Los problemas educativos concitan las mayores inquietudes, como ya se puso en evidencia en el informe dirigido a la nación estadounidense, por la Comisión Nacional para la Excelencia de la Educación, con el fin de contribuir a la clarificación de los problemas que aquejan a la educación americana y proporcionar soluciones para los mismos. Nos interesa este estudio porque detecta el peligro (Estados Unidos: una nación en peligro, es el título del informe) de un mediocre desempeño educativo en una sociedad fuertemente competitiva. Como si se tratara de una confesión ante la evidencia y adelantándose a una posible calamidad, los expertos afirman: “Se trata de que estos hechos (miedo a los países competidores) significan una nueva distribución de las capacidades y conocimientos a nivel mundial. El conocimiento, el estudio, la información y la inteligencia especializada son las nuevas materias primas del comercio internacional y están expandiéndose por el mundo... Un alto nivel de educación colectiva resulta fundamental para una sociedad libre, democrática y para el desarrollo de una cultura común, especialmente en un país que se enorgullece de su pluralismo y libertad individual” (Informe 1985: 139). Pero lo interesante es encontrar una serie de indicadores concretos del peligro y los medios propuestos para salir de la amenaza. Remitimos a los resultados de la evaluación internacional de la OCDE, a través del programa PISA (Program for International Student Assessment) y comprobar la situación de cada país en los indicadores de calidad educativa analizados en sus documentos.
Resistencia del profesorado al cambio
Para algunos analistas, pensar en cambios escolares es una auténtica osadía (Bouyssou, G., Rossano, P., y Richaudeau, F., 1996), viendo el peso que tienen los métodos tradicionales. Muchos maestros sienten terror a los cambios de contenidos, que les sacan de sus seguridades, de sus repetitivas programaciones. La informática ha llevado el pánico a muchos maestros, impotentes ante la novedad de los artefactos tecnológicos. La dedicación de tiempo extra a la actualización y formación permanente ha puesto cuesta arriba el cambio para muchos profesores que precisan dedicar decenas de horas en cursos de actualización.
Carencia de actualización metodológica
Si cambiar estrategias de aprendizaje puede resultar fácil, no es lo mismo cuando se trata de cambiar de método. Generalmente, la preparación proporcionada por los Centros de Apoyo al Profesorado ha sido más un trámite y un maquillaje que una actualización metodológica. El método integra todos los elementos del sistema pedagógico dinamizador del aula. Ocurre que cada profesor sigue utilizando para enseñar los recursos de su propia experiencia de aprendiz.
1.3 Los cambios necesarios en la educación
Los logros más importantes de la humanidad respecto de la educación constituyen una serie de derechos que van expandiéndose y consolidándose sin cesar. En razón de los distintos procesos de estas conquistas, los cambios educativos deberán entenderse en cada contexto sociocultural.
La misma sociedad, en su dinámica innovadora, en su búsqueda de soluciones a los problemas que cada día le acucian, crea situaciones límite, crisis imprevistas. Con un sentido globalizador e integral de los conflictos que se generan, toda la sociedad necesita unir fuerzas responsablemente y movilizarse para buscar soluciones a una problemática mundial de desfase humano, así definida por el Club de Roma, para expresar “la distancia que media entre la creciente complejidad y nuestra capacidad para hacerle frente”. Hoy debemos enfocar todos los problemas desde la interdisciplinariedad, por las enormes implicaciones que salpican a otros temas. Se trata de “redes de viejos y nuevos problemas que se refuerzan mutuamente. Es prácticamente imposible trazar un mapa de esta complicada red de problemas. En términos generales, mientras, a primera vista, el progreso continúa, la humanidad ha empezado a perder terreno, en estos momentos atraviesa por una fase de declive cultural, espiritual y ético, si es que no existencial..., convirtiendo así el desfase en un abismo” (Botkin, J., W, Elmandjira, M., y Malitza, M., 1979: 15).
A lo largo del tiempo vienen coexistiendo una serie de factores que, a juicio del Profesor Delval, hacen precisas reformas profundas en la educación: a) factores sociales, en referencia a lograr sociedades democráticas: que todos tengan acceso a la educación y a los recursos comunes, etc., b) ampliación de los contenidos y los conocimientos que se transmiten en la escuela, y c) llegar a un mejor conocimiento del mecanismo de aprendizaje y de desarrollo del niño” (Delval, J., 1992: 8). Nos explicita después los cambios sociales, que podrían resumirse en:
• Inserción de la escuela en el ambiente que la rodea, facilitando la participación de maestros, padres y otros adultos del entorno en la actividad escolar.
• Cambio de la actividad escolar hacia el análisis de la realidad en vez de hacia la transmisión de conocimientos.
• Cambio de la estructura de las escuelas para convertirlas en centros de recursos para el aprendizaje. “Las aulas deben transformarse en laboratorios desde los cuales se pueda analizar la realidad” (Íd., op. cit.: 15)
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Pretender una enumeración de los problemas sería interminable, por ello nos referiremos sólo a los que tienen directa incidencia en el ámbito educativo. Unos tienen un alcance cuantitativo y otros cualitativo. A estos se refiere Lesourne, cuando enumera los problemas más frecuentes: “el fracaso escolar, la democratización, la calidad de la enseñanza, el reclutamiento y la formación de los docentes, la relación entre la enseñanza general y la enseñanza técnica, el acceso a la enseñanza general y la enseñanza técnica, el acceso a la enseñanza superior” (Lesourne, J., 1993: 88).
Hay todo un conjunto de limitaciones educativas y problemas institucionales y profesionales, que repercuten en un abandono casi total del educando, al ser relegado a un lugar secundario entre las preocupaciones educativas, que generan problemas de fracaso y lento desarrollo en todo su ser. Toda esta serie de carencias básicas de ayuda, de orientación y de estímulos dan lugar a otros tantos síntomas que R. Feuerstein aglutina con el nombre de síndrome de privación cultural o carencia de experiencia de aprendizaje mediado (Feuerstein, R., et alt., 1980: 13). La educación debe cambiar radicalmente en este doble sentido: reconocer el rol insustituible del profesor-mediador y devolver al educando su total protagonismo en la construcción de sus conocimientos y en su desarrollo integral. La renovación educativa precisa de mediadores que propicien la experiencia de aprendizaje mediado, ayuden a cada alumno a despertar su potencial dormido y aprendan a utilizarlo con toda intensidad en su vida.
¿Qué elementos escolares necesitan ser cambiados?
Surgen las más diversas respuestas, provocadas por las urgencias y prioridades, aunque debajo pervivan unas metas muy concurrentes. Gran parte de las propuestas de cambio apuntan al profesor, a la profesionalidad pedagógica, a la praxis y metodología del aula (Wise, A. E. en Sergiovanni, T. J., 1989: 305). Las más recientes experiencias evaluativas reflejan una carencia en los procesos y en las coherencias metodológicas de los equipos pedagógicos. Difícilmente se puede renovar la educación si no se logra instaurar una filosofía cooperativa y de equipo que marque procesos continuados en todas las etapas de la educación.
Recorreremos algunos de los problemas que requieren soluciones o cambios en profundidad, y su relación con nuestra propuesta de un nuevo paradigma educativo.
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