34Osvaldo Bayer, La Patagonia rebelde , pp. 59-63.
35La Liga Patriótica Argentina fue un grupo paramilitar nacionalista, creado oficialmente en Buenos Aires el 16 de enero de 1919, durante los trágicos eventos de la semana. Presidida por Manuel Carlés, profesor del Colegio Militar y de la Escuela Superior de Guerra, también contó entre sus miembros al diputado Santiago G. O’Farrell. La Liga se fusionó con la Legión Cívica Argentina en 1931. La Liga Patriótica Argentina formó parte de un movimiento mayor.
36Osvaldo Bayer, La Patagonia rebelde , pp. 91-92, 96-102; entrevistas con el coronel José L. Picciuolo y el teniente coronel Carlos R. Doglioli, del Ejército Argentino, 2 de noviembre de 2005 en Buenos Aires; Severino Diéguez, Anarquista soy! , pp. 73-74, James R. Scobie, Buenos Aires Plaza to Suburb: 1870-1910 (Oxford University Press, Nueva York, 1974) p. 240.
37Osvaldo Bayer, La Patagonia rebelde , pp. 102-103.
38Severino Diéguez, pp. 73-74; James R. Scobie, Buenos Aires Plaza to Suburb , p. 240.
39Osvaldo Bayer, La Patagonia rebelde , pp. 322-328.
40Alain Rouquié, Poder militar y sociedad política en la Argentina (Emecé, Buenos Aires, 2 vols., 1981) vol. 1, p. 149, carta de Manuel Seaone a Severino Diéguez, Buenos Aires, 8 de octubre de 1972. Seaone asistió al Congreso durante estos sucesos. En rechazo por la reacción oficial, renunció poco después.
41Gabriel del Mazo, El radicalismo: ensayos sobre su historia (Gure, Buenos Aires, 2 vols., 1957-1959) vol. 1, pp. 208-209.
42Joel Horowitz, Argentina’s Radical Party and Popular Mobilization: 1916-1930 (State University of Pensilvania, University Park Pennsylvania, 2008) pp. 140-144; Alain Rouquié, Poder militar y sociedad política en la Argentina , vol. 1, p. 149.
43David Rock, Politics in Argentina , pp. 202-203.
44Al concluir una reunión del partido radical, en voz alta, Alem comentó que Yrigoyen era “la fuerza política más poderosa que había conocido porque carecía de escrúpulos”. Lisandro de la Torre observó que el hombre que vio en silencio el fracaso de Alem y la caída fue su sobrino. Bajo su ropa negra y su manera taciturna, de sus repetidas renuncias a toda ambición personal, bajo sus lágrimas frecuentes y fáciles, Yrigoyen era intrigante, engañoso, ambicioso. Manuel Gálvez, Vida de Hipólito Yrigoyen , p. 111; Ysabel F. Rennie, The Argentine Republic , p. 194.
45Carlos Escudé, Realismo periférico: fundamentos para la nueva política exterior argentina (Planeta, Buenos Aires, 1992) p. 241; Carlos Escudé, La Argentina: ¿paria internacional? (De Belgrano, Buenos Aires, 1984) pp. 60-61 He combinado elementos de ambas obras en aras de la brevedad.
46Ricardo Weinmann, La Argentina en la Primera Guerra Mundial , pp. 65-66; Ingo Jomenesch, “Vicente Almandos Almonacid: Einini Argentenische Luft-As des Ersten Weltkrieges”, Pucará (serie 2, vol. 11, 1991) pp. 7-9, André Louis Maurois, “Vicente Almandos Almonacid: el Cóndor Riojano”, Pucará (serie 2, vol. 11, 1991) pp. 11-14. El total incluía a muchos argentinos hijos de de inmigrantes, así como residentes nacidos en el extranjero. La parte del león (40.000 personas) sirvió con las Fuerzas Armadas italianas.
47Pablo E. Arguindeguy y Horacio Rodríguez, Las fuerzas navales argentinas: historia de la flota de mar (Instituto Browniano, Buenos Aires, 1995) p. 71. Para más detalles de la entente entre Brasil y Estados Unidos, ver Bradford E. Burns, The Unwritten Alliance: Rio Branco and Brazilian-American relations (Columbia University Press, Nueva York, 1966).
48Ricardo Weinmann, La Argentina en la Primera Guerra Mundial , pp. 67-70; Bradford E. Burns, The Unwritten Alliance , pp. 72-73; La Argentina y las firmas norteamericanas (Sociedad Americana, Buenos Aires, 1958) pp. 51-54.
