mori y Ariga.
En el postscriptum se lee:
No he llegado al final de las notas de Ernest Fenollosa, ni nada que se le parezca, ni es por entero la perplejidad lo que me causa cesar en la traducción. Es verdad que encuentro poco que añadir a un verso de cierto poema:
Sabes muy bien adónde fue que caminé
Después que me dejaras.
En otro encuentro un discurso perfecto de una literalidad que para muchos resultará inaceptable. El pareado es el siguiente:
Sacando la espada, cortando el agua, el agua vuelve a fluir:
Levanta la copa, aplaca la tristeza, la tristeza otra vez lamentada.
Hay otros poemas, sobre todo “Five-colour screen” [La pantalla de cinco colores], en la que el profesor Fenollosa, como crítico de arte, estaba especialmente interesado, y una suerte de Ars Poetica de Rihaku, que podría ofrecerse con timidez a una audiencia de buena voluntad. Pero si procedo a hacerlos, con las interrupciones necesarias para explicaciones, y un tedio de notas, es seguro que el odio personal que me tienen muchos, y la invidia dirigida contra mí porque he osado abiertamente declarar mi fe en ciertos jóvenes artistas, se utilizarán primero para destacar los defectos de la traducción, que luego se transformará en menosprecio por el libro completo de traducciones. Por lo tanto, solo ofreceré estos incuestionables poemas.
E.P.
En noviembre de 1915 Pound publicó Catholic Anthology 1914-1915 , cuya tapa lucía un diseño vorticista de Dorothy Pound. “Catholic” se usaba en el sentido de “universal,” lo que originó protestas de varios católicos (Carpenter 282). La antología, publicada por Elkin Matthews, era de orientación vanguardista, e incluía, entre otros, el poema imaginista “In a Station of the Metro,” de Pound, integrante de su serie “Contemporania” junto con “Further Instructions” y “The Study of Aesthetics.” Otros de los poetas que contribuyeron a la antología eran W.B. Yeats, William Carlos Williams, Carl Sandburg y T.S. Eliot, representado este por “The Love Song of J. Alfred Prufrock” y “Portrait of a Lady.”
En la Quarterly Review , Arthur Waugh (1866-1943), importante autor y crítico de publicaciones como The Daily Telegraph , escribió una reseña negativa: la antología (decía) era la obra de “cubistas literarios” que amenazaban con la anarquía y la “ruina roja” (por comunista) (cit. Moody 280). De hecho, para Pound era el comienzo del ataque permanente que dirigirían los románticos tardíos y postvictorianos por sus innovaciones y sus críticas a los tradicionalistas.
En uno de los poemas satíricos que publica en Blast N° 2 (julio de 1915), que titula “Our Contemporaries,” Pound se burla de Rupert Brooke, el poeta adorado por todos que pasó tres meses en Tahití, se enamoró de los mares del Sur y luego murió en los Dardanelos durante la Gran Guerra: “Cuando la princesa tahitiana / oyó que él se había decidido, / corrió hacia la luz del sol y trepó a un cocotero, / pero él volvió a esta isla / y escribió noventa sonetos petrarquescos.” El ataque a un héroe de la guerra y admirado poeta nacional era imposible de digerir por los patrióticos habitantes de la Inglaterra de aquel momento. Pound se defendió, aduciendo que él había escrito el poema meses antes de la muerte de Brooke (Carpenter 283).
En abril y noviembre de 1913, Pound había publicado una serie de poemas en la revista Poetry de Harriet Monroe, poemas que se caracterizan por su crítica a la forma de vida de la sociedad inglesa y que luego recopilaría en diversos poemarios que llevan el título genérico de Lustra . Una nota en la guarda explicaba el título:
DEFINICION: LUSTRUM: ofrenda por los pecados de todo un pueblo, hecha por los censores al final de sus cinco años de servicio, etc. Diccionario de latín elemental de Charlton T. Lewis. 43
De hecho, hay varias “Lustra”: Lustra of Ezra Pound (Londres, septiembre 1916); Lustra of Ezra Pound (Londres, octubre 1916); Lustra of Ezra Pound with Earlier Poems (Nueva York, septiembre 1917, no expurgada); Lustra of Ezra Pound with Earlier Poems (Nueva York, octubre 16, 1917, expurgada). Según Moody, en estas ediciones el poeta posee “la seguridad del individuo que no responde a nadie, salvo a sí mismo” y que ha aprendido a decir “no.” A los artistas descorazonados y frustrados en Estados Unidos les ofrece un pensamiento alentador, lo que él ha logrado hacer: “He capeado la tormenta, / he derrotado a mi exilio.” El poemario marca un hito fundamental en el desarrollo de la poesía de Pound. Deja atrás la simbología y los arcaísmos y empieza a escribir una especie de verso de sociedad 44que utiliza para una crítica satírica dirigida contra varios frentes. Los poemas de Lustra son la obra de un poeta inconformista y batallador. Hablan contra las convenciones, contra la respetabilidad, contra todas las formas de opresión, contra la falta de imaginación, contra la burguesía que se está muriendo de aburrimiento. Ha nacido un Pound combativo, dispuesto a todo. Un Pound que se rebela contra el verso tradicional, y que canta y lucha con una nueva cadencia. Podría decirse que el poema “Ité” es una declaración de sus nuevos principios:
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