Lautaro Mazza - Casiopea y la bóveda celeste

Здесь есть возможность читать онлайн «Lautaro Mazza - Casiopea y la bóveda celeste» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Casiopea y la bóveda celeste: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Casiopea y la bóveda celeste»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Dicen que no existen pero que las hay… las hay. Un pasado lleno de borrosos recuerdos y la trágica partida de sus abuelos obligaron a Casiopea y sus padres a dejar atrás aquellos dolorosos recuerdos para comenzar de cero. Una noche de verano como cualquier otra, Casiopea encontró una misteriosa caja llena de cartas en blanco, las cuales de un día para el otro aparecieron escritas. A partir de aquel momento su vida cambiaría por completo y, sin saberlo, un mundo nuevo la esperaba. Buenos Aires nunca tuvo tanta magia, prepárense futuros portadores de la luz, ha llegado un nuevo amanecer.

Casiopea y la bóveda celeste — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Casiopea y la bóveda celeste», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

—Buenas noches, ya era hora, querida, ¿dormiste bien? –le preguntó su madre.

—Sí, ma, solo que... –Casio había vuelto a estornudar y la punta de su nariz estaba un poco colorada.

—Te resfriaste. ¿Dormiste con la ventana abierta? –Mientras Marina estaba sirviendo agua en un vaso, Casio miraba cómo de a poco se llenaba y pensó...

—El agua, me resfrié por el agua. –Ella sabía que no podía decirles a sus padres lo que había pasado porque iban a pensar que estaba loca. Entonces prosiguió:

—Sí, me olvidé la ventana abierta y no me tapé, colgué

—Ay, hija Colgué, ¿qué es eso de colgué?

Marcelo había entrado a la cocina, encendió la radio y se sentó en la punta de la mesa junto a un paquete de galletitas moribundo y olvidado. Extendió su mano, cerró sus ojos e hizo un gesto circular sobre las facturas.

—Abracadabra, pata de cabra, ¿cuál será la elegida para que mi boca se abra? –Casio por un momento pensó que estaría a punto de presenciar un acto de magia y se quedó observando, esperando ver que una medialuna flotara…

—Papá, ¿vos también sos…?

—¡Ah! ¡Medialuna con pastelera! ¡Funcionó!

—Ja, ja, ja, Marcelo, dejá de hacer pavadas, no se juega con la comida. –Casiopea estuvo a punto de preguntarle a su padre si también era mágico Entre tanta perorata, Casio se dio cuenta de que su té se había enfriado y sin prestar atención alguna echó tres cucharadas de azúcar al té y colocó la taza en el microondas ignorando que la cuchara de metal había quedado dentro de la taza. Presionó el botón de comenzar y el display marcó treinta segundos, un show de “fuegos artificiales” con un ruido eléctrico se había desencadenado dentro de aquel electrodoméstico, Casio se alejó pegando un salto acompañado de un grito, Marcelo desenchufó el aparato y miró a Casio. Con vergüenza ella se sonrió y le dijo:

—¡Ta, tan! Magia…

—Un día vamos a salir todos volando.

—¿Qué pasó? ¿Qué fue ese ruido? –gritó Marina desde el comedor.

—Nada, mi amor… –Marcelo le guiñó un ojo a Casio y ella se alejó con una risa nerviosa, tomó una tortita negra y subió a su cuarto.

—¿Y esto es? –preguntó indignado Salvador.

—Una tortita negra, es lo único que encontré Yo sé que los gatos solo comen pescado y alimento balanceado pero

—¿Alimento qué? –Casio le explicó que el alimento balanceado es una comida para animales que contiene todos los nutrientes necesarios para que ellos se mantengan fuertes y felices…

—Lo mejor de todo es que vienen con formitas de pescados y estrellitas… –Casio intentaba animar y explicarle a Salvador, pero este la miraba como no entendiendo qué quería decir.

—Genial, ahora soy un animal doméstico, te recuerdo que sigo siendo el chico del puerto, y el pescado me gusta porque me acostumbré a él Ya sabés, el mar, la taberna…

—Bueno, está bien, probá esto y después me decís si te gustó o no. Casio y Salvador estuvieron planeando cómo decirles a sus padres que había un nuevo integrante y que formaría parte de la familia, ella necesitaba caminar para pensar, así que tomó su mochila y metió a Salvador dentro.

—Ah, no te olvides de la brújula y el collar. –Ese mediodía los dos salieron a pasear por el barrio,

el sol era agradable, no se veía ni una nube, el cielo estaba celeste, celeste.

Era temprano, por lo tanto había bastante gente haciendo mandados y paseando a sus perros, Salvador estaba un poco inquieto, el apresurado paso de Casio lo sacudía para todos lados, estar dentro de la mochila le recordaba a las tormentas en alta mar.

