Vicente Blasco Ibáñez - Oriente

Здесь есть возможность читать онлайн «Vicente Blasco Ibáñez - Oriente» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: foreign_language, foreign_antique, foreign_prose, Путешествия и география, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Oriente: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Oriente»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Oriente — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Oriente», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Cada pueblo, en los albores de su vida, cuando aun balbucea el infantil lenguaje de la tradición, simboliza su carácter y su existencia en un animal. La Roma antigua, ávida y feroz, escogió á la loba; Francia tiene al gallo fanfarrón, arrogante y belicoso; los Estados del Norte ostentan águilas de pico rapaz y estómago insaciable; España es el león solemne hasta en su decadencia, cuando los piojos invaden sus flácidas melenas y la consunción de la vejez amenaza romper el pellejo con las aristas del esqueleto; Suiza es el oso.

El fundador de Berna, que según la tradición se dejó guiar por uno de estos animales, escogió, tal vez sin saberlo, la más exacta representación del carácter de sus conciudadanos.

Es inútil repetir una vez más las glorias pacíficas de la República Helvética. Todo el mundo las conoce. En cada ciudad, y hasta en la más pequeña aldea, los dos mejores edificios son siempre la escuela y la casa de correos. La gente come bien y tiene un aspecto saludable; sólo se ven soldados en tiempo de grandes maniobras, cuando el gobierno federal convoca á las reservas; en campos y caminos apenas se encuentran gendarmes; la policía es escasa en las calles; la suprema graduación en el ejército es la de coronel, y el que más sabe entre todos ellos toma el mando supremo; la gran mayoría de los suizos no conoce el nombre del presidente de la República, que sólo ejerce el cargo un año, y este presidente, que cobra poco más que uno de nuestros subsecretarios, sale en las mañanas de verano del magnífico palacio del Gobierno en Berna y va á tomar un vaso de cerveza en el café Federal, alegre tabernilla que está enfrente. En los cabarets berneses se sienta uno al lado de un señor vestido descuidadamente, con sombrero de paja viejo, el chaleco abierto, la panza en libertad, mientras lee un periódico de apretados caracteres alemanes, y resulta luego que es un ministro federal ó un presidente de cantón venido á Berna para hablar mano á mano con los gobernantes centrales. Cada uno hace lo que quiere y vive como quiere, con la tranquilidad de que le avisarán apenas estorbe ó perjudique á los otros, y de que su carácter pacífico, simple y disciplinado, le aconsejará obedecer, sin el más leve intento de protesta.

¡Un país dichoso la Confederación Helvética! ¡La mejor de las repúblicas!.. Realmente, la nacionalidad más apetecible del mundo es ser ciudadano de Suiza… pero habiendo nacido suizo.

Yo creo firmemente que esta paz del país helvético, esta tranquilidad, este orden, es una condición de raza. Así como en la vida individual los seres más felices y satisfechos son los que piensan menos y sólo se inquietan de lo que toca directa é inmediatamente á sus apetitos y necesidades, en la vida de los pueblos los que alcanzan existencia más tranquila y ordenada son los que carecen de imaginación.

El suizo sólo contempla lo presente. Su pensamiento, tardo, pesado y un tanto espeso, pero de paso seguro (las mismas condiciones del animal favorito), no va más allá de lo que le rodea. La vida pública se concentra para él en el municipio, ó cuando más en el cantón. Ni siquiera llega á preocuparse de lo que ocurre en Berna. Encuentra aceptable lo que le rodea, y esto basta para que no sienta deseos de novedad.

Si de la noche á la mañana los suizos se convirtiesen en franceses, una parte de la población fijaría su entusiasmo en el coronel Tal ó Cual, viendo en su rostro los rasgos de un Bonaparte; se enardecería con el redoble de los tambores, creyendo que el ejército helvético estaba llamado á grandes glorias, y en odio á la variedad y el fraccionamiento, borraría cantones, unificando la nación como bajo un rasero, y convirtiendo á Berna en un París, depositario de toda la vida suiza.

Que los suizos se convirtiesen en españoles, y antes de un mes los católicos de Friburgo, cantón que tiene más conventos y más frailes de todos colores que cualquiera ciudad nuestra, declararían deshonroso para su cuerpo y peligroso para su alma el hacer vida común con los cantones que son protestantes, y las plácidas montañas verdes se llenarían de partidas capitaneadas por curas, y la causa del Dios verdadero intentaría convencer á tiros á los herejes para que no persistiesen en el error.

Que fuesen italianos todos los habitantes de la libre Helvecia, y sin perjuicio de atraer y desvalijar en sus hoteles á los extranjeros, los insultarían con su desprecio de pueblo escogido, llamándolos barbari .

