Lisa Jackson - El Millonario

Здесь есть возможность читать онлайн «Lisa Jackson - El Millonario» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Millonario: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Millonario»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Se había entregado en cuerpo y alma a aquel hombre…
Hacía diez años una inocente Samantha Rawlings se había entregado, en cuerpo y alma, a un hombre de ojos azules que le había prometido amor eterno. Pero cuando el sol de verano perdió fuerza, Kyle Fortune desapareció y Samantha se quedó allí para criar a su hija ella sola… y en secreto.
El destino quiso que el inquieto millonario volviera a aparecer en la vida de aquella mujer a la que jamás había olvidado… pero también se encontró con una preciosa niña de ojos azules que jamás había visto…

El Millonario — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Millonario», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Mira, esto te servirá para demostrarte que ni siquiera vas a echarme de menos -miró a Sam de reojo-.Tu madre, sin embargo, me echará muchísimo de menos.

– ¿Cómo lo sabes? -preguntó la niña.

– Oh, estoy seguro.

Sam pisó los frenos cuando entraron en los límites de Jackson. Sentía los ojos de Kyle sobre ella, mirándola tan intencionadamente que casi le ardía la piel.

– Tu papá piensa que sabe todo sobre mí. Pero todavía le quedan muchas cosas por aprender.

– ¿Ah sí? Pues creo que voy a disfrutar mucho aprendiéndolas.

– Vas a volver, ¿verdad? -insistió Caitlyn.

– ¡Cuanta con ello! -le guiñó el ojo a la niña antes de mirar de nuevo a Sam-. ¿Sabes, cariño? No podrías deshacerte de mí aunque lo intentaras.

Capítulo 11

Sam salió de la ducha tarareando una vieja balada de Bruce Springsteen que sonaba por la radio. Había pasado la mayor parte del día trabajando y todos sus músculos se lo recordaban. Pero necesitaba mantenerse ocupada para no pensar en Kyle y olvidarse de lo lejos que estaba.

En cualquier caso, ¿qué más daba? Kyle nunca volvería. Ella no habría perdido realmente nada y Caitlyn se acostumbraría a la idea con el tiempo. Tanto ella como su hija volverían a su vida de siempre, a una vida sin Kyle. Sin sus risas, sin sus caricias…

– ¡Ya basta! -gruñó en voz alta, cansada de la vocecilla interior que sugería que todavía estaba enamorada de aquel millonario que ya la había abandonado en otro momento de su vida-. Caitlyn -llamó a su hija-, ¿qué te parece si salimos a cenar esta noche? Podemos ir a tomar una pizza.

No obtuvo respuesta. Seguramente Caitlyn estaba fuera de casa. De modo que se puso unos vaqueros, una camiseta y unas sandalias y salió a la puerta de la cocina.

– ¡Caitlyn! -volvió a llamar.

La casa estaba en completo silencio. No se oía nada, aparte del tic-tac del reloj y el zumbido del refrigerador. Fang dormitaba en el porche, pero no había señales de Caitlyn por ninguna parte.

– ¿Caitlyn? Me gustaría que fuéramos al pueblo a ver a la abuela y después cenáramos una pizza o algo parecido.

No se oyeron gritos de alegría.

– ¿Cariño? -regresó al interior de la casa y buscó en el piso de arriba, pero la casa continuaba en silencio.

Intentando contener la ansiedad, regresó al porche, donde Fang alzó la cabeza y movió cansadamente la cola.

– ¿Dónde está Caitlyn? -le preguntó Sam, pero el perro dio media vuelta, esperando que le frotara la barriga.

Tenía que mantener la calma, se dijo Sam. Seguro que Caitlyn estaba cerca. Tenía que estarlo.

Se puso la mano sobre los ojos para protegerse del sol y miró hacia los campos. A veces Caitlyn se iba a buscar mariposas o saltamontes. Recorrió todos y cada uno de los rincones favoritos de su hija, pero la niña no aparecía por ninguna parte. El pánico le revolvía el estómago, pero se obligó a mantener la calma. Sabía que su hija no podía haber ido muy lejos, que no podía haberle ocurrido nada.

Con la frente empapada en un frío sudor, regresó a la casa y se acercó al teléfono. Kyle. Tenía que llamar a Kyle. Observó el dial y recordó entonces que tanto él como Grant estaban en Minneapolis. Golpeó nerviosa el mostrador. No tenía ningún motivo para llamar a su madre. Si Caitlyn se hubiera ido al pueblo en bicicleta, su madre la habría llamado en cuanto la hubiera visto aparecer.

