Noelia Truffa - Escribiendo por el mundo

Здесь есть возможность читать онлайн «Noelia Truffa - Escribiendo por el mundo» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Escribiendo por el mundo: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Escribiendo por el mundo»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En 2016, durante un viaje en solitario por el sudeste de Asia, arriba de un colectivo destartalado en el norte de Tailandia y rodeada de monjes budistas vestidos con túnicas anaranjadas, Noe lo vio muy claro: supo que quería dedicar sus días a viajar y escribir, y ya no hubo vuelta atrás. El 1.º de enero de 2019, después de años de soñarlo y planificarlo, ese sueño se convirtió en realidad y, acompañada de Omar, su pareja, transformó el viaje en su nuevo estilo de vida. Escribiendo por el mundo reúne los relatos de las vivencias de los primeros dos años de esa vida nómada en la que Noe y Omar recorrieron doce países de Europa, África y Asia. Es una mezcla entre crónica de viaje y diario íntimo. Por un lado, el viaje exterior, que incluye lugares, experiencias, mares, olores, montañas, fronteras, sabores y más. Por otro, el viaje interior, que recopila todas las decisiones, aprendizajes, trabas burocráticas y oportunidades que llevaron a Noe y Omar a tomar uno u otro camino, y van mucho más allá de los destinos en sí, convirtiendo a la comunión entre ambos en un viaje totalmente personal, único y subjetivo. A lo largo de las páginas de
Escribiendo por el mundo, Noe invita al lector a tener una experiencia interactiva y a sumarse al viaje a través de recetas típicas de cada uno de los países que visitaron y consignas creativas para «poner manos a la obra».

Escribiendo por el mundo — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Escribiendo por el mundo», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Un par de meses después de mi viaje­revelación conocí a Omar, y fue amor a primera vista.

La historia de Omar es muy —¡muy!— diferente de la mía. Por esas casualidades de la vida nació en San Cristóbal de Las Casas, una ciudad del Estado de Chiapas, ubicado en el sur de México, ciudad que unos años antes había unido a su papá español y a su mamá finlandesa. Así, desde el primer momento, el movimiento fue una parte indivisible de su historia, parte de su ADN.

Cuando tenía dos años y medio, Omar y su mamá cambiaron San Cristóbal de Las Casas por Lempäälä, un municipio rural de veintidós mil habitantes en el sur de Finlandia, y los tamales mexicanos cambiaron por karjalan piirakka , unas empanadas finlandesas hechas con masa de centeno y rellenas con arroz hervido en leche o puré de papa, y decoradas con huevo hervido picado y manteca.

Para cuando tenía menos años que dedos en una mano ya había viajado solo en avión entre Finlandia y España, donde, cada vez que iba, lo esperaba la otra mitad de su familia. Por aquel momento, desde muy chico y gracias a esas visitas, llamadas y cartas, empezó a aprender poco a poco y con mucho esfuerzo su segundo idioma, el español.

Antes de empezar la escuela primaria, ya había viajado por varios países de Europa y hasta había pasado un mes viviendo en una caravana de circo con amigos de su mamá en Berlín, donde compartía días de juegos con los hijos del payaso. Para entonces, algunos de sus pasatiempos favoritos eran hacer castillos de nieve y recolectar hongos y frutos del bosque con su abuela finlandesa.

A los nueve años volvió a cruzar el charco con su mamá. Intentó aprender a surfear en el Pacífico mexicano (y terminó aprendiendo a respetar el mar) y se sintió Indiana Jones juntando pedazos de obsidiana en las ruinas de Teotihuacán.

A los diez, también con su mamá, vivió cuatro meses en la selva, cerca del pueblo de Vilcabamba, en Ecuador, donde tenía un mono como compañero de cuarto.

Mucho más tarde, una vez terminada la época de la universidad en Finlandia, viajó solo por México durante cinco meses con el objetivo de buscar sus raíces, y gracias a ese viaje entendió que no estaban arraigadas a la tierra del tequila con limón y sal sino a Finlandia, donde estaba la mitad de su familia, su cultura, sus amigos, donde había crecido, había ido a la escuela, había aprendido su lengua materna.

En abril de 2016, una nueva búsqueda de aventuras lo llevó a cruzar el Atlántico una vez más, ahora en dirección a Buenos Aires, donde, gracias a los esfuerzos de la niñez, entendía y podía hablar perfectamente el idioma. Tres meses después nos conocimos y esos caminos tan diferentes que habíamos recorrido hasta ese momento felizmente se unieron en uno.

Para aquel entonces hacía pocos meses que yo había vuelto del sudeste asiático, donde había tenido mi flamante revelación, y mis ganas de vivir viajando estaban a flor de piel. Él estaba en Buenos Aires de paso y —según me confesó más tarde— buscando internamente una compañera de viajes y de vida. ¡Nos habíamos sacado la lotería! Y aunque todavía teníamos un largo recorrido para pasar del plano de los sueños al de la realidad, sabíamos que queríamos irnos de Argentina y hacer un gran viaje.

