Management, Marketing, Liderazgo, Finanzas, Logística o la Estrategia Competitiva de nuestra empresa si no comenzamos desde el principio, y ese principio es: estar bien con nosotros mismos.
No son épocas fáciles pero... ¿cuándo las fueron?
Infinidad de veces nos preguntamos: ¿para qué corremos tanto?... si la mayor parte de las veces no sabemos hacia dónde vamos. Sin embargo, pese a plantearnos estos interrogantes, bajamos la cabeza y seguimos haciendo más de lo mismo, como aquel joven leñador que no tenía tiempo para afilar su hacha y por esa razón su trabajo le costaba el doble en esfuerzo.
Los días, las semanas y los meses parece que se nos
fueran volando. Trabajamos con laptops cada vez más veloces,
nos comunicamos con dispositivos cada vez más sofisticados,
cargados de aplicaciones que nunca logramos terminar de dominar, buscamos infructuosamente ganarle tiempo al tiempo.
En medio de tanta vorágine lo más lógico es que en algún momento perdamos el rumbo y terminemos por no distinguir las prioridades. Nos olvidamos de qué es lo verdaderamente importante, y cuando nos damos cuenta de ello descubrimos que pasamos gran parte de nuestras vidas detrás de las cosas urgentes y poco importantes. Apagando “incendios”. Vamos entonces acumulando “asignaturas pendientes” hasta que un día, por alguna razón, traumática (generalmente), todo se para de golpe y comenzamos a ver de la noche a la mañana la vida de otra manera. Tal vez de la manera en que la deberíamos haber visto siempre.
La idea de este libro es que podamos, juntos, tocar el freno y “bajar dos cambios”. Que podamos con tranquilidad reflexionar sobre nuestras “asignaturas pendientes”: con nosotros, con nuestra familia, nuestros hijos, la gente de nuestra empresa, nuestros amigos y nuestros mayores.
Si una sola de estas lecturas lo hace pensar y mirar a su interior... si una sola de estas lecturas logra que usted vea la vida desde otra perspectiva, el objetivo de todos los que trabajamos en este proyecto, y seguramente el de los escritores que escribieron estos textos maravillosos, estará cumplido.
Muchas gracias
Daniel Cestau Liz
Ciudad de México, Enero 2020
1.
Sólo si tú así lo escoges,
porque un cuento puede leerse y abandonarse.
Puede comentarse, narrarse,
Puede debatirse.
Y puede inducir a la reflexión.
Pero sólo si escoges aplicártelo.
Este cuento va a conducirte a la acción.
Y es la acción y sólo la acción
Lo que nos define
Y nos construye, pieza a pieza,
Paso a paso.
Aplícate el cuento.
Si crees que en el mejor cuento has hallado un indicio.
De un camino mejor.
Una visión más ecológica y más inteligente.
Para gestionar tu vida.
2.
LO QUE DAMOS A LOS QUE NOS RODEAN
Su nombre era Fleming, un agricultor pobre de Inglaterra. Un día, mientras trataba de ganarse la vida para mantener a su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el lugar. Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando, tratando de liberarse.
El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte lenta y terrible.
Al siguiente día, un carruaje muy pomposo llegó hasta las tierras del agricultor inglés.
Un noble, elegantemente vestido, se bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.
“Yo quiero recompensarlo”, dijo el noble inglés. “Usted salvó la vida de mi hijo”.
“No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice”, respondió el agricultor rechazando la oferta.
En ese momento, el propio hijo del agricultor salió a la puerta.
“¿Es ése su hijo?”, preguntó el noble.
“Sí,” respondió el agricultor lleno de orgullo.
“Le voy a proponer un trato. Déjeme llevarme a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso”.
El agricultor aceptó. Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming, el agricultor, se graduó en la Escuela de Medicina del
St. Mary’s Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje conocido a través del mundo, el notorio Sir Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina.
Algunos años después, el hijo del noble inglés cayó enfermo de pulmonía.
¿Qué lo salvó?... La Penicilina.
¿El nombre del noble inglés?
Randolph Churchill.
¿El nombre de su hijo?
Sir Winston Churchill.
Alguien dijo una vez: “Siempre recibimos a cambio lo mismo que ofrecemos”.
3.
LAS ROCAS EN EL JARRO Y LAS PRIORIDADES EN LA VIDA
Cierto día, un experto motivador estaba dictando una conferencia a un grupo de profesionales. Para dejar en claro un punto, utilizó un ejemplo que los profesionales jamás olvidarán.
Parado frente a un auditorio de gente muy exitosa, dijo: “Quisiera hacerles un pequeño examen”.
De abajo de la mesa sacó un jarro de vidrio de boca ancha y lo puso frente a él.
Luego sacó una docena de rocas del tamaño de un puño y empezó a colocarlas una por una en el jarro. Cuando quedó lleno hasta el tope, y no podía colocar más piedras, preguntó al auditorio: “¿Está lleno este jarro?”.
Todos los asistentes dijeron que sí.
Entonces volvió a preguntar: “¿Están seguros?”, y sacó de un balde de piedras pequeñas de construcción (cantos rodados). Echó un poco de éstas en el jarro y lo movió, haciendo que las piedras pequeñas se acomodaran en el espacio vacío entre las grandes. Cuando hubo hecho esto preguntó una vez más... “¿Está lleno este jarro?”.
Esta vez el auditorio ya suponía lo que vendría, y uno de los asistentes dijo en voz alta: “Probablemente no”.
“Muy bien”, contestó el expositor. Sacó entonces un balde lleno de arena y empezó a echarlo en el jarro. La arena se acomodó en el espacio entre las piedras grandes y las pequeñas. Una vez más preguntó al grupo: “¿Está lleno el jarro?”.
Esta vez varias personas respondieron a coro: “¡NO!”.
El expositor dijo: “¡Muy Bien!”, luego sacó una vasija, comenzó a echarle agua al jarro y lo llenó hasta el borde. Cuando terminó, miró al auditorio y preguntó: “¿Cuál creen que es la enseñanza de esta demostración?”.
Uno de los espectadores levantó la mano y dijo: “La enseñanza es que no importa qué tan lleno esté tu horario, si de verdad lo intentas, siempre podrás incluir más cosas”.
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