Los últimos años de Rufino fueron fecundos en diversas traducciones, particularmente de obras y homilías de Orígenes; y también en algunos escritos propios. Su último trabajo, la traducción del Comentario sobre el Cantar de los Cantares de Orígenes, quedó inconcluso al sorprenderlo la muerte en Mesina, entre octubre de 411 y los primeros meses de 412 (otros la sitúan entre 410 y 411).
24Para una visión más amplia, cf. Françoise THELAMON, art. Rufin d’Aquilée , en Dictionnaire de Spiritualité , T. 13, Paris, Beauchesne, 1988, cols. 1107-1117; y Angelo DI BERARDINO (Dir.), Patrología. III. La edad de oro de la literatura patrística latina , BAC 422 (1986), pp. 291-300.
25 Historia Lausíaca 46; trad. de L. Sansegundo Valls en Paladio. El mundo de los Padres del Desierto (La Historia Lausíaca) , Madrid, Ed. Studium, 1970, p. 210.
26 Apología contra Jerónimo I,4; CCL 20 (1961), p. 39.
27Ver Paulino, Epístola 28,5; ed. G. Santaniello en: Paolino di Nola. Le Lettere . II (24-51), Napoli, Ed. Redenzione, 1992, pp. 130-133.
28 Historia Lausíaca 46; trad. cit ., pp. 210-211.
6. La presente versión castellana
La traducción que ahora ofrecemos de la Regula Basilii , en lo esencial, corresponde a la ya publicada primero en Cuadernos Monásticos 29, y después, sin cambios, por ECUAM30.
El texto latino de la RBas es el editado por Klaus Zelzer. Pero se ha procedido a revisar la versión castellana a la luz de las modificaciones señaladas por la Profesora Anna M. Silvas (ver la bibliografía), a quien agradezco su amabilidad y atenta disponibilidad. También hemos tenido en cuenta los aportes del P. Étienne Baudry, ocso, que mucho me han ayudado a mejorar esta nueva edición.
29Ns. 93 (1990), pp. 219-252; 95 (1990), pp. 517-544; 98 (1991), pp. 367-376; 99 (1991), pp. 435-456; 100 (1992), pp. 57-94; 102 (1992), pp. 365-387. Cf. https://www.surco.org/cuadmon/archivo.
30Luján (Pcia. de Buenos Aires, Argentina), 1993; Colección Nepsis, 4.
7. Un intento de sistematización31
- Prefacio de Rufino
- Prólogo: importancia del saber preguntar
1) El fundamento de la vida monástica cristiana: los mandamientos, su orden, la primacía del amor a Dios y al prójimo ( Cuestiones [= RBas] 1 y 2. 151-153). La caridad fraterna (RBas 38-39. 155. 156)
2) Vida eremítica y vida cenobítica (RBas 3)
3) La “renuncia”: condición fundamental para un seguimiento “radical” de Cristo (RBas 4 y 5). La renuncia a los bienes (RBas 29 y 31. 118. 185-186. 196); y a la familia (RBas 32-33). La avaricia (RBas 141)
4) La recepción de los candidatos (RBas 6 y 7; cf. 85-86). ¿Monacato temporal? (RBas 87). El hermano menor en edad que debe enseñar a uno mayor en edad, pero no en vida monástica (RBas 100)
5) La práctica de la templanza ( enkrateia ): RBas 8 y 9. Los pensamientos y las fantasías nocturnas (RBas 34-35). La cólera y la mansedumbre (RBas 46-47. 79. 157-158. 159. 190). Los deseos desordenados (RBas 48-49). Solicitud mundana (RBas 54; cf. 59-60)). “Adormecerse” (RBas 55). La medida en la abstinencia de alimentos; ayuno y alimentación (RBas 88-94. 128. 181)
6) Cuestiones de “organización”:
El orden de la comunidad en la mesa (RBas 10)
La vestimenta (RBas 11. 95-96. 129. 143-144)
El servicio a los enfermos (RBas 36. 177)
El servicio mutuo (RBas 37): en el refectorio (RBas 130); en la cocina (RBas 131).
Otros servicios (RBas 132).
