Se refiere Pound al poder de Cavalcanti como su virtú , en el sentido técnico en el que Tomás de Aquino y Aristóteles hablaban de potencia : “la propiedad eficiente de una sustancia o persona.” Así, la ciencia moderna nos muestra el elemento químico radio como una noble virtud de la energía. Cada cosa o persona “envía magnetismos de ciertos efectos” (18).
La nueva colección, Ripostes , también de 1912, de 25 poemas, estaba dedicada a William Carlos Williams. En julio del año siguiente, se publicó la edición estadounidense en Small, Maynard and Company, Boston. Ripostes incluía un apéndice, titulado “The Complete Poetical Works of T.E. Hulme.” En una suerte de prefacio, Pound explicaba que Hulme había completado su ouvre entera a los treinta años. Hulme, que en realidad tenía veintinueve años, agregaba: “Mr. Pound ha exagerado mucho mi edad.” La obra completa consistía en cinco poemas muy breves. Uno de ellos es “Autumn,” que ya se inscribe en lo más puro del imaginismo: un poema breve en el que prevalecen imágenes de color. Hay excepciones, como “wistful stars” (añorantes estrellas), el uso del símil en el último verso, y quizá la personificación en el verbo “lean,” pero, con todo, se aproxima a la objetividad del imaginismo. El peor pecado es probablemente “wistful,” que no tiene existencia exterior real e implica una emoción personal no verificable.
Otoño
Un toque de frío en la noche de otoño—
salí a caminar
y vi la luna rojiza inclinada sobre un seto
como un granjero de cara roja.
No me detuve a hablar, sino que saludé con la cabeza,
y alrededor estaban las añorantes estrellas
de cara blanca como niños de ciudad.
[Autumn
A touch of cold in the Autumn night—
I walked abroad,
And saw the ruddy moon lean over a hedge
Like a red-faced farmer.
I did not stop to speak, but nodded,
And round about there were the wistful stars
With white faces like town children.]
En “Lecture on Modern Poetry,” Hulme se rebela contra la idea falsa de que la poesía es una especie de religión, o algo que busca comunicar un pensamiento en toda su perfección, o una pirámide construida para la eternidad. Un poema es, simplemente, un medio de expresión.
En una carta a Harriet Monroe, Pound se hace eco de estas ideas de Hulme, que animarían su imaginismo y se inscribirían en su batalla por la modernización poética. Aboga en la carta por “objetividad y más objetividad” y declara la guerra a los adjetivos, al discurso tennysoniano, y a todo lo que no se pudiera “ realmente decir en alguna circunstancia, bajo la tensión de alguna emoción.” Fuera toda forma de literaturidad y las palabras librescas. Y al aceptar el ofrecimiento a Harriet Monroe de ser el corresponsal de Poetry en Europa, vuelve a manifestar sus principios poéticos:
¿Puede enseñarse a un poeta estadounidense que la poesía es un arte , un arte con una técnica, un arte que debe estar en flujo constante, en constante cambio de forma, si es que está destinado a vivir? ¿Puede enseñársele que no es un eco pentamétrico del dogma sociológico impreso en las revistas del año pasado? 27
En otra carta a Monroe expresa su política editorial:
Mi idea de nuestra política es esta: Apoyemos a los poetas estadounidenses, preferentemente a los jóvenes que posean una seria determinación de producir obras maestras. Importemos solo arte que sea mejor al producido en el país. La mejor obra extranjera, la obra que esté bien por encima de la mediocridad, o los experimentos que parezcan serios, y dirigidos seria y sensatamente hacia la ampliación y el desarrollo de El Arte de la Poesía. 28
Yeats, por su parte, reconocía en una carta a Lady Gregory —amiga y colaboradora suya, en la creación del Teatro Nacional de Irlanda— que Pound lo había ayudado a volver a lo definido y concreto (Carpenter 192). Pound estaba seriamente empeñado en causar un Risorgimento poético, como escribe en la posdata de su carta de aceptación del 18 de agosto a Miss Monroe: “P.D. Cualquier sacrificio que tienda a apresurar lo que yo creo que en última instancia es inevitable, nuestro Risorgimento Estadounidense, me es caro. Ese despertar hará que el Renacimiento italiano parezca una tempestad en un vaso de agua. Tenemos la fuerza, y el impulso, pero debemos aguardar y luchar por el sentido de guía y la discriminación para aplicar la fuerza.”
