Rodolfo Cardozo - Alma, corazón y fuego

Alma, corazón y fuego

La vida de un bombero

Rodolfo Cardozo

La herencia más valiosa es el legado de la trascendencia.

No permitas que tus experiencias y tus valores se pierdan. Convertí parte de mi historia de vida en un libro para transmitir, compartir, emocionar, preservar, curar y trascender.

Cardozo, Rodolfo

Alma, corazón y fuego / Rodolfo Cardozo. - 1a ed. - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Imaginante, 2022

Libro digital, EPUB

Archivo Digital: descarga

ISBN 978-987-8919-31-7

1. Narrativa Argentina. I. Título

CDD A863

Edición: Oscar Fortuna.

Diseño de cubierta: Raquel Chanampa.

Fotos de cubierta e interior: Rodolfo Cardozo.

© 2022 Rodolfo Cardozo

© De esta edición:

2022 - Editorial Imaginante.

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ISBN 978-987-8919-31-7

Conversión a formato digital: Libresque

Este libro está dedicado a; NÉLIDA MABEL PÉREZ. Mi madre que en su corta vida me enseñó a seguir siempre adelante.

A; ORLANDO CARDOZO mi padre, que de joven llegó a Lima Buenos Aires Argentina y logró formar su familia con la cual estuvo siempre, ejemplo de sencillez y humildad, respetado y amado por muchos un señor, un exitoso en esta vida.

A mi compañera de vida Rocío Collí, que me dio lo más bello de este universo.

A mis hermanos Florencia y Mauro Cardozo, que me aguantaron siempre.

A mis dos sobrinas; Marianela Benítez y Luna Zamorano, que las amo.

Gracias a: Nilda rosa de Melgaré

Berta Cufré

Abel Cabral

Francisco Bissacco

Aldo Alberto Ibarra

Sergio Carrizo (padre)

Gracias a todos aquellos que me permitieron nombrarlos. A mis compañeros, colegas y amigos en diferentes etapas de mi vida, Sin ustedes no hay historia.

¡¡¡GRACIAS!!!

La vida pasa muy rápido cuando eres feliz. Este libro es una recopilación de algunas de mis más recordadas historias, aventuras y andanzas, tanto en mi vida personal como así también en lo bomberil. Como podrán notar de cada relato se desprenden pensamientos y reflexiones sobre los valores y distintas cuestiones de la vida. Quiero dejar plasmado aquí parte de mis experiencias en este mundo, para que mi hija Alma y si llegan otros hijos puedan contar a sus hijos y sus nietos, que alguna vez existió un hombre que les dejó algo de lo que vivió, para que traten de cambiar algo en su tiempo, como un regalo de sus raíces y descendencia, que hubo alguien que vivió en los tiempos donde la humanidad permite que se sigan muriendo niños de hambre y se gastan millones en cosas menos importantes, donde la gente todavía contrae matrimonio, para después engañarse, donde todo está al revés, digan que viví en tiempos de lucha por los derechos, donde pocos pudieron con muchos, que digan que viví en tiempos de pestes y virus donde la gran mayoría no respetó nada ni a nadie. Que digan que viví en tiempos de Maradona y Messi. Digan que viví en épocas de dictaduras, opresión y guerras, democracia y libertad, que digan que viví cuando cayeron las torres gemelas, que también digan que viví en días donde todavía nacen buenas personas como vos y como yo para que este mundo siga en la lucha de ser mejor. Que digan que viví plenamente cada instante de mi vida y que fui inmensamente feliz a mi manera. En este preciso momento me invade la emoción, mi hija me mira y pregunta ¿qué te pasa papi?, me da un tierno beso y me dice; te amo papá.

Lima es un pueblo que pertenece al partido de Zárate provincia de Buenos Aires en Argentina. Se encuentra a pocos kilómetros de la RN9. Su población alcanzó los 10.219 habitantes en el 2010, y hoy en día supera los 20.000

El 24 de junio de 1888 Faustino Alsina pone a remate los terrenos. En ese momento Lima contaba con más de 300 casas. Es por eso que en esa fecha se conmemora su aniversario.

Las personas que quieran liberar un pueblo primero deben ser libres, no tener intereses propios ni resentimientos, deberán ser libres de vanidad y ostentación. Un pueblo que quiere ser libre primero debe ser libre de corazón.

Una noche de sábado como tantas otras, después de jugar al fútbol con mis amigos por la tarde en el potrero del barrio, llegué a casa, me bañé, tomé unos mates con mis padres, miramos televisión y me fui a mi habitación para descansar, cenar, arreglarme y luego salir a divertirme. Llegado el momento un beso a mamá, una sonrisa al viejo, él siempre cómplice y sus palabras de cuidado. Esa noche andaba solo, era temprano y mis amigos saldrían más tarde, serían las 22:03 horas, así que decidí ir a tomar algo tranquilo, desde joven me gustaba andar solo de vez en cuando. Al llegar al bar del gringo Mateo (cariló), al lado de la escuela 9 donde me eduqué de chico. Entré al lugar, no había mucha gente, me dirigí a la barra saludé al gringo el cual me pregunta; -¿lo de siempre grillo? -dale le respondí. Tomé una banqueta y al sentarme escucho que alguien me dice; -hola ¿cómo te va ¿Queres tomar whisky? -Hola, bueno dale te acompaño, respondí. Suspendí la cerveza y pedí un vaso para ese tipo de trago. Esta persona acostumbraba a pedir la botella y la hielera para compartirla con sus amigos que más tarde llegaban.

Comenzamos a charlar de una cosa, de otra, de la vida y de la noche. En un determinado momento se hace un silencio, me mira y me dice; -¿te gustaría ser bombero? ¿Bombero yo? -Si estamos viendo que Lima tenga bomberos, porque viste que hace varios años Zárate sacó el destacamento y no quedó nada, quedamos descubiertos, me dijo. -bueno dale avísame cuando sea el día y voy -contesté. Me siguió contando de lo que soñaba para Lima y su cuartel central totalmente autónomo. Después de un par de horas me despedí de él y me fui a bailar un rato, no mucho porque estaba entrenando, se aproximaba el verano y con ello las competencias en aguas abiertas, donde participé durante varias temporadas.

Esa noche comenzó una de las grandes amistades de mi vida. Este hombre no solo pasó a ser mi amigo con los años, sino que también fue, es y será el ideólogo, el que buscó a la gente que después lo acompañó con trabajo ideas y sacrificio.

Este señor tuvo las agallas para no bajar los brazos y luchar por lo que soñaba. Su perseverancia y empuje lo llevó a seguir con lo que él quería lograr, y fue por el que hoy Lima tiene bomberos, si él no hubiese seguido, si él no hubiese buscado a los demás tal vez seguiríamos dependiendo de Zárate como en tantas otras cosas. Ese señor se llama Aldo Alberto Ibarra.

Son momentos donde uno se propone algo, un instante donde la vida comienza a cambiar y comienza un nuevo sueño. Un nuevo proyecto estaba por empezar. Las exigencias de la vida comenzaron aparecer y con ellas las responsabilidades de nutrirse y obtener nuevas experiencias. Una nueva oportunidad nacía y no la dejaría pasar. No es fácil arrancar de cero, pero había que intentarlo, fue así que un nuevo camino se abrió para mí, para él, para todos.