En el juicio se pasó del nivel de los pensamientos al de la referencia. Repito: un valor de verdad no lo es de un pensamiento, de un sentido; sí lo es de un objeto. Aquí Frege toma la máxima de Leibniz que se traduce por “son idénticas aquellas cosas que pueden sustituirse mutuamente, preservándose la verdad”. 13Pero esta afirmación, que el valor de verdad de una oración es su referencia, necesita ser puesta a prueba. Es puesta a prueba en el análisis de oraciones subordinadas, en las que al cambiar una expresión por otra no se mantiene el mismo valor de verdad. Lo que le interesa a Frege es que el valor cognoscitivo de a = a no es el mismo que el de a = b. Para sostener el valor cognoscitivo son necesarios tanto el sentido, o los pensamientos, como la referencia, su valor de verdad.
Sentido y referencia son válidos para los nombres propios. Frege se pregunta si también lo será para las palabras de concepto o “palabras que desempeñan la función de un predicado gramatical”. 14
Una palabra de concepto refiere a un concepto conforme a la lógica. Se puede reemplazar por otra si le corresponde la misma extensión conceptual. Puede cambiar su sentido, pero se mantiene su referencia.
Si en la función uno se encuentra con que no se da su saturación o, lo que es equivalente, que no se saturó con el argumento, en el concepto pasa a llamarse su naturaleza predicativa. Para cada objeto debe estar determinado si cae o no bajo el concepto. En el caso de que sea no, carece de referencia aunque no carezca de sentido.
La referencia de una palabra de concepto es un concepto, no un objeto. Lo mismo que vale para los nombres propios vale para los signos: deben tener sentido y referencia. Esto también plantea la cuestión de la existencia. Recordemos el artículo de Freud sobre la negación. Dice que el juicio de atribución precede al juicio de existencia. Para poder decir que algo existe, después de plantear los atributos de algo, es necesario introducir su existencia y, para ello, dice, no se trata de un encuentro de un objeto en la realidad sino de un reencuentro, lo que implica muchos problemas lógicos.
En un debate de Gottlob Frege con Bernhard Pünjer, que con una terminología antigua podemos decir que era un idealista, aquel sostiene que con el lenguaje no es posible establecer un juicio de existencia, que es necesario establecerlo con una escritura de la lógica, con letras. 15
Todo esto nos lleva a pensar la noción de concepto y de existencia, e ir a ver qué hay de ellos en el psicoanálisis. Pero veamos, resumidas, algunas cuestiones previas. Freud establece claramente que el psicoanálisis no es ni una Weltanschauung ni una ciencia. Tampoco puede inscribirse en la magia. Como vimos, para él una ciencia no es demostrable pero es refutable, mientras que el psicoanálisis no es ni demostrable, ni refutable. Lacan, por su parte, establece las diferencias a partir de las causas aristotélicas. En la magia es la causa eficiente; en ciencia, la causa formal; en la religión es la causa final y para el psicoanálisis es la causa material.
Gilles Deleuze en uno de sus seminarios, de 1979-1980, publicado en castellano con el título Derrames II, aparatos de Estado y axiomática capitalista , expresa que en lógica clásica se consideran dos tipos de definiciones: nominales y reales. 16
Un concepto freudiano, el inconsciente
Si nos situamos en el campo del psicoanálisis decimos que un concepto propio de este es el término “inconsciente”, del que podemos dar varias definiciones. Por ejemplo, “lo que no es consciente”, o más precisamente lo que Freud describió y formalizó en su primera tópica como “parte del aparato psíquico”. O muchas otras. O también una descripción, como la de Lacan: “El inconsciente está estructurado como un lenguaje” y “el lenguaje preexiste al inconsciente”. No es una definición, no es “lo que el inconsciente es”. Y, como se sabe, Jacques-Alain Miller titula uno de los capítulos del seminario 11 “El inconsciente freudiano y el nuestro”. ¿Cuál es el de los freudianos? ¿Cuál el de los lacanianos?, suponiendo que el nuestro es el de los lacanianos. Para algunos el “nuestro” sería el inconsciente real y el freudiano sería el simbólico. ¿O es a la inversa? Cuando Lacan da su fórmula canónica “el inconsciente está estructurado como un lenguaje”, ¿es efecto de la lectura de Freud? Entonces el simbólico es el freudiano. O bien el freudiano es otro, por ejemplo el del ombligo del sueño, lo imposible de conocer. No está claro cuál es cuál. Por lo menos podemos decir que da lugar a más de una lectura. Ya no hay uno, al menos hay dos. Digo esto porque lo que caracteriza a un concepto es que unifica. Concepto es, entre otras cuestiones, que es uno, es ese, y después se verá cuantos elementos se subsumen a ese concepto unificador, lo que nos lleva a la existencia, en la idea de Frege a la referencia, la Bedeutung . ¿Hay objetos que se subsumen a ese concepto? ¿Cuáles son?