Pasamos mucho tiempo deseándolo, soñándolo, analizando las mil y una opciones de cómo, cuándo y por dónde empezar. Yo quería volver a Asia más que nada en el mundo y seguir recorriendo el continente que más me atraía. Pero aun vendiendo todas las cosas que con mucho esfuerzo y un millón de cuotas me había comprado, no tenía suficiente plata para empezar. Me parecía, entonces, que lo mejor era empezar ese sueño trabajando en algún país donde pudiera ahorrar a la velocidad de un rayo y después, con esos ahorros, viajar. La experiencia de vivir y trabajar en un país diferente ya sería un viaje en sí misma, que además me iba a permitir emprender el camino a Asia con la billetera un poco más gordita. Dos pájaros de un tiro. Solo me faltaba resolver en qué país concretar esa primera parte del plan.

Una opción era sacar una visa de vacaciones y trabajo con la que podría vivir y trabajar durante un año en alguno de los países que la ofrecían. Mi opción favorita de todas las disponibles en aquel momento era Francia. El problema fue que el 1.º de diciembre de 2016 cumplí treinta y con el cambio de década me quedé afuera de mi opción preferida, a la que solo se podía aplicar hasta los veintinueve. Quedaban poquitas alternativas a las que podría haber aplicado (incluso hasta los treinta y cinco), pero los países que daban esa posibilidad no me atraían tanto o esas visas tenían un cupo tan reducido que era prácticamente imposible conseguirlas.

El 19 de enero de 2017, después de muchos años de averiguar datos de mi árbol genealógico, buscar partidas de nacimiento, matrimonio y defunción, hacer traducciones y varios trámites más, presenté junto con mi familia la solicitud de reconocimiento de ciudadanía italiana por vía sanguínea en el consulado italiano de Buenos Aires. Egisto, mi bisabuelo materno al que no llegué a conocer, era italiano y se había convertido en mi “as bajo la manga”, un as que en algún futuro me permitiría ser ciudadana italiana y poder trabajar en cualquier país de la Unión Europea. Pero para eso faltaba. No podía ser mi única opción, sino algo que en algún momento iba llegar, como una herencia.

Poco más de un año después, en abril de 2018, cuando todavía no tenía ninguna novedad de mi ciudadanía, un evento inesperado puso a las visas de vacaciones y trabajo de nuevo en carrera. Francia extendió el límite de edad de los aplicantes a sus visas, que pasó de veintinueve a treinta y cinco años de un día para el otro. Bon voyage!

Con esa novedad sobre la mesa, pusimos todo en marcha para irnos definitivamente de Argentina. El plan era trabajar en Francia durante el año que duraba esa visa que ahora podía conseguir. Después de eso, el camino diría. Quizás para entonces ya me habría salido la ciudadanía italiana y podríamos seguir trabajando donde quisiéramos, quizás ya habría logrado juntar suficiente dinero para empezar el viaje por Asia que tanto soñaba, quizás nos habríamos enamorado de Francia y buscáramos la manera de quedarnos ahí. Nadie lo podía saber, y pensar en esa infinidad de posibilidades me daba vértigo al mismo tiempo que me encantaba.

Pusimos fecha de salida para enero de 2019. “Año nuevo, vida nueva”, dicen. Uno de los requisitos de la visa francesa era que recién se podía aplicar tres meses antes de viajar, y para eso faltaba bastante. Mientras el tiempo pasaba y la fecha se acercaba, nos dedicamos a desarmar nuestra vida en Buenos Aires. La de Omar, de dos años y medio, la mía, de treinta y dos. Vendí prácticamente todo lo que tenía y el proceso de desprenderme de mis cosas fue un viaje en sí mismo. Cada vez que algo que me había costado tantas cuotas y años de esfuerzo comprar se iba del departamento, me sorprendía lo increíblemente fácil que me resultaba desapegarme de las cosas materiales. Con cada cosa que salía por la puerta estaba un poquito más cerca de mi sueño.

Un día de agosto de 2018 llegó el momento de comprar los pasajes y lo de “Año nuevo, vida nueva” cobró más sentido que nunca: nuestro avión iba a despegar el 1.º de enero de 2019 a las doce y diez de la madrugada. ¿Nos darían algo para brindar a bordo? ¿Nos desearían feliz año nuevo en varios idiomas? Dentro de poco nos enteraríamos, lo importante era que los pasajes estaban comprados y el plan marchaba viento en popa.

Pero el viaje, ya desde antes de empezar, estaba a punto de darnos nuestra primera gran lección: necesitaríamos una enormísima cuota de adaptabilidad, porque muchas (muchísimas) veces las cosas no iban a salir como las habíamos planeado, e íbamos a tener que recalcular planes todo el tiempo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Escribiendo por el mundo»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Escribiendo por el mundo» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Escribiendo por el mundo»

Обсуждение, отзывы о книге «Escribiendo por el mundo» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x