Proverbios 14:12. ¡Pon mucha atención! Te mostraré un animal (puedes buscar una anémona en algún dispositivo electrónico). ¿Sabes cómo se llama? Se llama “anémona”. La anémona parece una flor muy hermosa, por sus colores y sus formas; pero, aunque no lo creas, en realidad es un animal marino. Podemos decir que es uno de los más hermosos que hay. Viven pegadas a las rocas del fondo del mar, en la arena y hasta en los barcos hundidos. (Puedes buscar ilustraciones al respecto.) Se alimentan de peces y cangrejos pequeños. Como son seres muy llamativos, pueden atraer a cualquier animal, y cuando están cerca lo atrapan con sus tentáculos, que contienen veneno. Esto hace que la víctima quede inmóvil, y así la anémona la lleva a su boca para alimentarse. Vivimos en un mundo en el cual hay cosas que nos gustan porque llaman nuestra atención, como tomar algún juguete de nuestro compañerito sin pedirle permiso, decir alguna mentirita para que papá y mamá no nos regañen, hacer berrinche porque no nos compran lo que queremos... Cuando hacemos eso, estamos siendo atrapados por los tentáculos del enemigo. Cuando quieras hacer algo así, ora a Jesús y pídele que te ayude a salir victorioso. Verás cómo él contesta tu petición. Oremos: “Querido Jesús, perdóname porque a veces he caído en la tentación. Ayúdame a ser victorioso. En tu nombre, amén”.
La psst, psst – Parte 1 La psst, psst – Parte 1 Tu Biblia dice: “Come, hijo mío, la dulce miel del panal; prueba lo deliciosa que está”. Proverbios 24:13. –¡Me gusta la psst , psst ! –dijo Wendy, mientras juntaba su dedo pulgar con el índice. (Muéstrale a tu hijo.) –¿La psst , psst ? –preguntó la tía Adri, sin entender a qué se refería Wendy–. ¿Por qué te gusta la psst , psst ? –volvió a preguntar la tía. –¡Ah! Porque es chiquita, vuela y hace psst , psst . La tía comprendió que Wendy se refería a la abeja. –Wendy, te voy a contar sobre la abeja, ¿quieres? –¡Sí, quiero saber, tía! –exclamó Wendy. –La abeja es un insecto volador que produce una miel deliciosa como esta (puede darle a su hijo un poco de miel para probar); tiene una aguja larga por la cual bebe el néctar de las flores. Posee dos pares de alas. Las más pequeñas son las de abajo. ¿Sabes en dónde viven las abejas, Wendy? –preguntó la tía. –¡En un panal, tía Adri! –respondió Wendy. –Así es, Wendy. Viven en un panal o colmena, donde habitan muchísimas abejas. Las abejas son muy trabajadoras; aunque viven miles en un solo panal, cada tipo de abeja tiene una función especial. En estos días que estaremos juntas, te contaré lo que hace cada una. Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a ser trabajadora y servicial con las personas que me rodean. Amén”.
La psst, psst – Parte 2 La psst, psst – Parte 2 Tu Biblia dice: “El que trabaja, dominará”. Proverbios 12:24. –¡Tía Adri, sigue contándome acerca de las abejas! Me dijiste que había tres tipos de ellas. –Los tres tipos de abejas son: reina, obrera y zánganos –respondió la tía. –¡Pero dime qué hacen! –interrumpió Wendy con desesperación. –La abeja reina es grande, es la mamá de toda la colmena; dirige la producción de miel. En cambio, las abejas obreras son pequeñas, son hembras y su trabajo es el de mantener en perfecta limpieza el panal… –¿Qué limpian? –volvió a interrumpir Wendy. –Limpian las capitas de suciedad que hay dentro de las celdas de los panales, porque pueden dañar el desarrollo de las crías. También se encargan de darles calor y de alimentarlas con una sustancia que lleva miel, diluida con agua y polen. Son tan trabajadoras que además fabrican cera, almacenan el néctar que otras abejas traen al panal, defienden su colmena contra otras abejas y animales que quieran robarles su miel, y cuidan a la reina. –¡Yo también hago muchas cosas, tía Adri! Limpio mi cuarto, hago mi tarea muy bonita, cuido a mi hermanita… Aunque me canso, sé que Jesús me da fuerzas para ayudar a mami en casa. –¡Sí, Wendy! Jesús está listo para ayudarte siempre que se lo pidas. Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a ser limpia y a ayudar siempre a mamá. Amén”.