“Inconsciente” es una traducción del vocablo alemán Unwebuste . Del mismo modo se traduce en francés y en inglés y en otras lenguas. Sin embargo, en los últimos seminarios, a partir de L’insu que sait de l’une bévue s’aile á mourre , Lacan dice que traduce Unwebuste al francés por l’unebévue . Parece obvio que no es una traducción, si es que entendemos por ello pasar de un vocablo de una lengua a otra apoyándose en el sentido. Parece más bien una transliteración, un pasaje letra a letra y, además, fallido. Es muy importante que sea fallido; lo convierte en un acto fallido, como todo acto. Y, además, el inconsciente es real. Pero puede ser que sea una traducción y unbewuste tiene el mismo sentido que l’unbévue . Entonces no es el pensamiento o el sentido que intentó darle Freud. Es otro, y ya no está más estructurado como un lenguaje. ¿Cómo se estructura lo real? ¿Hay estructura de lo real? O la estructura es el nudo borromeo, el anudamiento de Simbólico, Imaginario y Real. Con ello la estructura o la posibilidad de que un concepto como inconsciente se considere “estructurado como un lenguaje” es posible, solamente, en una topología, como la del nudo borromeo.
Recordemos lo que plantea Freud hacia el final de su vida y de su obra, por ejemplo en Esquema del psicoanálisis . Manifiesta que pensar con la idea de que hay un afuera y un adentro, es decir, en términos topológicos, con la topología de la esfera, solo puede darse en los animales, no así en el hombre. En este incide el lenguaje y la topología es diferente, debe pensarse con otra o debe pensarse otra.
Suponiendo que el psicoanálisis sea una praxis…
Recapitulando, el psicoanálisis es una praxis y en ese sentido tiene el mismo estatuto epistemológico que el marxismo, lo que quiere decir que se trata de discursos. El psicoanálisis es un discurso, como expresa Lacan, un nuevo discurso, y es necesario formalizarlo lo más posible. Es lo que realiza a partir del seminario El envés del psicoanálisis . Y un discurso tiene efectos de sentido, presenta su “efectuación” que no es de una práctica sino de una praxis o bien de una experiencia. Experiencia que se renueva día a día, momento a momento. Deleuze se pregunta: “¿Qué quiere decir que se efectúa?” y se contesta que en los modelos de realización “los elementos, cualquiera de ellos, adquieren una naturaleza cualificada”. 17
Habría que entender “cualificada” de un modo nuevo, distinto.
Intento explicarlo. Todo efecto de sentido o producción de sentido es social. Eso quiere decir que dependerá de la formación social en la que se efectúe la experiencia, cualquiera sea esta. Si es cualquiera, puede ser el psicoanálisis que se presenta como una experiencia que produce efectos de sentido, específicos, concretos en el seno de la formación social donde se inscriba. En términos de Deleuze, adquiere “una naturaleza cualificada”. La formación social no es solo las relaciones de producción, elemento ineludible, sino también la lengua en la cual los que atraviesan la experiencia están sumergidos, las costumbres, las ideologías, el arte, en fin, todo lo que hace a una determinada cultura. No solo debemos tener en cuenta dónde y cuándo surgió la experiencia del psicoanálisis, sino también dónde y cuándo se desarrolla su experiencia, su praxis. Nos encontraremos con efectos de discurso, como ya se dijo; un discurso lo es en cuanto es una experiencia concreta y, como tal, produce efectos. Efectos de discurso se producen en el psicoanálisis. La sola implementación de un dispositivo psicoanalítico produce efectos de discurso. El o los sujetos en cuanto se someten a dicha experiencia ya no son lo mismo desde el inicio. Adquieren una naturaleza cualificada.
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