El hermano que despierta para la oración (RBas 75)
Solicitud de permisos (RBas 80)
Las herramientas (RBas 103-106)
El despensero (RBas 111-113)
El trabajo manual (RBas 127)
Visitas a las hermanas (RBas 174). Otros temas relacionados con las hermanas (RBas 199. 201)
7) El uso de la palabra (RBas 12). El mal uso de la palabra (RBas 40-45. 145). El silencio (RBas 136-137)
8) La obediencia mutua (RBas 13; 64). La soberbia (RBas 61. 154). La humildad (RBas 62) y su contrario: buscar el honor o vanagloriarse (RBas 63. 164. 166). Límites de la obediencia (RBas 65. 81-82. 126). La disponibilidad en la obediencia (RBas 66-70. 83-84). La murmuración (RBas 71). La negligencia en el obedecer (RBas 119). Obrar por ostentación (RBas 142. 146)
9) La disposición en el servicio a Dios (RBas 14). La tristeza y la alegría según Dios (RBas 50-53). Hacer todo para gloria de Dios (RBas 56-57), con el deseo de agradarle (RBas 58). Por oposición: el vicio de querer agradar a los hombres (RBas 59-60. 142 y 146). Obediencia mal orientada (RBas 119-121)
10) El superior (RBas 15). Su relación con las hermanas (RBas 197-198)
11) La corrección fraterna. Las correcciones (RBas 16-28; 72-74. 76. 78. 97. 112. 116. 122. 133. 175. 191. 193-194)
12) Juzgar al hermano (RBas 77)
13) La relación con el exterior: atención a los pobres (RBas 98-99); y peregrinos (RBas 101)
14) Los artesanos (RBas 102. 176)
15) La oración comunitaria (RBas 107-110. 192)
16) El progreso espiritual. El arrepentimiento. La compunción del corazón. Otras cuestiones de vida espiritual (RBas 114-115. 117. 123-125. 135. 138-140. 147-150. 160-163. 165. 167-173. 178-180. 182-184. 187-189. 195. 202-203)
17) La Eucaristía (RBas 134)
18) La confesión (RBas 200).
San Eusebio de Samosata (+ 379), San Basilio el Grande y el Bienaventurado Rufino de Aquileya: icono de estilo del siglo XV de Novgorod, por Michael Galovic, 2014 (www.michaelgalovic.com).
«Los textos en los tres rollos son: 1. en siríaco, una frase de la Cuestión 87,6 propia del traductor siríaco: “El libre albedrío de la perfección del amor no es cautivo de la necesidad”; 2. En griego, “Pregúntale a tu padre y él te lo contará, a tus mayores, y ellos te lo dirán” (Dt 32,7), texto con el cual Basilio invita a tener presente el método de preguntas y respuestas de su Ascetikon; 3. En latín, un pasaje del prefacio de Rufino: “Traigo del Santo Basilio, obispo de Capadocia ... sus Institutos para los Monjes”. Rufino nunca recibió los honores de la santidad pública, debido a su disputa con Jerónimo sobre Orígenes. Pero “Bienaventurado” en esos primeros siglos a menudo se otorgaba a cualquier cristiano de reputación piadosa que “se durmió en el Señor”. En este sentido se le otorga ese título. Este hermoso ícono celebra la feliz colaboración de las Iglesias cristianas de las tres tradiciones lingüísticas / culturales diferentes en la búsqueda de la vida en Cristo». Icono reproducido con la amable autorización de la Prof. Anna M. Silvas, a quien pertenece también esta explicación.
Texto
31Otros posibles ordenamientos pueden verse en Vogüé, 3, pp. 252 ss. (sobre todo, pp. 291-293); y en Petit Recueil, pp. 181-182; 250; 300; 311.
REGLA DE SAN BASILIO “INSTITUTA” Traducida al latín por Rufino
Carta de Rufino a Ursacio de Pinetum
1Queridísimo hermano Ursacio, habiendo regresado de las regiones de Oriente y deseando ya la acostumbrada compañía de los hermanos, con mucho gusto entramos a tu monasterio que, situado en lo alto de una estrecha franja arenosa, es bañado a derecha e izquierda por las olas del mar serpenteante y movedizo; 2solo uno que otro pino señala desde lejos estos ocultos lugares, por lo cual en los siglos (pasados) le dieron el célebre nombre de Pinar32. 3Sobre todo nos alegra el que no te informaste curiosamente -como acostumbran algunos- acerca de los lugares y de las riquezas de Oriente, 4sino que averiguaste cuál era la observancia de los siervos de Dios que allí había, cuál su fuerza de espíritu, qué instituciones se observaban en los monasterios. 5En lo que a esto se refiere, para no exponerte de una manera menos digna, no digo lo que se hace, sino lo que se debe hacer, 6transcribiré de san Basilio, obispo de Capadocia, hombre famoso por la fe, las obras y la gran santidad, las instituciones de los monjes. Las escribió a modo de respuestas -como por cierto derecho santo-, dirigidas a los monjes que lo interrogaban33. 7Tú, admirado por sus definiciones y sentencias, me pediste encarecidamente que tradujera esta obra al latín, 8prometiéndome que, si las instituciones de este hombre santo y espiritual llegaran a ser reconocidas como santas y espirituales en todos los monasterios de la región occidental, 9todo el progreso de los siervos de Dios que naciera de estas instituciones me obtendría, por los méritos y oraciones de ellos, alguna gracia y recompensa. 10He cumplido mi servicio según mis posibilidades; cúmplelo tú también y todos los que lean y observen la gracia34, para que obrando y orando de acuerdo a estas instituciones también se acuerden de mí. 11Ciertamente es incumbencia tuya proveer de copias a los otros monasterios para que, a ejemplo de Capadocia, todos los monasterios vivan según las mismas instituciones y observancias, y no según (otras) diversas.
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