La psst, psst – Parte 3 La psst, psst – Parte 3 Tu Biblia dice: “Él, en el momento preciso, todo lo hizo hermoso”. Eclesiastés 3:11. –¡Ayer estuve muy feliz, tía, porque aprendí de las abejas! Pero recuerdo que solo vimos dos tipos de abejas: la reina y las obreras. Tú me dijiste que eran tres. Dime cómo se llama el último, por favor, tía. –El último grupo de abejas son los zánganos. Podríamos decir que es el papá de todas las abejas de la colmena –explicó la tía Adri. –Entonces, ¿cuida a las crías y a todo el panal? –preguntó Wendy. –No, Wendy; no es como tu papá, que cuida de ustedes, les da alimento y las defiende. Los zánganos tienen una función muy diferente. Como ellos deben ser fuertes, entonces se dedican a comer lo que producen diariamente seis abejas. –¡Sí que comen mucho! –expresó Wendy–. Entonces, ¿son más grandes en tamaño? –No, al contario; su tamaño es menor que el de la reina, pero sí están gorditos, lo que hace que su vuelo sea ruidoso. Sus ojos son más grandes que los de las demás y su lengüita es corta. Por eso las obreras lo alimentan. Wendy abre sus hermosos ojos. –¡Ah! ¡Nada más se la pasa comiendo! No hace nada esa abeja. Es floja –exclama. –Jesús la hizo así, Wendy. Cada ser que Jesús creó fue diseñado con características especiales; así como tú eres diferente de tu hermanita, y tus papis las aman a las dos. Oremos: “Gracias, querido Jesús, porque aunque somos diferentes tú nos amas. Ayúdame a aceptar las diferencias. Amén”.
Muy diligentes Muy diligentes Tu Biblia dice: “Los planes bien meditados dan buen resultado”. Proverbios 21:5. Te daré algunas pistas para que adivines de qué animal hablaremos hoy. Vuelan en todas direcciones. Son muy activos, por eso comen mucho. Son aves muy pequeñas pero muy trabajadoras, ya que contribuyen con la reproducción de muchas plantas. Estoy segura de que has visto un colibrí rondando tu casa o algún parque. Hay niños que se parecen al colibrí. Son pequeños pero muy diligentes en su casa, en la escuela y en la iglesia. Son serviciales aun cuando ya terminaron sus deberes. Un ejemplo de esto fue Samuel. ¿Lo recuerdas? Este niño llegó con aproximadamente tres años de edad al templo en Silo, para ayudar al Sumo Sacerdote Elí con los trabajos del santuario. Era tan diligente en lo que le tocaba hacer, que Elí lo llegó a querer como a un hijo; y, más tarde, Dios lo escogió para ser Sumo Sacerdote, juez y profeta del pueblo de Israel. Amiguito, si eres muy pequeñito, ayuda a mamá o a la maestra en lo que puedas y hazlo con diligencia. ¿Qué es ser diligente? Es ser una persona que se interesa, se esmera y es rápida al hacer un trabajo o deber. La próxima vez que recojas tus juguetes, que ayudes a mamá o que estés en la escuela, hazlo de manera diligente. No importa si aún eres muy pequeño. Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a hacer todas las cosas con diligencia. Amén”.
Carita feliz Carita feliz Tu Biblia dice: “Alégrense siempre en el Señor”. Filipenses 4:4. ¿Puedes hacerme una carita feliz? (Espere a que su hijo la haga. Usted también puede hacerla al mismo tiempo que él.) Hoy te voy a contar sobre una araña que es muy feliz. Vive en Hawái y en las islas cercanas. Es muy pequeña; mide unos cinco milímetros de largo. Sus patas son muy largas en comparación con su cuerpo. Como le encanta vivir debajo de las hojitas de las plantas, su telaraña es pequeña. Una característica de este arácnido es que posee una carita dibujada en su cuerpo. Algunas tienen caras sonrientes, otras tienen caritas como las de los payasos, y otras no tienen el dibujo de una cara. Por lo general, el cuerpo de esta arañita “Carita feliz” es de color amarillo. Algunos científicos creen que los dibujos de esta araña sirven para confundir a los depredadores. Sin embargo, a pesar de su carita y de sus colores extraños, esta arañita es inofensiva para el hombre. ¿No te parece que debemos aprender de la apariencia de este arácnido? ¿Te das cuenta de que Jesús desea verte siempre feliz? Así que, cuando te levantes por la mañana o realices algún trabajo que a lo mejor no es de tu agrado, ¡sonríe! Recuerda que Jesús te ama. Oremos: “Querido Jesús, ayúdame a ser feliz en todo momento. En tu nombre, amén”.
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