—Casio, ¿puedo ver?

—Bueno, pero con cuidado, no quiero que nos persigan los perros…

Casiopea abrió el cierre dorado de la parte superior de su mochila violeta con estrellas y una pequeña cabeza de gato afloraba. Salvador estaba fascinado con el mundo que lo rodeaba, sus ojos giraban para todos lados, lo primero que vio fue la esquina del parque.

—¿Qué es ese lugar? –Casio le contó que aquel lugar era el Parque Lezama, uno de sus lugares favoritos y que de vez en cuando iba a pasar las tardes con sus amigos o sola…

—Salva, explicame algo, ¿cómo puede ser que tenga la brújula y el collar?

—Collar, brújula y gato… Creo que te faltan más cosas igual, son siete cartas, leíste dos.

—Ah, pero estás bien enterado ¿Quién te contó?

—Es muy largo, necesito comer, pasar de un mundo a otro cuesta mucha energía y da hambre –dijo él, en tono desganado y Casiopea ratificó su teoría.

—Sí, es verdad, cuando tengo esos sueños me despierto con ganas de comerme el mundo

—Sí… ¿Soy yo o hace calor?

—No te quejes… –dijo ella y una señora de capelina, solero verde agua y gafas venía caminando en sentido contrario a Casiopea arrastrando su carrito de las compras y, justo cuando pasó a su lado, escuchó ese “no te quejes” Se frenó y le dijo.

—Nena, yo sí me quejo ¿No viste los políticos que tenemos? Son un desastre Además, decime vos, ¿por qué no me puedo quejar?

Salvador se estaba muriendo de risa y Casio tuvo que sacar fuerzas de quién sabe dónde para no estallar de risa frente a la señora. Antes de abrir la boca y hablar, sus cuerdas vocales temblaron y pensó: Que sea lo que Dios quiera Ahí justo en ese momento la actriz que llevaba dentro salió y se manifestó.

—Señora, discúlpeme, buenos días, yo no le hablé a usted y, con todo respeto, jamás le diría a nadie que no puede hacer algo, estaba hablando con el manos libres…

—Ah, pero, chiquita, perdoname… Qué hermosa, sos muy respetuosa Viste lo que es llegar a esta edad, la Argentina necesita más gente como vos, no te robo más tiempo, tesoro… Buen día… –Salva se asomó y observó a la señora alejarse y otra vez se escondió, los dos comenzaron a reírse y por un momento se olvidaron de sus incertidumbres. La nariz de Salva se contrajo y se relajó rápidamente, se alborotó y Casio se frenó

—¿Y ahora qué pasa?

—¿De dónde viene ese olor? –preguntó él.

—¡Es verdad, tu comida! Volvamos, te va a encantar. –Casiopea había llevado a Salva a una de las mejores marisquerías de Barracas y le compró tres deliciosas y doradas empanadas de pescado, su repulgue era perfecto, parecían de revista.

—Gracias, qué aroma más agradable, me recordó a la taberna

—De nada, Salva, volvamos, quizá después de comer podamos pensar mejor

Casio y Salvador habían llegado a la puerta de su casa y con sumo cuidado la abrió para no llamar la atención de sus padres, además de haber salido sin permiso por segunda vez consecutiva ahora traía a alguien más… Una vez dentro, vio a sus padres muy atareados en el patio y se dirigió hacia la escalera, subió rápido en puntitas de pie y se metió a su cuarto, cerró la puerta y se apoyó sobre ella, tomó aire y sopló su flequillo.

—¡Misión cumplida! ¡Ahora sí! Se dirigió a su escritorio, abrió el cierre dorado de su mochila y Salvador salió corriendo, una vez fuera se estiró.

—Ah, qué placer, qué incómoda es esa cosa.

—Bueno, no tengo otro lugar donde llevarte.

Salva dio unos pasos y se sentó junto a unos cuadernos en el escritorio de Casio y aguardó a que Casio abriera la bolsa de papel madera que contenía las exquisitas empanadas. Salvador estaba inquieto, iba, venía, de lejos miraba aquel manjar, su felino paladar lo pedía a gritos Casiopea se acercó y le dejó una empanada lista para ser devorada, él la olfateó y con sus patitas la acomodó, abrió su boca y comenzó a disfrutar de la comida, su ronroneo era lo único que se escuchaba además del continuo masticar.

Casio lo miraba con una enorme sonrisa, nunca había tenido una mascota, se sentía feliz y acompañada, además no era cualquier mascota Era Salvador, su nuevo compañero de aventuras Que de por cierto debía darle varias explicaciones

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Casiopea y la bóveda celeste»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Casiopea y la bóveda celeste» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Casiopea y la bóveda celeste»

Обсуждение, отзывы о книге «Casiopea y la bóveda celeste» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x