Forzándose a controlar el miedo, Sam estudió el horizonte. Su mirada se posó en las tierras del rancho Fortune. Últimamente, Caitlyn iba con mucha frecuencia a casa de Kyle para visitar a su padre o para intentar convencer a alguien de que le dejara montar a Joker, su obsesión…

Sam sintió que el mundo se abría bajo sus pies. Con el corazón en la garganta, se montó en la camioneta y condujo hasta el rancho a una velocidad de vértigo. Sin entretenerse siquiera en apagar el motor, bajó de la camioneta y vio a su hija montada sobre aquel maldito semental. Joker corría de un extremo a otro del corral y Caitlyn se aferraba a él como si fuera una garrapata.

– Sujétate -susurró, decidida a disimular su pánico mientras corría hacia el corral. El caballo no podía sentir su preocupación.

– ¡Mamá! -gritó Caitlyn con el semblante blanco.

– ¡Agárrate bien!

Joker, con el lomo empapado en sudor, se encabritó justo en aquel momento.

– ¡No! -gritó Caitlyn aterrada. El caballo volvió a tomar tierra y salió disparado hacia el otro extremo del corral.

– ¡Mamá! ¡Mamá!

Sam abrió entonces la puerta del corral y se deslizó en su interior. El caballo había perdido completamente el control, tenía los ojos ribeteados de rojo y todos sus músculos temblaban.

– Tranquilo, muchacho. Todo va a salir bien -dijo con voz dulce, pero la verdad era que no sabía si estaba hablando consigo misma, con el caballo o con su hija.

Joker relinchó y pateó repetidamente el suelo.

– Caitlyn, si pudieras bajar poco a poco…

Pero el caballo comenzó a correr otra vez y Sam se paró en seco.

– Mamá…

El animal pasó por delante de Sam como una bala.

– ¡Caitlyn! -gritó Sam-. ¡Agárrate, yo te bajaré! ¡Sujétate fuerte, cariño! -insistió, corriendo hacia delante para intentar tranquilizar al caballo.

Joker miró entonces en su dirección.

– Tranquilo, tranquilo muchacho -dijo Sam, esperando poder agarrar al animal de las riendas.

Pero con un fuerte bufido, Joker caracoleó en el aire, salió como un rayo y se detuvo en seco. Caitlyn perdió el control de las riendas y salió disparada hacia adelante.

– Dios mío, Caitlyn -Sam salió corriendo hacia su hija, rezando para que no estuviera herida. Por el rabillo del ojo, vio que Joker escapaba por la puerta, pero no le importó. En aquel momento, lo único que importaba era Caitlyn, nada más.

Kyle estuvo de un humor pésimo durante toda la reunión. La sala de reuniones le resultaba claustrofóbica a pesar de los enormes ventanales y de la espectacular vista de la ciudad. ¿Cómo habría podido vivir allí durante tanto tiempo? Jamás se había sentido tan sofocado. Era cierto que siempre había sido nervioso, pero en aquel momento estaba furioso. Ya había votado varias veces y ofrecido su opinión en un par de ocasiones. Mientras su padre, sus tíos, sus hermanos y sus primos discutían sobre los márgenes de beneficio de una máscara de ojos, Kyle intentaba prestar atención, pero, si por él fuera, la compañía podía hundirse ese mismo día.

Si algo había aprendido durante el mes anterior, era que la vida no podía medirse en beneficios económicos, ni siquiera en acres de tierra. No, toda su existencia había cambiado y el centro de su vida eran Sam y Caitlyn. Que Sam no quisiera casarse con él le provocaba un regusto amargo. Sabía que a Sam le importaba, que incluso era posible que lo amara. Lo sentía, pero, aun así, ella no había aceptado lo que tan voluntariosamente le había ofrecido.

Quizá porque había actuado como si en realidad le estuviera haciendo a ella un favor…

Miró el reloj. La discusión había vuelto a centrarse en la fórmula del secreto de la juventud. Ninguno había olvidado que Kate había perdido la vida buscando su último ingrediente. Y todos estaban de acuerdo en que el éxito de aquella condenada fórmula era esencial para la empresa.

Lo único bueno de todo aquello era que de momento no habían tenido ocasión de hablar de nada personal.

En la cabecera de la mesa, Jake, el tío de Kyle, estaba explicando los beneficios y las pérdidas sufridas por la empresa y cómo aquel nuevo producto podía detener la tendencia a la baja.

A Kyle le importaba un comino todo aquello y suponía que su postura reflejaba su desinterés. Notó que Rocky estaba haciendo garabatos en su libreta y que Grant miraba el reloj cada dos o tres minutos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Millonario»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Millonario» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Millonario»

Обсуждение, отзывы о книге «El Millonario» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x