Pero los habitantes de Suiza son suizos, «están bien donde se encuentran», reconocen como muy aceptable su vida presente, y no piensan nada nuevo ni se sienten agitados por originales aspiraciones.

Viendo de cerca á Suiza, hay que decir: «¡Benditos los pueblos que carecen de imaginación! ¡De ellos serán la tranquilidad y las virtudes vulgares!» La falta de individualidad permite mantener á los hombres en el goce de sus completas libertades, sin miedo á que abusen de ellas saliéndose del nivel común. La carencia de imaginación evita el peligro de que los más inquietos y audaces tiren impacientes de las riendas de la ley, turbando la marcha lenta, ordenada y mecánica de este pueblo, que por su carácter monótono ha hecho de la relojería un arte nacional.

Todas sus aspiraciones hacia lo desconocido, lo inesperado y novelesco, se cifran en la servidumbre. En otro tiempo se vendían como soldados á los reyes de Europa, y los hijos de la libre Helvecia formaban los regimientos suizos, favoritos de las cortes, que se encargaban de acuchillar á los pueblos para que se mantuviesen por el miedo sometidos á los déspotas. Verdaderos mercenarios, pasaban del servicio de unos Estados á otros, y esto hacía que en los combates se batiesen sin entusiasmo, con ciertos miramientos, convencidos de que en las filas enemigas figuraban hermanos suyos igualmente á sueldo.

Ahora se dedican á fondistas y cafeteros, y corren el mundo para servir platos ó bocks, lo mismo en California que en Australia ó el Cabo, pero siempre con el pensamiento fijo en las verdes montañas y los azules lagos, imágenes que les siguen en su peregrinación, sin que logren borrarlas nuevos espectáculos.

Yo creo que ningún suizo sueña cuando duerme. Su obligación al cerrar los ojos es dormir: un ensueño sería un desorden inútil de la «loca de la casa», que no tiene aquí amigos ni adeptos.

En Ginebra he comido todos los días en un modesto restaurant, donde entré casualmente al llegar á la ciudad. Una irresistible simpatía me atrajo á este establecimiento.

El reloj, una soberbia pieza con la hora de París, la hora de la Europa Central y todas las horas del mundo, estaba siempre parado.

¡Un reloj parado en Ginebra, la Salamanca del muelle real, la Sorbona de la rueda catalina!.. ¡Un suizo á quien no importa saber qué hora es, ni se preocupa del buen orden de su vida!

Me he ido de Ginebra sin conocer al dueño del restaurant, pero estoy convencido de que es un poeta que se pierde Suiza.

VII

El lago y el Concilio

Escribo junto á una ventana, por cuyo amplio rectángulo se ve, en primer término, el follaje de los árboles y la saliente redondez de un pequeño torreón; más allá una superficie azul, tranquila y tersa, que se pierde hasta juntarse con el cielo, y en esta línea indecisa del horizonte, una bruma que no consiguen disipar los rayos del sol de la mañana, y en la que se dibujan vagamente obscuras siluetas, que tan pronto parecen nubes rastreras como altivos montes.

La ventana es del Insel Hôtel , antiguo y famoso convento de dominicos, situado en una isla, entre soberbios jardines, y convertido por los artistas alemanes en uno de los más hermosos hoteles del mundo; la torrecilla es la prisión en la que vivió Juan Huss antes de ser conducido á la hoguera; la inmensa extensión azul, el tranquilo lago de Constanza, límite entre Suiza y Alemania, y los obscuros perfiles esfumados por la niebla, los lejanos Alpes del Tirol.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Oriente»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Oriente» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Vicente Blasco Ibáñez - La Catedral
Vicente Blasco Ibáñez
Vicente Blasco Ibáñez - Mare nostrum
Vicente Blasco Ibáñez
Vicente Blasco Ibáñez - Luna Benamor
Vicente Blasco Ibáñez
Vicente Blasco Ibáñez - La araña negra, t. 9
Vicente Blasco Ibáñez
Vicente Blasco Ibáñez - La araña negra, t. 6
Vicente Blasco Ibáñez
Vicente Blasco Ibáñez - La araña negra, t. 3
Vicente Blasco Ibáñez
Vicente Blasco - Cuentos Valencianos
Vicente Blasco
Vicente Blasco - Los Argonautas
Vicente Blasco
Vicente Blasco - La bodega
Vicente Blasco
Vicente Blasco - Entre Naranjos
Vicente Blasco
Vicente Blasco - Sangre Y Arena
Vicente Blasco
Отзывы о книге «Oriente»

Обсуждение, отзывы о книге «Oriente» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x