En su esfuerzo poético personal, Ripostes no era todavía el poemario experimental y revolucionario al que Pound aspiraba. Estaba demasiado inquieto por ser conocido y brillar. Se sentía obligado a publicar. El libro recibió reseñas buenas y malas. El crítico del prestigioso Times Literary Supplement lo atacó. En un comentario anónimo, decía que el libro de Pound tendría sobre sus lectores el mismo efecto que la exhibición de los postimpresionistas ejercía sobre sus visitantes: algunos zapateaban de furia y otros se morían de risa. En Poetry and Drama , el poeta Frank Flint lo ensalzó: “Mr. Pound es uno de los pocos en este país a quien le importa la poesía como arte … Posee un extenso aprendizaje en la técnica de su oficio.” Destaca su habilidad con las palabras, pondera el uso del verso aliterativo en la traducción del poeta anglosajón “The Seafarer” (que dista mucho de ser una traducción literal, pero sí es una interpretación personal) y los experimentos con la rima polifónica en sus traducciones de Arnaut Daniel. Concluye: “Mr. Pound se ha ganado el derecho de usar la forma poética que desee: ha dado al vers libre una sólida base en la tradición, y puede reírse de los críticos.” Claro que Flint era un amigo, cuya poesía se incluiría en Des Imagistes (1914) y en las futuras antologías del imaginismo.
Ripostes contiene poemas excelentes, como “The Tomb at Akr Caar,” “Portrait d’une Femme” y “The Return.” En este último, ponderado por Yeats, ya se utiliza una técnica experimental que tiende hacia el minimalismo. Como opina Moody, el poemario es moderno en el uso de un idioma contemporáneo y una sintaxis más natural. De cualquier modo, debe ser considerado como de transición (Moody 178).
En la primavera de 1912, Pound viajó a París y se alojó en casa de Walter Rummel en la rue Raynouard. Allí hizo algunas traducciones del provenzal para canciones que estaba componiendo Rummel, y vio a su amiga Margaret Craven. Recorriendo los puestos de libros callejeros de la margen izquierda del Sena, hizo un hallazgo providencial: encontró la versión en latín de La Odisea hecha por Andreas Divus Justinopolitanus, oscuro poeta de principios del siglo XVI o antes. Hace una referencia a ello en el Cantar I. Pasó un tiempo en la Bibliothèque Nationale reuniendo material para un libro que pensaba hacer sobre los trovadores, que titularía Gironde . En junio inició una gira a pie por el sur de Francia, también relacionada con el libro proyectado, pero al llegar a su primer destino, Limoges, recibió una nota de Dorothy en que le comunicaba que Margaret Craven se había suicidado. Regresó a París en el acto. Allí se enteró de que la causa probable de la desgracia era el hecho de que Margaret se había enterado de que Walter Rummel había anunciado su casamiento con otra música, Thérèse Chaigneau. Pound hace una breve referencia a esto en su Cantar LXXVII: “O Margaret of the seven griefs / who has entered the lotus” [O Margaret de los siete pesares / que ha entrado en el loto].
En junio reanudó el viaje a pie, y cubrió gran parte de la Provenza entre ese mes y el siguiente. Por lo general tomaba trenes nocturnos y caminaba de día, visitando lugares relacionados con los trovadores poetas. Entre la primera y la segunda etapa de su viaje, en distintos momentos visitó Chalais, donde había vivido la vizcondesa Dompna (compondrá un poema sobre ella), dama de Bertran De Born, uno de sus héroes; Ribérac, donde nació otro de sus héroes, Arnaut Daniel; luego fue a Vieux Mareuil, que inspiró el poema “Marvoil” de Pound. Otra de sus visitas fue a Perigord, el castillo de Hautefort (el Altafort de De Born), lugar que inspira el poema “Near Perigord.” También estuvo en Chalus, lugar donde recibió su herida de muerte Ricardo Corazón de León.
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