49Robert M. Grant, U-Boats Destroyed (Putnam & Co. Ltd., Londres, 1964) pp. 21-22, 41-42; Harold F. Peterson, Argentina and the United States, 1810-1960 (State University of New York, Albany, 1964) pp. 308-312.
50Frederick B. Pike, Chile and the United States: 1880-1962: The emergence of Chile’s social crisis and the challenge to United States diplomacy (University of Notre Dame Press, Notre Dame, 1963) pp. 54-55. El término “las potencias del ABC” fue empleado por vez primera durante conferencia celebrada en Niagara Falls, Nueva York, cuando la Argentina, Brasil y Chile mediaron entre Estados Unidos y México. Harold Peterson, Argentina and the United States , pp. 326-338; Joseph A. Tulchin, La Argentina y los Estados Unidos: historia de una desconfianza (Planeta, Buenos Aires, 1990) pp. 110-112, Manuel Gálvez, Vida de Hipólito Yrigoyen , pp. 270-274.
51Ricardo Weinman, La Argentina durante la Primera Guerra Mundial , pp. 118-119; Harold Peterson, Argentina and the United States , pp. 316-319, 353; Thomas F. McGann, Argentina, the United States and the Interamericana System:1880-1914 (Harvard University Press, Cambridge, 1957) pp. 111-114; Manuel Gálvez, Vida de Hipólito Yrigoyen , pp. 340; Félix Luna, Yrigoyen , pp. 292-293; Aurelio González Climent y Anselmo González Climent, Historia de la Marina Mercante Argentina (Buenos Aires, 20 vols., 1972-1973) vol. 4, pp. 130-131. Doce buques alemanes quedaron internados en puertos argentinos, Arguindeguy, Apuntes sobre los buques de la Armada Argentina Argentina (Comando en Jefe de la Armada, Secretaría General Naval, Departamento de Estudios Históricos, Serie B, Historia Naval Argentina, Buenos Aires, vols. 1-7, 1972) vol. 5, pp. 2294-2298. El Bahía Blanca era un vapor de 18.500 toneladas de desplazamiento atracado en Puerto Madryn al comenzar las hostilidades. Fue adquirido por la Armada Argentina en 1917 por la suma de 495.000 libras esterlinas.
52La Dirección General de Minas Geología y Orografía fue un organismo dependiente del Ministerio de Agricultura establecido en 1904. Enrique Mosconi, El petróleo argentino (AGEPE, Buenos Aires, 2 vols., 1958) vol. 1: pp. 32-36; Carl E. Solberg, Oil and Nationalism in Argentina , pp. 7-8, 11-14, 109-110; James R. Scobie, Buenos Aires: Plaza a suburb, 1870-1910 (Oxford University Press, Nueva York, 1974) pp. 72n, 74, 80-86. Graduado de la Universidad de Buenos Aires, Huergo diseñó una red de canales para elevar el nivel del río Salado en la provincia de Córdoba. Mientras estaba en comisión en Inglaterra, diseñó 120 puentes ferroviarios y el puerto para la ciudad de San Fernando. Huergo cofundó la Sociedad Científica Argentina en 1872 y el Instituto Geográfico Argentino, en 1879. Enseñó en la recién creada Escuela de Matemáticas de la Universidad de Buenos Aires durante 1874-1881, hasta que fue nombrado decano. Entre sus muchos otros logros, en 1907 Huergo diseñó el Puerto Nuevo de Buenos Aires.
53Para más detalles de las huelgas mineras de carbón en Gran Bretaña, véase Bob Holton, British Syndicalism 1900-14: Myths and Realities (Pluto Press, Londres, 1976); Carl E. Solberg, Oil and Nationalism in Argentina , pp. 10-21.
54Pablo F. Arguindeguy y Horacio Rodríguez, Las fuerzas navales argentinas , pp. 178-180; Pablo E. Arguindeguy, Apuntes sobre los buques de la Armada , vol. 5, pp. 2294-2298, 2309-2321. El Ministro Ezcurra fue el primer petrolero de la Armada que podía transportar 2.000 metros cúbicos de petróleo. Enrique Mosconi, El petróleo argentino , vol. 1, pp. 26-27; Carl E. Solberg, Oil and Nationalism in Argentina , pp. 20-21, 57-58; Enrique Mosconi, Dichos y hechos (El Ateneo, Buenos Aires, 1938) p. 152.
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